En este día sensiblero y comercializado de la Madre, mi consternación se renueva y acrecienta, leyendo este sentido artículo que Manuel Rivas publicó el sábado 3 en EL PAÍS. La ira me desborda, acordándome de la madre de quienes han sido causa de tanta desgracia, tanto dolor de los que los dos casos descritos por Rivas son ejemplos desgarradores. Esa madre caboverdiana que asiste impotente al desamparo de su hijo enfermo o ese fenómeno increíble de quienes arrostran el riesgo cierto y mortal de un segundo infarto, simplemente, por no disponer de los cien euros necesarios para pagarse la medicación que les salve la vida. Manuel Rivas cita el texto "Lágrimas de vergüenza", del cardiólogo Maximiliano Diego. "O comemos, o tomo las pastillas", dice un paciente. La madre que les parió.

En SOMOS NADIE, Juan García Luján nos recuerda que habrá desaparecido, sí, el Muro de Berlín, cuya demolición fue saludada universalmente como un triunfo de la libertad, pero desde aquel noviembre del 89 permanecen y se han erigido otros muchos muros, igualmente alevosos. Pero de estos se habla mucho menos.

El país a que se refiere Ángel Rivero en este post de su EN CANARIAS, es España. Para que no se nos olvide nada, Ángel nos detalla algunas de los múltiples bochornos que la gestión de un partido cerril le está haciendo pasar a España.

Alternativa Nacionalista Canaria entiende que la política neoliberal de CC les lleva a velar por los intereses empresariales, pero también se podía haber hecho lo mismo con los derechos de los trabajadores y entonces Rivero pareció de acuerdo.

Los reiterados gobiernos municipales han hecho una exagerada dejación de funciones con respecto a EMALSA, porque han permitido que los socios privados hagan lo que les dé la gana

Cuando algo muy importante en la vida de uno no marcha cómo debería, es complicado ser feliz. A pesar de que en lo personal no puedo pedir más a la vida, una desagradable sensación no me deja disfrutar plenamente de esta etapa vital...

Otra vez, y las que quedan, otra tragedia en Lampedusa. Igual que en todas las rutas de acceso de la inmigración prohibida a la opulenta Europa. Unas rutas que son cementerios, de Canarias para arriba, de los cientos de miles de personas que han muerto, se supiera o no. Las rutas que conducen desde la miseria creada por Europa hasta la servidumbre de la inmigración en Europa.

Otra vez que hay que estar de acuerdo con Francisco. Sí.Vergüenza de tolerar el genocidio neoliberal por todas partes, por todos los continentes.