Sin movilización no hay paraíso - por Teodoro Santana
Mala cosa es confundir los deseos con la realidad. Y ésta es muy empecinada. Pero la izquierda burguesa (y, de momento, no hay otra) lleva cuarenta años empeñada en ver la realidad política española color de rosa. En creer en la “justicia”. En aceptar las reglas del juego del enemigo. En creerse la “democracia” del tardofascismo. En transigir con todo.