Carrero Blanco y la CIA fueron los padrinos de Felipe González en el PSOE (José Manuel Martín Medem)
Valiente artículo de Carlos Hernández en EL DIARIO, sobre la sentencia de Cassandra. La lógica tesis de Carlos es que Cassandra tiene rzón ¿Hay que lamentar la muerte de un asesino masivo? Y aprovecha Carlos para advertir de la creciente aparición de periodistas y comunicadores que reivindican el franquismo. O de gente que nos recomienda olvidar. Y yo, Chema Tante proclamo que una cosa es alegrarse de la muerte de un ser humano y otra es olvidarse del clase de tipo que era ese ser humano.
"Carrero no fue una victima del terrorismo, sino verdugo de un régimen terrorista, que es justo lo contrario"
La insufrible sentencia que le desgracia la vida a Cassandra por lo que no es sino una bobería, ha tenido la triste virtud de permitir considerar, por comparación, la monstruosa cantidad de casos de graves delitos que quedan impunes o levemente castigados. En este caso, Javier Gallego, en artículo que señala Julián Ayala en el blog LO LLEVAMOS CRUDO, alojado en EL DIARIO, compara la dureza de la sentencia de la tuitera con la benevolencia que ha permtido librarse a un torturador como Billy el Niño. Y yo, Chema Tante, me apunto con todas mis fuerzas a la tesis de Gallego: "Carrero no fue una victima del terrorismo, sino verdugo de un régimen terrorista, que es justo lo contrario". En efecto, en este estado de derecha, "todo está al revés".
De la multitud de comentarios, entre la ira y el estupor, que ha generado la intolerante, represora sentencia a Cassandra, reproduzco la que leo de Raúl Vega, sobre la información de LA MAREA
CTXT CONTEXTO Y ACCIÓN publica este manifiesto de solidaridad con #YOSOYCASSANDRA y de defensa del derecho a la libertad de expresión al que me uno y al que puede inurse también quien quiera. Porque contra la opresión cada vez mas evidente y cada vez menos disimulada en este estado de derecha que sufrimos, hay que luchar todos los días. También PUBLICO inserta los chistes de Cassandra.
El almirante Carrero Blanco encabezó en sus últimos años una dictadura fascista que se llevó por delante a cientos de miles de personas. Valedor de las crueles torturas, fusilamientos, garrote vil, violaciones, robo de niños/as y todo tipo de saqueos sobre las propiedades de millones de republicanos/as, que perdieron todo en las manos de estos brutales neonazis.
La absoluta carencia de sentido del humor y el peculiar sentido de la ética, la moral y la legalidad que tiene el partido llamado popular queda reflejada en la comparación entre estas dos informaciones, que les resumo, para abreviar, en dos titulares de EL PLURAL.