Buscar
sábado, 27 de abril de 2024 00:00h.

A 45 años del asesinato de Javier Fernández Quesada, ni olvido ni perdón, la lucha sigue - por Manuel de la Rosa Hernández

FR J Q M D L R

 

JAVIER QUESADA 2

A 45 años del asesinato de Javier Fernández Quesada, ni olvido ni perdón, la lucha sigue - por Manuel de la Rosa Hernández *

El 12 de diciembre de 1977 irrumpía en el campus central de la Universidad de La Laguna disparando la guardia civil, caía asesinado en las escalinatas frente a la fachada del edificio central el estudiante Javier Fernández Quesada. Los hechos fueron ampliamente documentados. Se estableció una comisión de investigación, pero el crimen quedó impune. 

JAVIER QUESADA 3
JAVIER QUESADA 3

Aquel 12 de diciembre de 1977 fue asesinado por la guardia civil, en las escalinatas del edificio principal de la Universidad de La Laguna el joven grancanario, de 22 años, Javier Fernández Quesada, estudiante de 2º de Biológicas. Javier Fernández Quesada, estudiante canario de biología de la Universidad de La Laguna, nacido en la isla de Gran Canaria en el año 1955 murió el 12 de diciembre de 1977 a la edad de veintidós años, en las puertas del Paraninfo de la Universidad de La Laguna por disparos de un Guardia Civil durante una protesta estudiantil en apoyo de las reivindicaciones de la huelga general llevada a cabo por los sectores obreros de  Guas Interurbanas que luego pasó a denominarse Transportes Interurbanos de Tenerife (TITSA); del sector tabacalero y del sector del frío y convocada por la Confederación Canaria de Trabajadores, la ATTyD, el FASOU agrupados en lo que se denominó Asamblea de Sectores en Lucha, convocaron una huelga general de solidaridad el 12 de diciembre. Al llamamiento se sumaron el Sindicato Obrero Canario y la Liga Comunista.

El 12 de diciembre de 1977 estaba convocada una huelga laboral de sectores en lucha en Tenerife a la que se había sumado el estudiantado de la Universidad de La Laguna que paraliza la actividad académica y se suma a los piquetes y a la movilización en la calle en esa jornada de lucha. En aquellos momentos se llevaban a cabo los Pactos de a Moncloa por los que el sindicalismo pactista había asumido la moderación salarial firmando acuerdos salariales por debajo de la subida oficial del IPC. Se impone el pacto social de no subir los salarios, defendían en los hechos que los empresarios no perdieran su tasa de ganancias. Los sectores en lucha y los sindicatos que impulsaban la lucha se hab´´ian desmarcado de los referidos Pactos de la Moncloa y luchaban por la recuperación del poder adquisitivo de los salarios.

Era un momento de auge de las luchas obreras y populares, apoyadas por movilizaciones estudiantiles. Transportes de Tenerife, S.L, propiedad, Leoncio Oramas, estaban en huelga desde el 13 de octubre, luchando por la consecución de una empresa pública para el transporte interurbano en la isla, por garantizar el futuro laboral de todos los trabajadores y por el cumplimiento de los pactos y promesas incumplidos por los Oramas, a la que se unieron los de Tabacos y Frío (Frigoríficos)

Los 4.000 trabajadores de 15 empresas del Tabaco que había por aquel entonces, en huelga desde el día 14 de noviembre, se rebelaban contra los salarios de miseria, al tiempo que se enfrentaban a un proceso de reestructuración impuesto por el monopolio español de Tabacalera, que pretendía introducirse en el accionariado de las empresas canarias. Esta huelga acabó días después, con la imposición de un Laudo de Obligado Cumplimiento en el que se aplicó en lo salarial los nefastos Pactos de la Moncloa. Los obreros del Frío se encontraban en una larga y dura huelga que, entre otras, reivindicaban la readmisión de más de 100 compañeros despedidos.

JAVIER QUESADA 2

Aquellos luctuosos hechos quedaron sin esclarecerse, oficialmente a pesar de contarse con la declaración de testigos presenciales. La jurisdicción ordinaria se inhibió en favor de la jurisdicción militar, que no hizo nada concluyente, y, la Comisión de las Cortes creada al efecto e integrada por la UCD, PSOE, Coalición Democrática y el PCE, abrió una investigación que de nada sirvió. Muchas son las preguntas que quedaron sin respuesta, entre ellas el papel del Gobernador Civil, Luis Mardones Sevilla, como máximo responsable de las Fuerzas de Orden Público, en relación a quien dio la orden a la Guardia Civil para entrar en la Universidad disparando balas de fuego real. Según Luis Mardones Sevilla, en esos momentos gobernador civil, no estaba demostrado que fuera un guardia civil quien efectuó el disparo.

JAVIER QUESADA

Intersindical Canaria, sindicato donde se agruparon posteriormente aquellos sindicatos convocantes, recuerda que durante la huelga laboral que tuvo lugar en Tenerife aquel 12 de diciembre, siendo las 14,30, horas y tras producirse varios enfrentamientos de trabajadores y estudiantes con la policía, "hizo sorpresivamente su aparición en el campus universitario una veintena de guardias civiles quienes realizaron hasta 200 disparos en todas las direcciones, alcanzando las balas el interior de varias viviendas próximas a la universidad. Uno de los disparos abatió al estudiante de biológicas Javier Fernández quien se encontraba en el pórtico del centro docente, muriendo en el acto tras  atravesarle un proyectil  el corazón". El Sindicato afirma que este crimen de Estado, del que ahora se conmemora el 45 aniversario,  quedó en la absoluta impunidad, y señala como directos responsables políticos a Rodolfo Martín Villa, en ese entonces ministro del Interior de la UCD y  a Luis Mardones Sevilla,  gobernador Civil de Tenerife y luego diputado de Coalición Canaria.  

Los testimonios sobre los hechos fueron numerosos. Uno señala: «Los antidisturbios nos disparaban con balas de goma y botes de humo, nosotros respondíamos tirando piedras. En un momento determinado un grupo atravesó un camión cisterna fuera del campus. La Policía Armada lo quitó y, a partir de aquel momento, remitieron los incidentes. La mayor parte de los estudiantes se marcharon. En ese momento, se produce la retirada de las fuerzas de la Policía Armada e hicieron su aparición un grupo de Guardias Civiles, quienes desde las calles próximas al Campus comenzaron a disparar. Cuatro o cinco de ellos entraron en el Campus, mientras seguían disparando. Se desplegaron frente al edificio principal y, sin que fueran hostigados por nadie, disparaban hacia la fachada principal y hacia uno de los laterales. No dieron aviso alguno, ni disparaban al aire, a veces apuntaban con el arma al hombro. Al principio no pensábamos que fuesen balas de verdad, pero los impactos nos convencieron de la gravedad de la situación».

Otro testigo relata: «Vi como Javier caía tocado de muerte. Yo mismo acudía a recogerle, le introdujimos en la Universidad y le dejamos casi en la misma puerta. Un estudiante de Medicina le examinó y en aquel momento justo expiraba. Los estudiantes gritaron para que la Guardia Civil cesara de disparar y uno de ellos salió con una bandera blanca, pero los disparos continuaban y tuvo que refugiarse en una columna. Siguió agitando el pañuelo y gritando. Cesaron los disparos contra la puerta y apareció otra persona con las manos en alto, que descendió la escalinata como para parlamentar con la Guardia Civil. Varios guardias le golpearon y le pusieron contra la pared, donde ya había otro detenido con las manos en alto. Entretanto continuaban disparando contra la fachada, cuatro estudiantes sacaban a Javier. Mientras los Guardias Civiles se llevaban, otro Guardia seguía disparando en dirección a la calle de la trasera de la Normal. Por fin también se retiró este Guardia sin ser hostigado por nadie».

Además del asesinato de Javier, hubo varios heridos ese día, entre ellos Fernando Jaezurría, de 18 años de edad, estudiante de 1° de Farmacia, con una bala en un brazo. O Nicolás, de 13 años, herido de bala en un hombro mientras observaba desde su colegio los acontecimientos. O los múltiples heridos por los botes de humo y balas de goma, personas, la mayoría de ellas que eran ajenas a los hechos (algunas fueron alcanzadas en sus casas), y los numerosos detenidos y golpeados en las jornadas de luto y de lucha que se sucedieron a continuación.


La figura de Javier Fernández Quesada se convirtió en un símbolo tanto del movimiento estudiantil como del movimiento obrero canario, realizándose homenajes todos los años, en torno a las fechas del 1 de mayo y del 12 de diciembre.

JAVIER QUESADA

* En La casa de mi tía por gentileza de Manuel de la Rosa

MANUEL DE LA ROSA
MANUEL DE LA ROSA
mancheta dic 22