Dicen que las primeras cuatro notas de la Sinfonía nº 5 de Beethoven representan al destino llamando a la puerta. Pues el destino que le esperaba a Gustavo Dudamel y los 150 jóvenes de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar (OSB) de Venezuela durante su presentación anoche en Madrid fue extraordinario: un derroche de maestría y un sonido impecable que emocionó al público en cada compás.
En SOMOS NADIE, Juan García Luján repesca este texto de hace diez años del admirado Galeano, Y lo hace a cuento de lo que pasó en la comunicación el día 19 de junio