Carlos San juan ha obtenido un notable éxito en su campaña de adhesiones a su demanda de que la banca -privada, claro, que en este estado de derecha no hay otra- termine con su abyecta estrategia de cierre de oficinas y sustitución de personas por recursos informáticos. La ministra neoliberal Calviño ha reaccionado a este asunto con lo único que puede hacer. "Ponerlo en conocimiento de la superioridad". Léase Patricia Botín. El coherente veterano militante socialista señala y comenta la cuestión, focalizando el asunto en su justa medida: Esto ocurre por la ausencia de una banca publica.

En NUEVA TRIBUNA, Walter C. Medina trata de algo que no es precisamente ninguna broma. Del tremendo riesgo que implica que llegue al poder tanto idiota. Walter centra su atención en el supino totorota que ocupa la presidencia USA y dice, con razón, que Trump es un ejemplo del problema. Y yo, Chema Tante, añado que como hay tanto simplón y tanta simplona ocupando sillones de poder por todo el mundo, este sistema que hace posible semejante peligro, hay que cambiarlo cuanto antes. Algo anda mal en las democracias del mundo.

Me parece a mí que esta cachetada merecida que propina Walter C. Medina, desde la Argentina, vía NUEVA TRIBUNA, a la Unión Europea, en general y a los estados miembros en particular, es singularmente vergonzosa. Porque los países de América Latina y muy especialmente, Argentina, con Venezuela, Cuba y México, fueron en extremo generosos con los exilios europeos, tanto económicos como políticos. Quienes desde Europa huímos, espoleados por el hambre o aterrorizados por la persecución y la guerra, encontramos en todos estos pueblos y sus gobiernos, al sur de Rio Grande, una acogida humanitaria sin condiciones. Alguna excepción puntual hubo, pero esporádica. Ahora, que se han vuelto las tornas, cuando, a pesar del esfuerzo neoliberal por frenarlo, todavía existen en Europa, condiciones de vida mejores, los inicuos gobiernos -y una parte indecente de los pueblos- se atreven a negar a personas fugitivas su derecho al asilo. Y Medina, con razón, nos lo echa en cara. Y creo yo que su invectiva de "idiota" es hasta amable, con tanta gente cruel y olvidadiza.

En NUEVA TRIBUNA, Walter C. Medina comenta esta nueva modalidad de estupidez humana. 

Claves que la presa occidental sumisa al imperialismo neoliberal no suele reflejar, al menos, tanto como las versiones que le interesan al amo. PORTAL ALBA reproduce la traducción aparecida en PÁGINA TRASVERSAL de este revelador artículo publicado en inglés en GEOPOLITICS, firmado por Manuel Ochsenreiter

Ahora que se cumple un año de su publicación en NUEVA TRIBUNA, me parece oportuno repescar este texto en el Walter C. Medina ejerce lo que yo considero uno de los buenos servicios a la sociedad que se pueden prestar: desenmascarar a los arrogantes que defienden el neoliberalismo. Una especie de la que Vargas Llosa es un ejemplar destacado.