Poco podíamos imaginar, ni Carmen Porras ni nadie, que su artículo de febrero de 2020 en HOSTELTUR, se iba qa quedar chiquito, solamente un mes más tarde. Pero lo decía la buena profesional entonces, sirve de base de salida para las reflexiones, ahora, que ya los empresarios ciegos y fatuos se están frotando las manos, porque ya llegó la vacuna. No saben lo que les espera. Eso comento yo, Chema Tante.

Vean el valioso reportaje de Toni Ferreras en EL DIARIO CANARIAS AHORA. Y comprueben donde está la sensatez, por lo que dice Josefa Martín catedrática de la ULPGC o Antonio González Viéitez, muy conocido entre la gente que piensa en las islas. y donde está la codicia y la estupidez, por ejemplo en lo que cie el Consejero de Turismo, Casimiro Curbelo, del partido casimiro. NO. NO me equivoco. El Consejero de Turismo de Canarias, es Casimiro. Yaiza casimira no es más que una mandada con título y master. Y, encima, Casimiro es quien manda, en coyunda obscena con Julio Pérez. Cuando se escriba la historia de cómo Canarias perdió la mejor oportunidad de salir adelante, con su talento formado y sus recursos naturales, Las imágenes opacadas de Julio y Casimiro, si las investigadoras y los investigadores tienen buen ojo, se conocerán. Hace muy poco que lo decía Paco Déniz, una de las pocas cabezas pensantes que van quedando en la política canaria. Y, mientras tanto, como yo lo vengo diciendo desde Marzo y desde antes, lo vuelvo a repetir: El turismo masivo es contaminante, depredador, abusador laboralmente, injusto socialmente y ahora, encima peligroso para la salud. Ustedes, quienes gobiernan, quienes mandan y quienes dirigen las empresas, están absolutamente como baifas codiciosas. No hay derecho, no hay justicia. 

Edem Peña firma este artículo de MISIÓN VERDAD en MEDIUM, clarísimo, sobre las dificultades de un pueblo asediado para solventar una situación ya viciada por el embate del neoliberalismo. Y Federico Aguilera Klink, que señala el texto, me incita a comentarlo. Y yo, obediente, lo hago. Tanto en Venezuela, como en Canarias como en tantas partes del mundo, los problemas los creó el neoliberalismo, la pandemia los ha potenciado. Solamente la cordura del regreso a lo local nos podrá salvar.

Nota de Chema Tante. Me luce oportuno publicar este artículo de Federico Aguilera Klink, por dos razones. Una, que el actual gobierno, presidido por un socialista, pero con la presencia muy influyente de un partido que se dice nacionalista y de otro que se dice socialista insularista,  pero que practican hasta la exasperación los vicios victimistas que se describen en este texto, lo que lleva al gobierno actual a no diferenciarse en nada en este aspecto a los anteriores, salvo, es cierto, en que no se les nota el ansia de rapiña que sí era práctica común en todos esos anteriores, de Adán, Paulino y el genuflexo Clavijo. Y vaya si no es triste consuelo el tener un gobierno que no roba, pero se equivoca en todo lo demás. Pero la otra razón, bastante preocupante, es que se escuchan rumores de maniobras de la CC Corrupción Canalla para hacerse con el gobierno territorial canario. Ya han consumado la gracia en el ayuntamiento chicharrero, con la colaboración aleve de la confesa plagiadora y boba Evelyn Alonso. De manera que a nadie podría extrañar ver de nuevo un gobierno, además de subvencionista, saqueador, en Canarias, en otoño, justamente cuando deberían empezar a llegar los fondos que, de todas maneras se iban a invertir mal, pero que, de esa manera, además van a acabar en buena parte en los bolsillos de los podridos componentes del dicho posible gobierno.

Cuando Ignacio Ramonet habla o escribe, yo, Chema Tante, creo que hay que atenderle, porque, aunque no tiene más remedio que repetirse, dado que los problemas se eternizan, siempre aporta nuevas perspectivas. Su apreciación de la crisis sanitaria económica y social como un hecho social total como un fenómeno transversal, me parece muy interesante. En todo caso, como es habitual en él, resulta complicado resaltar alguna parte de esta entrevista que le hace Miguel Muñoz y que señala Manolo Marrero en CUARTO PODER.