Política
Franquito quiere ser Napoleoncito (Juan Carlos Escudier)
Aznar, de meritorio de AP a millonario
Ante la ridiculez, no cabe otra actitud que la coña. Aunque, como el caso de Aznar, cosa muy frecuente, por otra parte, esa ridiculez sea funesta y perjudicial, además de ruin. Pero hay que cachondearse, que es lo que hace Juan Carlos Escudier, en artículo en PÚBLICO que señala Antonio Aguado. Aunque la sorna acerca del "empleado de Murdoch", émulo de Sarkozy, y que ve a Napoleón cuando se examina los abdominales en el espejo, es una sorna muy ácida. Que no olvida, además a un personaje inefable Cayetana Álvarez de Toledo.