En TAMAIMOS, José Farrujía de la Rosa clama ante el atropello que un artista depredador de los valores del paisaje y el territorio, Agustín Ibarrola, se propone perpetrar en la isla de La Palma, con la complicidad toleta de su clega palmero, Facundo Fierro y de las autoridades locales e insulares. La protesta ciudadana contra esta barbaridad disfrazada de creatividad que pretende pintar machangadas en árboles y teniques, viene del 2015. Pero el godo y los simplones persisten en su ruin empeño. Farrujía destaca la paradoja comparativa entre el proyecto de Ibarrola en La Palma y el de Chillida en Tindaya. Como ya planteara Verónica Galán en 2015 resulta irritante que esta tropa ignorante quiera destrozar petroglifos en Fuerteventura mientras degrada el paisaje en La Palma. Achamán nos salve y guarde de tanto velillo.
Detrás de Ibarrola y Fierro, el paisaje que quieren destrozar. ¿Que belleza le van añadir estos cachanchanes?
La "energía de transición" elegida para Tenerife por los sucesivos gobiernos presididos por CC, recorrerá el subsuelo de La Laguna.