Contra el imperialismo climático, Solidaridad con Pakistán - INTERNACIONAL PROGRESISTA
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Contra el imperialismo climático, Solidaridad con Pakistán - INTERNACIONAL PROGRESISTA |
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Pakistán se encuentra en medio de una catástrofe climática sin precedentes. Las lluvias monzónicas, 2,87 veces superiores a la media nacional de los últimos 30 años, han desplazado al menos a 35 millones de personas, mientras que ya se ha informado de la muerte de más de mil. Se han destruido más de dos millones de hectáreas de tierras agrícolas y cientos de miles de cabezas de ganado, lo que hace temer una escasez masiva de alimentos en los próximos meses. Esta catástrofe es el predecible resultado del impulso expansivo del capitalismo. El efecto de los gases de efecto invernadero es conocido por la industria de los combustibles fósiles al menos desde 1959, cuando el científico húngaro-estadounidense Edward Teller expuso la teoría en una conferencia sobre el petróleo en Nueva York. Un informe de 1965 elaborado por asesores científicos del presidente estadounidense Lyndon Johnson advertía de que la quema de combustibles fósiles podría causar "marcados cambios en el clima" para el año 2000. A finales de los años 70, el Instituto Americano del Petróleo tenía un comité secreto para investigar y evaluar la ciencia del clima. En 1981, Roger Cohen, empleado de Exxon, difundió un memorando interno en el que advertía de que la actividad de la empresa "produciría efectos realmente catastróficos (al menos para una fracción sustancial de la población de la Tierra)". En 1982, científicos de la empresa presentaron a la dirección un informe de 40 páginas en el que se preveían subidas del nivel del mar, sequías y catástrofes. Se suprimió, al igual que se suprimieron las conclusiones del último informe del IPCC para ocultar el impacto desproporcionado que los países más ricos del mundo han tenido en nuestro clima. Un artículo reciente escrito por Jayati Ghosh, miembro del Colectivo por la Justicia de la Deuda de la IP, publicado en Monthly Review, describe la mecánica de este imperialismo climático. Los Estados más ricos –la UE y EEUU– han emitido el 54 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono acumuladas desde 1750. Por habitante, países como Arabia Saudí, Australia y EEUU emiten mucho más de lo que emiten países como China, México e India. El panorama se vuelve aún más crudo si tenemos en cuenta las cuestiones de clase. El 10 por ciento más rico de lxs norteamericanxs emite casi ocho veces más per cápita que todas las clases sociales del sur y el sudeste asiático juntas, mientras que las emisiones de la mitad más pobre de lxs habitantes de los países ricos ya son compatibles con un planeta sostenible. De este modo, la estructura de la acumulación de capital en los países más ricos del mundo genera las condiciones para la devastación climática a nivel global. Y países como Pakistán –la "fracción sustancial de la población de la Tierra"– están soportando la peor parte de los impactos. Hace tiempo que los socialistas tienen clara esta amenaza. "Una importante especie biológica corre el riesgo de desaparecer debido a la rápida y progresiva eliminación de su hábitat natural: La humanidad", dijo el revolucionario cubano Fidel Castro en 1992. "Hay que decir que las sociedades de consumo son las principales responsables de esta espantosa destrucción del medio ambiente... Con sólo el 20 por ciento de la población mundial, consumen dos tercios de todos los metales y tres cuartas partes de la energía producida en el mundo. Han envenenado los mares y los ríos. Han contaminado el aire". En lugar de reparar los daños, las políticas neocoloniales de las instituciones internacionales están desmantelando la capacidad de respuesta de los Estados. En la actualidad, el FMI está empujando a Pakistán, azotado por las inundaciones, a una austeridad draconiana para cumplir con el pago de su deuda. En el momento actual de las inundaciones, el desempleo, la inflación del 25 por ciento y los enormes costos de la reconstrucción, las exigencias de austeridad no son más que un ataque a la vida misma en Pakistán. Por eso nuestra tarea es construir la resistencia al sistema mundial capitalista e imperialista. Construir fuerzas políticas que puedan tomar el poder y negarse a pagar las deudas que impiden a países como Pakistán responder a las necesidades de su pueblo. Para negar a los países más ricos su autoproclamado derecho a robar nuestros alimentos, nuestra tierra, nuestros recursos y nuestro trabajo para su enriquecimiento. Para crear nuevas instituciones de solidaridad e intercambio que envíen constructorxs y arquitectxs y herramientas –no préstamos depredadores y un capitalismo de "doctrina de choque"– a los países necesitados. Por justicia y por supervivencia, debemos arrebatar a los gigantes de los combustibles fósiles, a los megaindustrialistas y a los bancos multinacionales el poder de infligir esa miseria. Sólo si construimos movimientos de masas, unidos por encima de los problemas y las fronteras con lazos de solidaridad, conseguiremos el poder para desafiar a los especuladores de la destrucción. Entonces, podremos hacer realidad nuestras demandas. Cancelar la deuda. Compartir la tecnología. Pagar las reparaciones climáticas. En solidaridad, El Secretariado de la Internacional Progresista Muestra tu solidaridad con Pakistán Estamos recaudando fondos para ayudar al miembro de la IP en Pakistán, el Partido Haqooq-e-Khalq (HKP), mientras trabaja para proporcionar ayuda urgente a las víctimas de las inundaciones históricas. El HKP ya ha proporcionado medicamentos y ayuda a cientos de víctimas, y sólo está comenzando. 
Todos los fondos se destinan al HKP para apoyar sus esfuerzos de socorro. Haz clic aquí para hacer una donación.
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