Lo señalan en PÚBLICO Felo Concepción y Manoilo Marrero quién, además comenta, este certero artículo de David Bollero que explica, tomando como ejemplo el de Huelva, la proliferación de incendios forestales. Incendios de los que con mucha sospechosa frecuencia, se diagnostican causas intencionadas. Todo viene, como dice Bollero de la maldita decisión de permitir la recalificación de los terrenos calcinados y, después, de la mezquindad y recortes de los servicios de extinción. Dice Balbuena, consejero psociata insular tinerfeño, que en Canarias estas recalificaciones a posteriori no pueden hacerse, y que no se han hecho. Y tiene razón, no se han hecho, porque ni ha habido oportunidad ni se ha producido necesidad. Pero ahora, no hay que olvidar que la fatídica Ley del Suelo aprobada por el genuflexo Clavijo y su horda pperoaseregecoaticionera, abre la puerta a la discrecionalidad con los "proyectos de interés" que permitirán lo que haga falta. Como hasta ahora, por cierto. Ay, ay, ay, estos proyectos de "interés general" o de "utilidad pública" y ese austeritarismo en cuyo nombre tantas cosas pueden hacerse legal, que no legítimamente.
En LA RÉPLICA, un estupendo texto sobre las manifestaciones contra el, sí, hediondo TTIP que se está cociendo en los no menso hediondos despachos de la UE. Las reflexiones que desgrana el artículo se inician con una cita de Eduardo Galeano y otra de Josephine Witt, la heroína de FEMEN que puso en evidencia al vil Draghi.