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lunes, 29 de abril de 2024 00:53h.
lampedusa
Economía
va siendo hora de que los canarios nos vayamos dando cuenta de que nuestros problemas le son siempre “ajenos” al Gobierno estatal de turno.

Canarias no puede convertirse en Lesbos o Lampedusa… Ángel Rivero EN CANARIAS

 

 

frase ábgel rivero

 Ángel Rivero alza su voz desde su EN CANARIAS y la une, como siempre hace con las causas justas, al clamor de quienes pretendemos que se sepa la verdad sobre las migraciones uno de cuyos embates reciben ahora nuestras islas. Y yo Chema Tante lo digo también. Las y los migrantes no tienen la culpa. Ellas y ellos, nuestras hermanas y nuestros hermanos, tienen derecho, como quien más a defender su vida, frente al hambre y a la violencia.

Sociedad

"Concertinas" en la valla de Melilla. Pronto hemos olvidado Lampedusa

No basta con rasgarse las vestiduras, cada vez que el número de gente martirizada por la represión inhumana de la inmigración llega a niveles que merecen titulares. Muertas o heridas, estas personas que ejercen el derecho a buscarse la vida, merecen respeto y solidaridad. Concertinas o alambre palestino, le llaman. Son unas navajas o cuchillas, colocadas en la valla de Melilla. La bestialidad recuperada por el muy católico -pero poco cristinao, evidentemente- ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz es, además de un atentado contra las personas, una maligna estupidez. Es lo que explica con toda claridad Manel F. en este alegato gráfico. Hagan lo que hagan, la gente seguirá intentando entrar en la opulenta Europa.

Sociedad

Lampedusa, suma y sigue la vergüenza europea

Otra vez, y las que quedan, otra tragedia en Lampedusa. Igual que en todas las rutas de acceso de la inmigración prohibida a la opulenta Europa. Unas rutas que son cementerios, de Canarias para arriba, de los cientos de miles de personas que han muerto, se supiera o no. Las rutas que conducen desde la miseria creada por Europa hasta la servidumbre de la inmigración en Europa.

Política

Lampedusa en el Cabildo de Tenerife

Alonso y Melchior, el mismo collar

Ya me perdonarán ustedes el topicazo, pero es que pocas veces viene tan a cuento. "Que algo cambie, para que todo siga igual", decía el novelista italiano. Y eso es lo que suelen hacer en la coalición nada canaria. Melchior lo había dicho en su campaña, es cierto, pero eso no le resta vileza a esa maña de presentarse a unas elecciones y mandarse a mudar a mitad de mandato, dejando a un delfín, un tapado. A Carlos Alonso, un personaje que, tal como está el sistema electoral, no lo conoce nadie. De manera que el nuevo presidente del Cabildo no ha sido realmente elegido por nadie más que por su tutor político. Y, como es un individuo que ha estado en todas las operaciones de Melchior de los últimos tiempos, seguirá milimétricamente las politicas de su mentor. Así que, de cambio, nada; de renovación generacional, nada. Cambian la cara, las esencias permanecen igual.