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jueves, 18 de abril de 2024 23:26h.

Sí se puede se interesa por el control y la vigilancia de los vehículos con motor diésel en Santa Cruz de Tenerife

 

ELIGIO HERNÁNDEZ BOLAÑOSEl concejal del grupo municipal ecosocialista Eligio Hernández Bolaños dirige esta pregunta a Zaida González para su respuesta en la Comisión de Control que se celebra este jueves, 19 de enero. El edil consulta cuántas inspecciones, notificaciones e infracciones hubo durante 2016 en aplicación de la citada ordenanza. Además, pregunta cuántos vehículos diésel tiene el parque móvil de la Policía Local y qué porcentaje sobre el total del parque representa esa cantidad.  

Sí se puede se interesa por el control y la vigilancia de los vehículos con motor diésel en Santa Cruz de Tenerife

Eligio Hernández Bolaños preguntará en la Comisión de Control sobre el cumplimiento de la ordenanza que regula la actuación municipal en esta materia

Sí se puede preguntará este jueves a la concejala de Seguridad, Movilidad y Accesibilidad del grupo de gobierno de CC-PP en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Zaida González Rodríguez, por el cumplimiento de la Ordenanza municipal sobre protección del medio ambiente contra la emisión de humos y gases.

El concejal del grupo municipal ecosocialista Eligio Hernández Bolaños dirige esta pregunta a Zaida González para su respuesta en la Comisión de Control que se celebra este jueves, 19 de enero. El edil consulta cuántas inspecciones, notificaciones e infracciones hubo durante 2016 en aplicación de la citada ordenanza. Además, pregunta cuántos vehículos diésel tiene el parque móvil de la Policía Local y qué porcentaje sobre el total del parque representa esa cantidad.   

Hernández Bolaños recuerda que Santa Cruz de Tenerife cuenta con una Ordenanza municipal sobre protección del medio ambiente contra la emisión de humos y gases para regular la acción que corresponde al ayuntamiento en materia de control de “emisiones de humos y gases molestos y nocivos producidos por vehículos automóviles”; además, esa ordenanza fija unos criterios específicos para los vehículos con motor diésel, y hace recaer la responsabilidad de su cumplimiento sobre la Policía Local.

A juicio de Sí se puede, esta ordenanza no debe emplearse “para penalizar a aquellas personas que por sus escasos recursos económicos no han podido renovar su vehículo”; sin embargo, “sí que puede constituir un primer paso mediante el cual este Ayuntamiento, administración responsable en primera instancia del tráfico, la movilidad y el medio ambiente urbano, puede disuadir del uso del vehículo diésel  -sobre todo a aquellas empresas con un gran parque móvil- y permite unir fuerzas junto con la Administración General del Estado en la necesidad de que los fabricantes empiecen a suprimir los vehículos diésel de su cadena de productiva”. 

El concejal apunta que la capital tinerfeña no tiene los problemas de las grandes urbes europeas en cuanto al dióxido de nitrógeno (NO2), pero comparativamente sí que tiene índices superiores a los de otras ciudades semejantes, como Las Palmas de Gran Canaria.

Entre los protocolos aplicados por Madrid, Londres, Paris, Berlín y Atenas, entre otras capitales, contra el diésel está la limitación de entrada de estos vehículos en el centro urbano o cobrar por el acceso, se plantean la posibilidad de prohibir la circulación completamente o de forma parcial en función del año de fabricación de los coches. Estas medidas responden a los altos grados de contaminación atmosférica que generan al emitir grandes niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) y otras partículas en suspensión.

La Organización Mundial de la Salud ha señalado, además, que la polución generada por el motor diésel es más nociva, al ser más pesada y caer antes al suelo. Comparativamente, los índices apuntan a que la contaminación generada por el vehículo diésel cuadruplica la causada por los que funcionan con gasolina, según el estudio Calidad del aire urbano, salud y tráfico rodado elaborado por el Institut de Ciènces de la Terra Jaume Almera del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El caso es más grave con los vehículos diésel fabricados antes de 1990, puesto que los desarrollados después poseen una mejor tecnología que ha permitido reducir significativamente las emisiones.

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