El obispo claretiano español Pere Casaldáliga falleció este sábado a los 92 años. Como, lógicamente, la actividad de este esforzado luchador social había disminuído, por su edad y sus achaques, la crueldad del olvido había hecho que su nombre desapareciera de la actualidad. Pero, hasta estos últimos tiempos, Casaldáliga estuvo en la primera línea del testimonio de la libertad. Hasta los últimos tiempos, ha tenido que ser muy cuidadoso con su seguridad, porque los poderes brutales seguían intentando atacarle. Las personas creyente que viven con honestidad y muchas veces con heroísmo su fe y las personas que creen en la defensa de las masas famélicas deben recordar a este hombre tan maltratado y acosado por la Curia Vaticana. Sepulcros blanqueados, dice el Evangelio que les llamaba Cristo.

En realidad son muchos los obispos fanáticos que sintiéndose “heridos” en su fe, no dudan en cargar contra todo y todos los que atreviéndose a manifestar o practicar acciones personales o colectivas, que con arreglo a sus criterios y cánones religiosos establecidos por la iglesia, pretenden que sean el “santo y seña” para todos los ciudadanos y de obligado cumplimiento.

Ya saben lo que dijo el perdulario obispo de Alcalá, denigrando a gays y lesbianas y comparando, nada menos que al noble Tren de la Libertad con la salvajada de los trenes de la muerte de los nazis. Yo creo que este sujeto se merece que lo condenen a pagar por su lengua malvada. Pero sobre todo, por su ignorancia. En todo caso, hay que recordar que la parcialización evidente y repetida de la justicia en el estado de derecha español, ya ha exonerado de culpa a este individuo lenguaraz. En 2012 los tribunales consideraron que sus insultos y anatemas contra la homosexualidad debe encuadrarse en el marco de la libertad religiosa. Hay que jeringarse.

"...ha llegado el momento de decir, con voz sosegada pero clara, que el Partido Popular es liberal, informado ideológicamente por el feminismo radical y la ideología de género, e infectado como el resto de los partidos políticos y sindicatos mayoritarios, por el lobby LGBTQ"  El obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Plà se revela como lo que es la curia católica en el estado español. La mismita, con el mismo estilo retórico que la de 1936. Vean que uno de los epítetos descalificadores que le endilga es ese de "liberal"