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viernes, 29 de marzo de 2024 08:39h.

Cómo los fondos de inversión conquistaron Europa - por Manuel Gabarre

 

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Cómo los fondos de inversión conquistaron Europa - por Manuel Gabarre *

La compra de hipotecas de familias arruinadas por la crisis de 2008 fue la puerta de entrada de los fondos buitre a Europa con el beneplácito de las instituciones de la Unión. Primera entrega de una investigación transfronteriza que profundiza en el poder de los fondos de inversión en Europa.

 

BYRON MAHER
BYRON MAHER
 

Hace unos diez años la Unión Europea puso una alfombra roja para la irrupción de los fondos buitre en el sector de la vivienda. Lo hizo a través de medidas aparentemente inocuas como la estrategia europea contra las deudas impagadas y mediante la privatización de los bienes rescatados a través de bancos malos como Sareb o el irlandés NAMA. Los grandes beneficiados de esta política fueron los fondos buitre, también conocidos como oportunistas, que han comprado cientos de miles de deudas impagadas a bajo precio.

Con el objetivo de arrojar luz sobre el poder y el funcionamiento opaco de estos actores, El Salto participa en esta investigación sobre deuda y fondos buitre en colaboración con Tagesspiegel Innovation Lab y el proyecto transfronterizo European Cities Investigative Journalism Accelerator, en una continuación de la investigación Cities for Rent que ganó el European Prize Innovation Award de 2022.

En esta primera entrega analizamos cómo los fondos de inversión han utilizado las deudas para convertirse en unos actores políticos y económicos de primer orden. 

Y perdónanos nuestras deudas

El antropólogo David Graeber afirmaba que la deuda tiene un origen religioso que se encuentra en el origen de la civilización. En Egipto y en Mesopotamia los reyes se identificaban con divinidades que tenían la capacidad de mediar ante el resto de los dioses, como era el caso de los faraones. Al igual que sucedía en el valle del Nilo, los sacerdotes de un templo omnipotente organizaban los imperios que se fueron sucediendo entre los ríos Tigris y Éufrates. Estos templos se conocen como zigurats y todavía quedan vestigios de ellos en Iraq.

Cuando un reino de Mesopotamia se expandía conquistando territorios limítrofes el templo imponía un tributo sobre los vencidos. El sumo sacerdote les exigía una reparación por su rebeldía contra los dioses. Así, los sometidos quedaban bajo una deuda eterna con los dioses que les habían perdonado la vida. Para aplacar su cólera, los súbditos debían entregar el tributo que los sacerdotes dictaminasen. Ya fuese su trabajo o bienes como alimentos, ganado y manufacturas.

Debido a su origen religioso, este tributo estaba fundamentado en un pecado que llevaba consigo una deuda eterna. Los sometidos quedaban de esta forma encadenados a una deuda con el templo que no saldarían jamás

Para llevar al día el cumplimiento de los tributos, los sacerdotes del templo crearon una unidad contable que tenía como referencia barras de plata de un peso determinado a la que denominaron siclo. Cada siclo de plata equivalía a una cantidad determinada de otros bienes como trigo y cebada. Los funcionarios del templo utilizaban esta unidad contable para cuantificar lo que las ciudades conquistadas debían al templo. Así es como el cartalismo, que es una teoría económica ampliamente difundida, afirma que surgió el dinero.

Debido a su origen religioso, este tributo estaba fundamentado en un pecado que llevaba consigo una deuda eterna. Los sometidos quedaban de esta forma encadenados a una deuda con el templo que no saldarían jamás. Eran culpables ante los dioses y al mismo tiempo deudores ante el templo. Para David Graeber, esta es la explicación de que la palabra deuda comparta las dos acepciones en la mayor parte de las lenguas europeas. En ellas una deuda no es solamente una obligación económica, sino que también se refiere a conceptos religiosos como la culpa o pecado. El castellano también refrenda esta teoría. Véanse las definiciones de deuda que dio María Moliner en su Diccionario de uso del español:

Obligación en que una persona está de pagar, devolver o dar una cantidad de dinero a otra.

En el Padrenuestro se dice y perdónanos nuestras deudas... Significando faltas o pecados cometidos, por los cuales se está en deuda con Dios.

Quizá por su origen religioso la deuda mantiene una fuerte connotación moral. Fruto de ella es que quien incumple una deuda debe responder con todos sus bienes y el fruto de su trabajo hasta que la salde, sin que las circunstancias bajo las que contrajo esa deuda puedan atenuarla. Es posible que el deudor moroso nunca pueda cancelar la deuda porque los intereses pueden multiplicar su importe en el transcurso de unos pocos años. Este es el caso de muchos impagos provenientes de las compras con tarjeta de crédito. El importe de la deuda se puede duplicar en el transcurso de tres años debido al interés compuesto, ya que recientemente el pleno del Tribunal Supremo ha dictaminado que la banca podía cargar un interés anual del 24% en esas deudas.

El estallido de la burbuja

La crisis hipotecaria desencadenó el mayor abuso sobre los deudores que hemos presenciado en los últimos tiempos. Cientos de miles de personas que no podían pagar su hipoteca perdieron su vivienda. A pesar de que habían entregado todas sus propiedades, muchas personas cayeron en la trampa de una deuda que no dejaba de crecer debido a la magia del interés compuesto. Se trata de una deuda que muchos nunca podrán saldar. Al igual que sucedía en Mesopotamia, a estas personas se las culpabilizó de sus propias desgracias para justificar el abuso sobre ellas. Una fuerte campaña de comunicación trató de persuadir a la sociedad de que se merecían lo que les había pasado porque habían vivido por encima de sus posibilidades.

Sin embargo, sucedía que el sistema de vivienda español empujaba a la gente al endeudamiento hipotecario, en la misma línea de los nuevos avales para la entrada de hipotecas aprobados recientemente. En aquella época la administración subvencionaba fiscalmente el endeudamiento, ponía a disposición una cantidad abundante de viviendas de protección oficial y había crédito para todo el mundo a través las entidades financieras, que en el caso de las cajas de ahorro mantenían fuertes vínculos políticos. Por el contrario, la legislación no proporcionaba una seguridad mínima al inquilino y tampoco había una cantidad relevante de viviendas sociales en alquiler.

A pesar de que habían entregado todas sus propiedades, muchas personas cayeron en la trampa de una deuda que no dejaba de crecer debido a la magia del interés compuesto. Se trata de una deuda que muchos nunca podrán saldar

En un país donde las pensiones de los trabajadores son muy bajas y los alquileres crecen a marchas forzadas, parece razonable tratar de llegar a la jubilación con una vivienda en propiedad. Por supuesto, en el deseo de comprar influye el hecho de adquirir un bien propio que se puede vender o dar en herencia cuando se haya terminado de pagar. Sin embargo, no se consideraron las anteriores circunstancias como atenuantes para aliviar la carga que soportaron las víctimas de la crisis hipotecaria. De esta manera, la propaganda convirtió a las víctimas de un sistema de vivienda injusto en una suerte de infractores contra el orden social que debían expiar sus pecados.

La estrategia europea contra los impagos

A pesar de que las autoridades españolas habían incentivado el endeudamiento, no velaron por los derechos de las personas que habían perdido su casa cuando quedaron desempleadas. La verdadera preocupación de las instituciones españolas y europeas era encontrar la forma de que el sector financiero se lucrase en la situación de crisis que él mismo había creado.

Ese es el contexto donde nació la estrategia europea contra los préstamos impagados. Se trata de una estrategia que abrió de par en par las puertas del sistema de vivienda a los fondos buitre. Se trata de unas entidades que están muy bien conectadas con el poder político. Sin embargo, esa conexión no explica totalmente la influencia de la que gozan. Esta influencia se explica por qué los fondos buitre son la cara visible de un gran negocio financiero donde los fondos de inversiones y la gran banca mundial son quienes mueven los hilos financiando sus operaciones.

Una visión panorámica

La crisis financiera iniciada en 2007 trastornó el mundo de las finanzas. La burbuja de las hipotecas estaba tan inflada que cuando estalló puso a la banca en serias dificultades para subsistir. Como los bancos están ligados entre sí, una cantidad excesiva de impagos supone una amenaza para todo el sistema financiero, puesto que la quiebra de un banco arrastra a los demás. Esto es especialmente peligroso cuando la burbuja es de tipo inmobiliario dado que las hipotecas constituyen la mayor fuente de endeudamiento de la ciudadanía.

El Banco Internacional de Pagos, cuya sede está en la ciudad suiza de Basilea, es algo así como el banco para los bancos centrales. Desempeña un papel clave en el sistema financiero. Entre sus funciones se encuentra actuar como regulador de la banca en todo el mundo y supervisar el cumplimiento de su normativa. Para evitar otra crisis financiera, el Banco Internacional de Pagos estableció un marco regulador más estricto para la concesión de hipotecas conocido como los Acuerdos de Basilea III. Estos acuerdos tienen una gran influencia puesto que, por ejemplo, obligan a que el comprador aporte una entrada mínima del 20% del valor de la vivienda para contratar una hipoteca. Sin embargo, la nueva política de avales públicos para las entradas de quien no puede aportar ese 20% sortea este obstáculo de una manera temeraria.

En un contexto de millones de familias arruinadas y endeudadas nació la estrategia europea contra los préstamos impagados. Se trata de una estrategia que abrió de par en par las puertas del sistema de vivienda a los fondos buitre

La Unión Europea implantó Basilea III a través de directivas y reglamentos. Junto con esta regulación, la Comisión Europea decidió diseñar una estrategia común para limitar los préstamos morosos o impagos en manos de la banca. De este modo, todos los países que son miembros de la Unión se encuentran bajo el mismo marco legal. La existencia de un mercado único es un requisito para que los inversores puedan hacer negocios con facilidad.

Basilea III exigió que los bancos tuviesen una solvencia suficiente para afrontar el riesgo de los préstamos que habían concedido. Debían alcanzar ese nivel antes de 2019. Para asegurar que la banca cumpliese con este requerimiento, Europa creó el Mecanismo Único de Resolución. Esta institución puede iniciar el proceso de disolución de un banco por falta de solvencia. La disolución del Banco Popular que tuvo lugar en el año 2017 es una prueba de su rigor. El Mecanismo Único de Resolución disolvió el banco mejor relacionado con el Opus Dei mientras era ministro de economía Luis de Guindos, que es uno de sus miembros más influyentes de la Obra. Esta decisión drástica dejó claro en el sector financiero que el cumplimiento de Basilea III iba en serio.

Los bancos españoles que tenían dificultades para subsistir se vieron indirectamente obligados a vender sus hipotecas con impagos antes de 2019. En caso contrario, habrían podido ser disueltos. De esto se aprovecharon los fondos buitre

La manera de calcular los riesgos es una parte esencial de Basilea III. Tener préstamos hipotecarios impagados penaliza gravemente el cálculo de la solvencia de un banco y puede llevarlo a la desaparición. Debido a esto, los bancos españoles que tenían dificultades para subsistir se vieron indirectamente obligados a vender sus hipotecas con impagos antes de 2019. En caso contrario, habrían podido ser disueltos.

De ahí que las mayores operaciones de venta de vivienda y de préstamos hipotecarios hayan tenido lugar durante el 2018. Debido a su escasa solvencia, a los bancos no les quedó otra opción que vender los bienes inmobiliarios muy por debajo de su precio. Banco Santander, Caixabank, BBVA y Banco Sabadell vendieron más de 400.000 viviendas a Cerberus, Lone Star y Blackstone en solo seis operaciones que tuvieron lugar entre los años 2015 y 2018.

Con la financiación de Credit Suisse, Blackstone adquirió las deudas de 102.055 personas. Lo hizo a través de la compra de las deudas morosas de Caixa Catalunya. De estos préstamos, 60.660 tenían garantía hipotecaria y el resto tenían garantías personales que abarcaban todos los bienes de los deudores. Estos bienes incluían sus propias viviendas y en algunas ocasiones incluso las de los familiares que habían avalado las deudas. Como Caixa Catalunya había sido nacionalizada, esta operación se cerró entre el Estado y Blackstone. Seguramente esta venta ha sido la mayor fuente de desahucios que ha habido en España. Debido a ella más de 100.000 deudores y sus familias quedaron súbitamente atados a Blackstone.

¿Una privatización encubierta?

De acuerdo con la Comisión Europea, los estados europeos gastaron en torno a dos billones de euros en ayudas al sector financiero entre los años 2008 y 2015. Esta cifra se aproxima al PIB que tuvo Francia aquel año. La estrategia europea se hizo en dos tiempos: en primer lugar, había que rescatar a la banca con dinero público y en segundo lugar había que forzarla a vender sus bienes inmobiliarios. Estos provenían de la quiebra de las promotoras y de los deudores que no podían pagar sus deudas.

Obligados por la normativa europea, Banco Santander, Caixabank, BBVA y Banco Sabadell vendieron a bajo precio más de 400.000 viviendas a Cerberus, Lone Star y Blackstone en solo seis operaciones que tuvieron lugar entre los años 2015 y 2018

Los países que vendieron la mayor cantidad de préstamos impagados son aquellos con menos vivienda social. Dado que los préstamos estaban avalados por viviendas, solares o edificios, estos países podrían haber optado por iniciar la creación de un parque de vivienda social equiparable al de países como Francia o Austria. Sin embargo, decidieron vender los bienes que el Estado había financiado a través del rescate a la banca. o mediante entidades financiadas con dinero público como Sareb y el banco malo irlandés, NAMA. Son dos entidades extraordinariamente similares fruto de que fueron diseñadas en un nivel internacional.

¿Quiénes compraron estos créditos?

La entrada en vigor de Basilea III en el año 2013 provocó que los bancos tuviesen que vender sus bienes inmobiliarios en un periodo de cinco años. La banca optó por vender la mayor parte de estos bienes en enormes paquetes para evitar la dificultad de venderlos de manera minorista. Además, si la banca hubiese vendido precipitadamente los centenares de miles de viviendas que acumulaba probablemente se habría derrumbado el precio de la vivienda.

Debido a estas circunstancias los fondos buitre estaban ante una gran oportunidad de hacer un gran negocio en Europa mediante la compra de estos préstamos con problemas en el pago y los bienes inmobiliarios provenientes de la crisis. De esta forma los fondos buitre compraron en toda Europa préstamos valorados en un billón de euros, una cantidad cercana al PIB de España en el 2015.

¿Qué son los fondos buitre?

La socióloga Saskia Sassen afirma que la naturaleza de los fondos oportunistas o buitre es extractivista. El negocio de estos fondos tiene que ver más con la explotación de una mina, cuyos dueños abandonarán cuando se agote la veta del mineral, que con el negocio de un banco cuya vinculación con el territorio se remonta a varias generaciones. Los fondos tampoco tienen una forma legal específica. Por ejemplo, Cerberus y Lone Star son sociedades limitadas, pero Blackstone, KKR y BlackRock son sociedades anónimas cotizadas en bolsa.

Los ejecutivos de Wall Street crearon la mayor parte de los fondos buitre en torno a los años 90. Estos fondos invirtieron por primera vez en Europa durante la gran privatización de viviendas públicas que tuvo lugar en Alemania entre los años 2001 y 2005. Las administraciones alemanas vendieron decenas de miles de viviendas públicas y de viviendas de las antiguas empresas públicas como la compañía nacional de ferrocarriles o la energética E.ON. Los fondos americanos aprovecharon la oportunidad comprando las viviendas por precios de remate.

Los fondos buitre compraron en toda Europa préstamos hipotecarios valorados en un billón de euros, una cantidad cercana al PIB de España en el 2015

Por ejemplo, Cerberus y Goldman Sachs compraron 66.000 viviendas del Estado de Berlín por una media de menos de 32.000 euros cada vivienda. Ahora valen varias veces más. La antigua compañía pública de viviendas en alquiler fue finalmente adquirida por la inmobiliaria Deutsche Wohnen. Por este motivo, el referéndum sobre la expropiación de viviendas de grandes tenedores en Berlín tenía el lema de Expropiar Deutsche Wohnen & co. El 59% de los berlineses votaron a favor de esta medida que pretendía expropiar 243.000 viviendas de grandes inmobiliarias financieras.

Cuando cerraron con éxito sus negocios en Alemania, los fondos buitre pusieron sus ojos sobre la privatización encubierta de cientos de miles viviendas que se avecinaba en países como España, Italia, Reino Unido, Grecia e Irlanda.

¿De dónde sacan tanto dinero?

Los fondos de inversión son empresas financieras que forman parte de la banca en la sombra o shadow banking. No les afecta ninguna regulación porque operan desde paraísos fiscales. Tampoco entran dentro de la competencia del Banco Internacional de Pagos de Basilea. De este modo, pueden endeudarse de manera ilimitada. Conviene recordar que los fondos de inversión oportunista no tienen la intención de convertirse en empresas inmobiliarias, sino que pretenden obtener el mayor beneficio en el menor plazo posible. Tratan de comprar barato y vender por un precio más alto en un plazo que no suele superar los cinco años.

Para lograr sus objetivos se endeudan con los fondos de pensiones, con los fondos soberanos de los países petroleros y con los gestores de grandes patrimonios personales. En Estados Unidos las pensiones están privatizadas, por lo que los gestores de fondos tienen una gran capacidad de inversión.

El sistema funciona de la siguiente manera: un fondo, supongamos Blackstone, crea un fondo en un paraíso fiscal. Promete una rentabilidad a los inversores del fondo, así como devolverles lo invertido en un plazo de cinco años. Durante el transcurso de ese periodo de tiempo los inversores se desentienden del destino de su dinero mientras Blackstone lo invierte donde considere que puede obtener el mayor beneficio.

Sin embargo, los bancos son quienes juegan el papel más importante en este negocio. Detrás de las inversiones de los fondos buitre se encuentra la gran banca internacional. En los siguientes artículos veremos que los grandes bancos como JP Morgan, Bank of America, Credit Suisse y Deutsche Bank fueron quienes financiaron el 80% del importe de las compras de los fondos buitre en España. De ahí proviene buena parte de su influencia política.

El zigurat

El mundo financiero está muy jerarquizado. Se asemeja a una pirámide en cuyo vértice se encuentran los bancos centrales. El poder de los grandes bancos centrales como el Banco de Inglaterra, el Banco Central Europeo y la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) proviene de que pueden crear dinero de la nada. En particular, la FED puede crear dólares de manera casi infinita pues el valor del dólar nunca se deteriora. El valor del dólar siempre se mantiene a flote porque Estados Unidos exige al resto del mundo que el petróleo se venda y se compre en dólares. Debido a la dependencia que tenemos de este combustible, todos los países tienen que comprar dólares para que sus máquinas puedan funcionar. Así, el dólar nunca pierde su valor por más que Estados Unidos importe mucho más de lo que exporta y presente cada año un gran déficit en sus cuentas públicas.

Durante la última década los bancos centrales han prestado a la banca ingentes cantidades de dinero sin cobrar intereses. Los objetivos eran que la banca sanease sus cuentas maltrechas y que fomentase la actividad económica mediante el crédito. Sin embargo, la banca prestó parte de ese dinero a los fondos buitre que realizan inversiones alejadas de la economía productiva.

En realidad, el sistema financiero pudo adquirir los bienes presentes y futuros de millones de personas endeudadas gracias a su privilegio de crear dinero de la nada. Un privilegio que en el caso de Wall Street no tiene límites. De ahí que la mayor parte de los fondos buitre tenga su sede en Nueva York. Los sacerdotes ya no ofician en zigurats para acumular tributos ni invocan a dioses ancestrales para dominar a sus súbditos. Hoy les basta con despachar en rascacielos con cristales tintados.

 

Una investigación transfonteriza.

Este artículo se publica como parte del proyecto transfronterizo European Cities Investigative Journalism Accelerator (ECIJA), una red de reporteros, periodistas de datos y expertos en visualización que investigan los desafíos comunes a los que se enfrentan las principales ciudades y países europeos. La iniciativa es una continuación de la investigación transfronteriza Cities for Rent y está financiada por el programa Stars4Media y Journalismfund Europe.Medios asociados: Tagesspiegel (Alemania), Deník Referendum (República Checa), Reporters United (Grecia), IRPI (Italia), Dublin Inquirer (Irlanda), Apache (Bélgica), Telex (Hungría), Gazeta Wyborcza (Polonia), El País (España), Aktuality (Eslovaquia), ORF (Austria), E24 (Noruega), Information (Dinamarca), Mediapart (Francia), Arena for Journalism in Europe. El Salto participa como colaborador de la investigación Ghost debts: The shadow financial system making money with unpaid loans.

 

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* Gracias a Manuel Gabarre y a EL SALTO. En La casa de mi tíacon licencia CREATIVE COMMONS

https://www.elsaltodiario.com/fondos-inversion/deuda-creditos-morosos-fondos-inversion-conquistaron-europa

MANUEL GABARRE DE SUS
MANUEL GABARRE DE SUS
EL SALTO CREATIVE

 

mancheta ene 23