De nuevo, la improvisación impide el trato digno a las personas migrantes - 

Las alertas por mal tiempo no tienen las mismas consecuencias para todas las personas. Mientras las actividades al aire libre quedaban canceladas en el conjunto de las Islas Canarias, las personas llegadas a Lanzarote en las embarcaciones rescatadas la noche del 25 al 26 de septiembre tuvieron que pasar varias horas en el muelle de la Cebolla, a la intemperie.

En efecto, ni los avisos meteorológicos ni el sentido común bastaron para anticipar la inundación de las instalaciones del CATE tras más de 30 horas de precipitaciones casi ininterrumpidas, máxime cuando el dispositivo se encuentra amurallado.

De nuevo, impera la improvisación ante dos hechos que podrían haberse anticipado perfectamente: la inundación de unas instalaciones provisionales que no cumplen con las condiciones mínimas para recibir personas y la llegada de embarcaciones. A falta de anticipación, las personas afectadas han tenido que esperar en el muelle un posible traslado a otra isla, cuando todo el archipiélago se encontraba paralizado por las condiciones meteorológicas.

Ante esta situación, la Red ciudadana de solidaridad con las personas migrantes en Lanzarote tiene a bien recordar que la isla dispone de una serie de instalaciones que pueden ser utilizadas para dar una acogida que no vulnere la dignidad de las personas migrantes, tal y como se actuaría ante cualquier situación de emergencia que afecte a personas residentes de la isla o a personas turistas (polideportivos, centros socio-culturales, plazas hoteleras, etc.).

Asimismo, la Red comunica su firme intención de seguir exigiendo que se cumplan las condiciones mínimas en el CATE, tanto en cuanto a instalaciones como en relación a garantizar los derechos de las personas detenidas. No se puede continuar con instalaciones efímeras y provisionales usadas como permanentes. Es intolerable que después de casi tres décadas desde que llegó la primera embarcación a las costas de Lanzarote, se siga con la improvisación, la falta de espacios y, en consecuencia, con la vulneración de los derechos y la dignidad de los humanos.