Mientras en el estado español nos debatimos entre la amenaza fascista y el daño brutal nde la derecha confesa del PP y vergonzante del PsoE, y lo hacemos sin chistar, en América Latina la gente se bate en defensa de sus derechos. Francisco Morote, de Attac Canarias,  señala el editorial de LA JORNADA y algunos enlaces de otros medios sobre lo que está ocurriendo en Colombia. Un neoliberal pretendió crujir a la gente pobre con más impuestos, en lugar de hacerlo a las empresas y fortuna. Y el pueblo le ha dicho que ni hablar. Y ha obligado a torcer el brazo, aunque la represión continúa.  Y yo, Chema Tante, ruego tomar recortes de lo que pasa por allá y aplicarlo en un estado cuyo gobierno está haciendo lo mismo, crujir con impuestos a los pobres y permitir que las empresas y fortunas roben, estafen y no paguen impuestos. Y nadie dice nada, 

EFE difunde esta lacerante información sobre la manera en que sigue la violencia contra las cabezas de los movimientos sociales en la América Latina sojuzgada por el neoliberalismo. Pero como dice Fernando Sabaté, al señalar la noticia:  Pero parece que donde se violan los derechos humanos es en Venezuela

¡Continúen el proceso de paz en Colombia!

CENSAT Agua Viva - Amigos de la Tierra Colombia

Declaración para la opinión pública

Para la continuidad del proceso de negociación y construcción de paz en Colombia
 

Nosotros sabemos que Justicia es Paz. Y que no será paz el cese de la lucha sin el respeto estatal por unos acuerdos que garanticen el tránsito hacia la instauración de una sociedad con cariz CIVIL.

En el SOMOS NADIE, Yira Arredondo Ballesteros, periodista colombiana que reside en Canarias hace más de 15 años.escribe sobre el desgarrador, decepcionante, resultado de la consulta sobre el acuerdo de paz en la hermana Colombia. Juan García Luján, editor del blog, comenta en FACEBOOOK el emocionante texto de Yira, Y yo, Chema tante, agrego que no creo que sea menos de la mitad la gente colombiana que se opuso a la paz, porque el huracán impidió a muchas personas costeñas acudir a las urnas. Y, sobre todo, me atrevo a pedir que no cunda el desaliento. La paz tiene que triunfar.

Quienes, desde todo el mundo, amamos al pueblo colombiano y, sobre todo, amamos la paz, mantenemos prendida la luz de la confianza.

Hace unos años, Colombia consiguió la primera parte de su proceso de pacificación. A quienes conocemos el amado país, nos sorprendía comprobar la seguridad que se había recuperado en sus calles, que no hacía tanto eran presa de la violencia de los sicarios del narcotráfico. La otra violencia, la guerrillera, permanecía, pero se reducía a los amplios espacios rurales. Y ya se intuía que se estaban tendiendo puentes.

A defender las negociaciones de Cuba entre las FARC y el Gobierno de Colombia