En el aniversario de la Constitución, Enrique Bethencourt, desde CANARIAS 7 pasa revista analítica a un texto contradictorio e incumplido. Incumplido, con mucha frecuencia, incluso por tanto fanático que se las echa de constitucionalista, pero solamente de boquilla. Por  cierto que Enrique sale al paso de la horda Ppera, que reclama que le digan qué reformas constitucionales se quieresn formulando su lista de demandas.

Vamos a repetir una vez más los pocos conceptos básicos que animan nuestra labor a fondo perdido:

La constitución a la española de 1978, popularmente conocida como “La inocentada”, dado que se aprobó el 27 de diciembre de 1978 y tenía que haberse hecho pública, obviamente, al día siguiente, si no hubiera sido “El día de los inocentes”  o sea, 28 de diciembre, publicándose el 29 de diciembre en un intento de evitar las suspicacias e ironías del respetable, está al servicio del borbonato, a cuya imagen y semejanza está hecha, de ahí que suscite el entusiasmo de los monarcas que han heredado el régimen del antepenúltimo dictador, Francisco Franco, como consta, suscintamente, a continuación.

¿Para qué sirve la constitución española…? Una carta que se diseñó de manera que los antiguos franquistas y avenidos, llamados de izquierda, prepararon para que nada se mueva en cuanto a los derechos de los pueblos y en la que sólo se han tocado aspectos para pagar la deuda de los bancos, con dinero público, y para justificar y afianzar una monarquía que nadie eligió.

Felipe González y Aznar fueron presidentes del Gobierno español. Alfonso Guerra y Rajoy (actual presidente) actuaron como respectivos vicepresidentes.  Los tres primeros reclaman la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española en Cataluña; Rajoy lo activa. El 155 posibilita la intervención del Gobierno en una comunidad autónoma “si ésta no cumpliere las obligaciones que la Constitución […]”. Sin embargo, los mismos demandantes y el inflexible Rajoy no se caracterizan, precisamente, por el exquisito cumplimiento de otros artículos constitucionales que amparan básicos derechos ciudadanos.

El Rey ha dado un paso en defensa de la unidad nacional, lo aplaudo. Pero tiene un GRAVE PROBLEMA, y es que lo hace apoyándose en la "democracia"(inexistente de siempre en España), y la C78(que es la que ha creado y alimentado al monstruo separatista);los únicos apoyos que tiene el Rey son-paradójicamente- los que, por acción u omisión, nos han traído hasta aquí:los partidos políticos, verdaderos culpables de lo que ocurre en Cataluña.

La profesora de la ULPGCN Lourdes Urbaneja habla en RTVC de la situación en Venezuela.

En sentido historico-cultural, se entiende la nacionalidad como una realidad social preexistente, que refuerza el carácter peculiar histórico-cultural de unos determinados territorios con una idiosincrasia fuertemente arraigada, en lo que se ha venido a denominar hechos diferenciales.

Francisco Morote, de ATTAC Canarias señala en la página de ATTAC, este esclarecedor artículo en el que Eduardo Garzón, eminente economista, integrante del Comité Científico de ATTAC, revela un dato explicativo de los fuertes perjuicios que ocasiona el actual texto del artículo 135 de la Constitución del estado español. Un texto corregido por los partidos de derecha Pp Y PsoE, que introdujo en una Norma que de ebría ser imparical, un claro elemento económico parcial, favorecedor de los intereses de las grandes empresas y de la especualción financiera. Explica Garzón que la aplicación de ese fatídico 135 obliga a pagar por adelantado Deuda Pública, en este caso, en el ayuntamiento de Madrid, soprtando encima la penalización impuesta por la banca. Maravilloso.