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sábado, 20 de abril de 2024 03:45h.

al contrario de lo que afirma la comisión europea y el propio gobierno si estamos ante un rescate

Las contrapartidas a pagar por ciudadanas y ciudadanos a cambio de los fondos UE para la recuperación económica (I) - por Carlos Martinez,

 

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Las contrapartidas a pagar por ciudadanas y ciudadanos a cambio de los fondos UE para la recuperación económica (I) - por Carlos Martinez, miembro del Consejo Científico de Attac y secretario general del Partido Socialista (PSLF) 

 

Todo lo que se hace desde la opacidad es porque a alguien o a muchas y muchos perjudica. Los 170.000 millones de € que entre la Unión Europea y el estado van a destinar a un fondo para la recuperación económica y reorganización de la economía en el reino de España se han negociado con la Unión, los bancos y poderes financieros al margen de un debate público y eso que van mucho más allá de ser una mera inyección económica a sectores de la economía castigados por la crisis pandémica y el empleo en consecuencia.

Esto es lo que se nos vende. Siendo cierto que muchos sectores de la economía necesitan apoyo y las clases populares y trabajadoras más, lo cierto es que el ya famoso fondo de resiliencia económica no es solo eso. Es una reordenación a nivel europeo del capitalismo muy perjudicado desde la crisis del 2008 y plantea un cambio de modelo económico y de gestión, es decir un cambio de las formas de expropiación de lo público y del trabajo, por el capitalismo.

Ya lo hemos escrito y nadie nos ha desmentido, el decreto ley que  vehiculiza y organiza los fondos de recuperación ha sido redactado por despachos privados que gestionan los intereses de grandes empresas y fortunas. No negociados ni siquiera con los sindicatos amigos, pero si con la gran patronal, la que de verdad manda sobre la CEOE y sectores del gobierno y toda la oposición derechista.

Es por tanto muy difícil dar datos ciertos más allá de impresiones o bien de un buceo muy difícil buscando datos y notas tanto de economistas como de buenos artículos y el propio BOE de sobre los pros y los contras, también los pros. Hace falta inyección económica, sí, pero para qué y para quienes. Se están preparando ya los entes de distribución y en ellos aparecen consorcios privados, empresas privadas y la sospecha no desmentida de que las grandes corporaciones se van a repartir la parte del león.

En primer lugar y al contrario de lo que afirma la comisión europea y el propio gobierno si estamos ante un rescate, es decir fondos públicos para salvar los negocios capitalistas, y sobre todo de las grandes empresas. Como todo rescate y al contrario de lo que afirma la comisión europea y los comisarios del ramo, sí que hay contrapartidas, no solo el fuerte endeudamiento público para soportar las quiebras privadas y volverlas a poner en pie, eso sí siempre que no sean pymes, sino las “reformas” que se exigen en el sistema público de pensiones, no concretadas aunque el ministro gris y siniestro representante de la ortodoxia Escrivá ya metió la pata y adelanto algo. La sostenibilidad de las pensiones pasa por reducirlas y endurecer las condiciones para acceder a ellas que no garantizarlas por el principio de la justicia redistributiva y los presupuestos. Por supuesto no derogar la reforma laboral más allá de algunos puntos muy concretos de ella como aspectos de la negociación colectiva y reducción de tipos de contratos. Sabemos gracias a las malas caras de la mujer de negro en el reino de España, Nadia Calviño que de derogación real de la reforma laboral nada de nada. Sabemos que se exige de España un mayor esfuerzo fiscal es decir más impuestos pero tal y como la dicharachera Montero ya ha avanzado con subidas de impuestos, pero sobre todo en los que las clases populares pagan como el IVA y similares. que no a las grandes fortunas o al beneficio empresarial.

Finalmente todo se deja para el 2024 o 2025 al objeto de tranquilizar las aguas. Lo cierto es que el gobierno de coalición y el PSOE de Sánchez de forma muy decisiva están contribuyendo a reforzar el capitalismo patrio, el multinacional y el poder patronal, contribuyendo sin ningún contrapeso al simplemente gobernar para los grandes capitales.

Veamos, afirmábamos antes que estamos ante una nueva forma de reestructuración capitalista, un nuevo capitalismo que va a controlar todo lo público gracias a un paradigma que la Unión Europea lleva años imponiendo y que ahora por fin va a lograr imponer pues la UE es un gran tinglado de ideología neoliberal y un mercado común, la colaboración público-privada. Es decir inversiones públicas financiadas y ejecutadas por empresas privadas que hasta ahora ha sido un foco de corrupción fomentado hinchar los precios de la obra pública o la gestión de aguas o la prestación de servicios públicos. Con la pandemia del Covid19 hemos puesto toda nuestra energía y falta hacía en la sanidad y como mucho en la educación, pero hemos olvidado el agua, la energía o el transporte, también la movilidad. Hemos creído que se iba a frenar la economía del carbono, pero nada de esto es cierto. En realidad las nuevas energías como el viento o el sol son nichos de negocio privado y privatizado. El capitalismo verde es el nuevo credo.

La digitalización es buena y positiva, sobre todo para hacer llegar la comunicación rápida al mundo rural y a más de media España abandonada a su suerte ¿Pero la digitalización supone despedir a miles de empleadas de la banca y el comercio? No es que me niegue al progreso, pero ¿Quién controla digitalización y las condiciones de trabajo de empleadas y empleados digitales? Porque se habla de nuevos empleos, sin concretar y ver la realidad de nada más y nada menos que un nuevo modelo laboral, nuevas formas de explotación. Estas son las preguntas que se debe hacer una persona socialista.

Lo que se está produciendo es una grandísima concentración empresarial y una búsqueda de beneficios a cualquier precio por parte de unas grandes empresas algunas de ellas muy endeudadas y/o que no ganan lo suficiente según ellos. Por eso estamos ante un rescate con toda la cuerda dada.

El gran problema es que las izquierdas oficialistas no tienen más alternativa que salvar el capitalismo y luchar por el capitalismo, por qué no se atreven ni quieren plantear un modelo alternativo de economía más social, ecológica y que abandone la producción ligada al carbono. El oficialismo está liquidando la izquierda al no defender no ya el socialismo, sino la democracia y la redistribución de la riqueza y la democracia no se frenan en la puerta de la oficina, el centro comercial o el taller.

Seguimos la semana próxima con datos e inversión del rescate por sectores, pero en esto no renuncio a señalar que la Unión Europea ha vuelto en Bruselas a ordenar cuales son los sectores económicos a desarrollar en el reino de España y que nuevamente nos envían al apartado de servicios y turismo con alguna migaja industrial.           

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Carlos Martínez

CARLOS MARTÍNEZ PSLF

 

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