Estas reflexiones que contiene el artículo de Juan Torres, señalado por Francisco Morote, de Attac Canarias en PÚBLICO y en YOUTUBE, me confirman a mí, Chema Tante, que estamos gobernados por una selección de la más sublime y ciega toletería mundial. Lo que está pasando, con el pandemonium coronavírico, precisa de soluciones drásticas y rápidas. Todo se reduce a dinero, solvencia a todo pasto. Y lo único que se les ocurre a las ministras y los ministros del ramo de la Unión Europea es que los estados pidan créditos al MEDE. Un procedimiento vergonzante y farragoso. El dinero está ahí; da igual que se consiga por un crédito burocráticamente complicado que por una decisión ejecutiva. Hay muchos mecanismos, para que estos recursos fluyan hacia los gobiernos que los necesitan. E insisto en que lo que tienen que hacer los gobiernos para obtener la pasta que hace falta es dejarse de créditos, tirar por la calle del medio, dejar de pagar la Deuda y cargar tributariamente a quién tiene el dinero.
Desde las organizaciones sindicales con representación en el Cabildo Insular de Tenerife -CCOO, CCT, CGT, CSIF, IC y UGT-, venimos a reiterar la petición que ya hicimos al Presidente de la Corporación sobre el cese de todos aquellos servicios que no sean esenciales para la salud y la vida de las personas
Con motivo del 8M, CTXT publica un combativo editorial, que señala el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado y al que, por supuesto, hay que adherirse con todo el ánimo. CTXT resalta como el feminismo militante no solamente defiende la igualdad, sino que lidera en muchos países la resistencia al neoliberalismo.
En PÚBLICO y en la página de ATTAC, Eduardo Bayona vuelve sobre este encolerizante asunto. La bastarda manera en que el estado español favoreció al sector bancario con un rescate para tapar el agujero dejado por el robo y la estafa. Un rescate que entonces se dijo que era retornable. Cuánto me acuerdo yo, Chema Tante, de las asombradas palabras de Goirigolzarri, el de Bankia, diciendo que de eso de devolverlo, nada. Y hay que volver una vez más a decir que si en aquel momento, en lugar de rescatar a la banca botinera para sostener un sistema financiero podrido, se hubieran destinado esos recursos y más a una banca pública como es debido, otra sería la historia ahora.