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sábado, 20 de abril de 2024 09:50h.

Unión Socialistas ante el no de las clases populares británicas a seguir en la Unión Europea

 

socialistasEl no significa la victoria de las personas que han visto que sus aspiraciones de mayor bienestar, de un estado más social y de protección de sus derechos no se han visto satisfechas por la UE, que al revés a contrariado sus aspiraciones; además ha decidido darle un bofetón a un gobierno conservador que sido tan duro con los recortes, como clasista en su percepción y ejecución de políticas públicas. Las clases trabajadoras y gran parte de los y las votantes laboristas han votado no a la permanencia. Esto desmonta la tesis interesada en España de que la victoria ha sido del racismo y la extrema derecha; esto es falso.

Unión Socialistas ante el no de las clases populares británicas a seguir en la Unión Europea

El no significa la victoria de las personas que han visto que sus aspiraciones de mayor bienestar, de un estado más social y de protección de sus derechos no se han visto satisfechas por la UE, que al revés a contrariado sus aspiraciones; además ha decidido darle un bofetón a un gobierno conservador que sido tan duro con los recortes, como clasista en su percepción y ejecución de políticas públicas. Las clases trabajadoras y gran parte de los y las votantes laboristas han votado no a la permanencia. Esto desmonta la tesis interesada en España de que la victoria ha sido del racismo y la extrema derecha; esto es falso.

La lucha de clases en Gran Bretaña ha jugado y mucho en este resultado. Por eso, a pesar de que sectores de la izquierda del laborismo han estado luchando contra la permanencia en la UE, la dirección no ha estado con su electorado mayoritario y fruto de la razón de estado, que no del interés popular ha estado en posición contraria. Si bien en el laborismo, pesa mucho el pensamiento euroescéptico del que también participa su líder Corbyn. Jeremy Corbyn debe convertirse en el gran líder del socialismo europeo y encabezar una revuelta contra la Europa de los mercaderes, los mercados, las grandes multinacionales y los bancos privados.

Esta UE no puede continuar. Pero además es denunciable el europeísmo de las izquierdas institucionales y parlamentarias –Todas, excepto el Partido Socialista de los Países Bajos- que han sucumbido a los cantos de sirena del capitalismo europeo y del reforzamiento de una burguesía europea autóctona. Imposible de crear cuando el camino de los poderosos es el TTIP, el TISA y el CETA.

El plan B para Europa ya no tiene sentido. La clase obrera británica lo ha hecho estallar también. Hace falta un plan C y este pasa en primer lugar por cambiar el estatuto del Banco Central Europeo y de todos los bancos centrales europeos sujetándolos a control democrático por sus respectivos parlamentos. Basta ya de poder de los tecnócratas neoliberales y de la burocracia de Bruselas que solo responde a intereses privados.

Las y los socialistas democráticos europeos, hemos de enfrentarnos a las tesis socioliberales –que ya contagian a fuerzas transformadoras- y al servilismo a los poderosos y crear otra Europa social.

Las clases populares europeas y el campesinado europeos deben volver a confiar en el socialismo democrático y el ecosocialismo y dejar de mirar  a la extrema derecha populista y patriotera. Pero para eso debemos estar con las que sufren y hacer pedagogía. Lucha política propia e independiente de los poderes y de la razón de estado. Política de clase y fidelidad a la ideas. Una Europa muy diferente es necesaria y ya.

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