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lunes, 29 de abril de 2024 10:59h.

Movilización del 18N en Tenerife, por una Sanidad Pública de calidad - por Arturo Borges Álamo

 

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Movilización del 18N en Tenerife, por una Sanidad Pública de calidad

Arturo Borges Álamo, médico, secretario de ADSPC 

Constituyó un anticipo de inevitables y futuras movilizaciones en todas y cada una de las islas para que la sanidad que administra el Gobierno de Canarias atienda debidamente las necesidades del pueblo canario.

El pasado 18 de noviembre Tenerife tomó la delantera en el inicio de lo que sin duda tendrá que ser una respuesta de absoluta contundencia por parte del conjunto de la población canaria si en los meses venideros, empezando por las necesarias partidas presupuestarias finalistas para 2024 a aprobar en el mes de diciembre de 2023, el Gobierno de Canarias no sienta unas bases suficientes a favor de una Sanidad Pública digna y de calidad.

Tienen mucho que ver estas exigencias con el déficit histórico de infraestructuras y personal que se padece en Canarias desde las transferencias sanitarias en 1994 y luego con la descuidada inversión y pésima gestión desde entonces. Además, se precisa el correspondiente ajuste del modelo de financiación a las nuevas variables demográficas y especificidades de un territorio insular y fragmentado que determinan el gasto sanitario en Canarias.

En el marco de un atasco hospitalario general, la población canaria es la que más tiempo espera de media para una operación quirúrgica a cargo de la sanidad pública: 153 días de media (cinco meses), casi un mes y medio más que en el resto del Estado español (112 días). La mayor lista de espera quirúrgica del archipiélago es la del Hospital Universitario de Canarias (HUC) en Tenerife, con 11.738 personas, el 35,4% de las cuales llevan más de seis meses esperando pasar por quirófano. En segundo lugar, el Hospital de La Candelaria, también en Tenerife, con 7.147 personas, y luego el hospital Insular de Gran Canaria, con 6.995 pacientes. La espera media más alta para una intervención la registra el HUC con 205 días (cerca de siete meses). La siguiente demora más prolongada la sufren los pacientes del Hospital Insular en Gran Canaria, con 151 días (casi cinco meses) y el tercer lugar lo ocupa el Hospital General de La Palma, con una espera media de 147 días.

En relación con las listas de espera, es fundamental abordarlas mediante un plan estratégico participativo donde la profesionalización de la gestión, la mejora de la financiación y el fortalecimiento del sector público, frente al sistema de conciertos con el sector privado, deben ser pilares básicos.

Se propone además la creación de un Observatorio de las listas de espera que podría estar constituido por una Comisión Parlamentaria con todos los grupos del Parlamento en la que estén también, además de representaciones de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias (ADSPC) y de otros colectivos que defiendan la Sanidad Pública, las Asociaciones y plataformas de pacientes y familiares. Este observatorio deberá tener información periódica, al menos mensualmente, de todos los datos referidos al número de personas en las distintas listas de espera, por islas, por centros, por patologías y por especialidades.

Un tercio de las listas de espera actuales de toda Canarias tienen que ver de modo directo con la situación del HUC que presenta la relación personal/población atendida más baja de los 4 grandes hospitales de Canarias y tiene el presupuesto más bajo de los 4 grandes hospitales. Cabe señalar que las infraestructuras del HUC (instalaciones eléctricas, laboratorios, farmacia, cocina, aislamiento térmico y acústico, etc.) siguen pendientes de adecuación año tras año y que presenta una mayor obsolescencia de aparataje y equipos que los otros hospitales.

Para completar la valoración de la especificidad de la asistencia sanitaria en Tenerife es absolutamente necesario tener en cuenta la marcada diferencia que existe entre el área Sur, competencia de La Candelaria y el área Norte competencia del HUC. Por ejemplo, en cuanto a los cuidados paliativos, cabe decir que en Tenerife funcionan en el área Sur, tratándose además de una unidad que ya cumplió 25 años y tiene prestigio, aunque falta la implementación de los cuidados paliativos a domicilio. Sin embargo, otra cosa es el área Norte y todo lo que depende del HUC que es el único hospital de Canarias en el que no hay Unidad de Cuidados Paliativos, ni camas ni facultativos de paliativos, lo que se traduce también en que Canarias esté a la cola en estos cuidados en el conjunto del Estado. También, podría contemplarse como alternativa la ampliación, en recursos materiales y personal, de la única unidad de paliativos realmente existente en Tenerife adquiriendo ésta, por tanto, carácter insular.

La importante deficiencia del área Norte y todo lo que depende del HUC afecta no solo a residentes del norte e isla baja (como se conoce a la comarca noroeste) de Tenerife sino también de la isla de La Palma. Por otro lado, no son auténticos hospitales resolutivos de segundo nivel los del Sur y del Norte ya que no pasan de ser simples CAEs, Centros de Atención Especializada. Así mismo, son  fundamentales las reformas de la Atención Primaria con mejoras en personal e infraestructuras en los Centros de Salud, ajustadas a las nuevas variables demográficas y especificidades de cada isla.

El anunciado incremento de un 15,2% (576 millones más que en 2023 que proceden de fondos autonómicos, estatales y de la UE) en el presupuesto de Sanidad para 2024 debe acompañarse de un cambio en el modelo de gestión, que evite que los fondos públicos en vez de ser finalistas, es decir, con partidas destinadas a cubrir con la Sanidad Pública las necesidades específicas que se señalan, continúen fluyendo hacia las cuentas corrientes de la sanidad privada, como ocurre con el sistema de conciertos y otras formas nefastas de gestión que impiden que la Sanidad Pública sea autosuficiente en recursos materiales y de personal.

En el capítulo presupuestario hay que priorizar, fundamentalmente, en Atención Primaria (que precisa un mínimo efectivo, sin desviaciones, en los dispositivos asistenciales públicos del 25% del presupuesto sanitario) y en Salud Pública (que del escasísimo 0,83 %, previsto en el presupuesto 2024, debe experimentar un notable incremento). De igual forma, se debe cumplir con la necesidad de un Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia 100% público. Por todo ello, hay que continuar exigiendo al Gobierno de Canarias que en el citado presupuesto para 2024 de la Comunidad Autónoma de Canarias se especifiquen las partidas finalistas para la Sanidad Pública que reclamamos en todo lo apuntado.

Finalmente, aunque hay que insistir en todas estas reivindicaciones y en la movilización para lograrlas, no basta con convocar “desde arriba”, por mucho que empapelemos la isla, hay que convocar “desde abajo”, trabajando mediante encuentros, charlas, etc. por pueblos y barrios. Eso es lo que hay que hacer a partir de ahora mismo. Básicamente, potenciar la organización para mejorar la movilización popular. Lo primero la organizaciónluego los objetivos solo se podrán concretar con una potente movilización, en toda Canarias, de modo que nuestras demandas y propuestas puedan ser la base para que en el Parlamento de Canarias se establezca un acuerdo o “Pacto por la Salud y la Sanidad Pública” que deje sentadas, para siempre, las bases que las garanticen, ¡gobierne quien gobierne!.

* Gracias a Arturo Borges. Publicado originalmente en HOJAS DE DEBATE

https://hojasdebate.es/sanidad/movilizacion-18n-tenerife-sanidad-publica-de-calidad/

ARTURO BORGES ÁLAMO
ARTURO BORGES ÁLAMO
HOJAS DE DEBATE En La casa de mi tía con autorización
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mancheta 23 de octubre