Manuel Marrero (STEC-IC): “Las editoriales de libros de texto mercadean con los centros educativos y con las AMPAS porque buscan el mayor margen de beneficios”
Lo que las familias tienen que exigir es que la enseñanza sea totalmente pública, gratuita y de calidad,
Manuel Marrero (STEC-IC): “Las editoriales de libros de texto mercadean con los centros educativos y con las AMPAS porque buscan el mayor margen de beneficios”
Lo que las familias tienen que exigir es que la enseñanza sea totalmente pública, gratuita y de calidad, dijo
SB-Noticias.- Manuel Marrero Morales, miembro del secretariado nacional de Intersindical Canaria, cree que se está produciendo un falso debate sobre la gratuidad de los libros de texto para los alumnos en el que se enfrentan libreros y asociaciones de padres cuando a quien habría que dirigir la batalla es contra los gobiernos que están imponiendo políticas que van en contra de los intereses generales de las sociedades.
El sindicalista dijo que está claro que las editoriales están creadas para hacer negocio con la Cultura, en este caso con la propia enseñanza a través de los libros de texto que usan los alumnos, pero también debe estar claro que nos encontramos con un Gobierno estatal que encarece el producto cultural, ya sea una película, un disco o un libro, a través del elevado impuesto que han puesto en marcha.
“Está claro que las editoriales de libros de texto mercadean con los centros educativos, con las AMPAS y con todo aquel que les compre, porque lo que les interesa y les mueve es vender cuando más mejor” dijo Marrero, quien llama la atención igualmente sobre el hecho de que sus representantes son al fin y al cabo comisionistas de lo que pueden lograr vender, “de ahí que quieran vender muchos libros sin tener en cuenta ningún otro criterio que el beneficio propio”.
El dirigente de STEC-IC advierte que cuando sucede esto chocan los intereses con los libreros, no en vano hablamos de que estos comisionistas de las editoriales de los libros de texto no están pagando impuestos por establecer ese paso comercial entre el cliente último, es decir el padre de familia, y la propia empresa editorial, mientras que las librerías de todas las localidades de las islas pagan sus impuestos religiosamente y son verdaderos intermediarios de la Cultura y la Educación.
Desde su punto de vista, el mal de esta situación está en que estas editoriales lo que buscan es tener un margen de beneficios muy grande, por eso se atreven a realizar el mercadeo y la venta en los centros educativos, sabedores de que al final, con la actual crisis, las familias lo que buscan es ahorrarse un poco de dinero, de ahí que accedan a este tipo de comercio injusto.
Lo que la comunidad educativa, entre ella los padres, tiene que exigir es que la enseñanza sea totalmente pública, gratuita y de calidad, dijo Manuel Marrero, quien entiende que no solo los libros de texto, sino también los materiales escolares y curriculares tengan alternativas viables como ocurre en materia farmacéutica con los medicamentos genéricos.
Afirma que las administraciones deberían exigir a las editoriales que adecuen sus libros de textos y materiales escolares, con un máximo de calidad, y con unos precios máximos fijados, con lo que se conseguiría que no se especulara con estos productos y que los intermediarios siguieran siendo las librerías, “pero si lo quieren hacer las AMPAS, deberían darse de alta y pagar los impuestos correspondientes”.
Manuel Marrero insiste en que en este conflicto de intereses hay que clarificar la posición de qué papel juega cada cual en la sociedad, porque al final a la ciudadanía lo que le interesa es que el servicio público de la Educación sea público, gratuito y de calidad.