Sí se puede rechaza la decisión de convertir el campo de tiro de Pájara como de interés para la defensa n
Los ecosocialistas consideran que esta decisión se enmarca en la “cadena de agresiones” que está lanzando el Gobierno estatal contra las Islas
Sí se puede rechaza la decisión de convertir el campo de tiro de Pájara como de interés para la defensa nacional
Los ecosocialistas consideran que esta decisión se enmarca en la “cadena de agresiones” que está lanzando el Gobierno estatal contra las Islas
La decisión tomada en el Consejo de Ministros, celebrado el pasado viernes, para declarar como zona de interés para la defensa nacional el Campo de Tiro y Maniobras de Pájara es para Domingo Garí, portavoz de Sí se puede, una nueva agresión contra la voluntad expresada por decenas de instituciones y organizaciones de las Islas.
El campo de tiro de Pájara es un espacio de cerca de 47 millones de metros cuadrados en la península de Jandía, en Fuerteventura, que fueron, en su mayor parte, expropiadas por el Gobierno central, en diciembre de 1976, al Ayuntamiento de Pájara. Está localizado entre tres espacios naturales protegidos que, a su vez, son Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA): el Parque Rural de Betancuria, el Monumento Natural Montaña Cardón y el Parque Natural de Jandía. Esta zona ha sido usada como lugar para la realización de maniobras militares de todo tipo, incluidas las de la OTAN, como las desarrolladas en el año 2005. La intención del Real Decreto es la de "preservar la instalación militar de cualquier actuación que pudiera afectarla y permitir las actuaciones de infraestructura relacionadas con las actividades de instrucción y adiestramiento que en el mencionado campo deben desarrollarse".
Garí afirma que no es casual que sea ahora cuando se quiera blindar esta zona para uso del ejército español, al igual que se ha hecho con la montaña de La Muda. El portavoz de izquierdas afirma que ahora, al igual que en 1976 con el conflicto saharaui, “la situación geoestratégica de Canarias y los posibles hidrocarburos existentes en aguas cercanas están claramente ligados a la inestabilidad política y al espectro de la guerra”. En su opinión “esto ha convertido a Lanzarote y Fuerteventura en un punto de especial interés para el Ministerio de Defensa, en contra de la voluntad de sus instituciones y habitantes”.
En Sí se puede rechazan frontalmente esta decisión, ya que apuestan por convertir a Canarias en un territorio de paz y neutralidad activa. Van a exigir al Gobierno estatal que escuche la voz de la ciudadanía, la misma ciudadanía que en el año 1986 dijo no a la OTAN. Consideran que manteniendo esta actividad en la Isla se afecta al ecosistema de la zona, perjudicando a la propuesta de un futuro Parque Nacional de Zonas Áridas, se pone en riesgo el patrimonio cultural del municipio y se incide negativamente en las posibilidades turísticas de Fuerteventura.