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viernes, 19 de abril de 2024 00:09h.

El capitalismo más cruel y decimonónico impone su ley - por Carlos Martínez

 

FRASE MARTÍNEZ

El capitalismo más cruel y decimonónico impone su ley - por Carlos Martínez, politólogo, secretario general del Partido Socialista Libre Federación PSLF y miembro del Consejo Científico de Attac

 

Estamos viviendo una regresión en los derechos laborales, el salario y la calidad del empleo, terribles. Todas las conquistas históricas del movimiento obrero están siendo eliminadas. Las llamadas nuevas profesiones del sector servicios, las comunicaciones y la logística están sufriendo una transformación de trabajo remunerado en esclavitud sin decencia ni principios por parte de capitalistas, empresarios sin escrúpulos (Una aplastante mayoría. En el caso de medianos y pequeños agobiados por la competencia desleal de las multinacionales y grandes superficies) y gobiernos que miran para otro lado o simplemente protegen a los poderosos y dejan hacer legislando la desregulación laboral.
El mundo del trabajo se ha convertido en una jungla donde solo impera la ley del más fuerte que siempre es el capitalista y el empresario esclavista.

Los sindicatos en muchos casos vendidos y sin fuerza para nada, son incapaces de proteger, defender y organizar a la clase trabajadora que en casi todos los casos ignora lo que es y su fuerza.

Ante esto y fruto de la incultura obrera y el desconocimiento del mundo en que vivimos, embrutecidos por planes de estudio pensados para hacer analfabetos y analfabetas culturales, los desesperados, las violentadas y empobrecidas ya no confían en nadie, hartos de discursos vacíos y de ver que solo los ricos se hacen más ricos e imponen su ley. 

Ante esta miseria moral provocada, las extremas derechas crecen y ofrecen un enemigo fácil de derrotar, el más débil, la más débil, el extranjero oscuro, la chilaba pobre, los de fuera, las mujeres. La extrema derecha, solo garantiza más poder para los ricos y estos como lo saben apoyan a la extrema derecha ¿O acaso VOX no tiene múltiples aportaciones y apoyos empresariales? Como Bolsonaro o Trump. No seamos ingenuos.

Ante esta situación unos imbéciles han inventado lo transversal y predican que no hay ya clase obrera y yo me pregunto ¿Que son las cajeras de supermercado, las kellys, los camareros y camareras, las dependientas de comercio y los comerciales o la gente del teletrabajo sino pura clase obrera aunque no lo sepan?
La culpa es de los partidos obreros que han renunciado a serlo. De los "ciudadanistas" patrióticos, cuando el Trabajo solo es fuerte si está organizado como Trabajo.

El liberalismo verde, el nuevo interclasismo progre no dice que quien destruye el planeta y promueve y va a seguir promoviendo la destrucción de la raza humana es el capitalismo.

Hay por tanto que reemprender la organización. Volver a construir los partidos de la clase trabajadora y levantar nuevamente la esperanza socialista. 

El ejemplo actual del laborismo británico es una esperanza y un ejemplo a pesar de sus dificultades y problemas. A Corbyn incluso tipos que dicen ser socialistas, en realidad jornaleros del capitalismo global, se lo quieren cargar y lo intentarán una mil veces.

Por eso necesitamos partidos que digan lo que son, no que mientan con su nombre y digan alto y claro que quien está fracasando es el capitalismo que hoy ya no obtiene ganancias de la producción sino de robar salarios a sus empleados, poder despedirlos gratis e instaurar un terrorismo capitalista y nada democrático, porque ya no reconocen ni respetan los resultados electorales, menos los derecho humanos de sus empleados o trabajadoras. Por qué no recocer un resultado electoral es dar un golpe de estado y un golpe de estado en Europa es la amenaza, la extorsión a gobiernos y parlamentos y esta se produce a diario.

Por eso hay que decir las cosas claras, ofrecer objetivos concretos organizando a las y los iguales para conseguir la igualdad, el reparto de la riqueza y la democracia en favor de todas y todos. Pero para ello mejor que llenar plazas y vaciarlas a las catorce, veinticuatro o dos horas es construir organización que sea capaz de llenar esas plazas pero durante años seguidos y conseguir avanzar en libertad hacía la justicia y la redistribución, hacía lo público y lo común. Peor no podemos estar con la pandilla de mangantes que domina el mundo.

Dicho esto, no solo escribo y grito desde un ordenador, también actúo y humildemente organizo.

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Carlos Martínez

CARLOS MARTÍNEZ PSLF

 

 

MANCHETA 10