El curriculum - por Antonio Francisco González Sanabria *

            Esta bonita palabra latina resume  la situación de muchos españolitos, en estos tiempos que corren, miles de nosotros no dejamos de intentar hasta el hartazgo de mandar, llevar e incluso casi imponer estos condenados papelitos, bien es cierto que para aquellos que no tenemos trabajo, nuestro trabajo consiste en buscarlo.

            Pero ¿cómo encontrarlo?, recuerdo que hace algunos años, (creo recordar que antes de que se perdieran los fondos para formación de parados) había cursos de formación donde nosotros, en donde los desempleados podíamos reciclarnos sin coste económico alguno, solo teníamos que aportar nuestro esfuerzo e interés, hoy día atraves de la oficina de empleo tus datos van a parar a diferentes academias donde te ofrecen cursos a precios muy módicos, ósea que tras cuernos, palos. Evidentemente con la cantidad de personas que están al borde de la ruina económica y moral, la pregunta salta sola: ¿De dónde narices sacas el dinero para estudiar y prepararte si casi te cortan la luz un mes sí y otro también? Y digo yo: ¿Por qué no hacer devolver el dinero robado, enajenado o sustraído, caiga quien caiga y se destina para lo que fue en principio destinado? Al reciclaje y formación del parado para bien de la sociedad.

            Al estar en año electoral se promete y re promete cualquier cosa aunque no sea posible, hablo del plagio por parte del PP, diciendo que lo sucedido con la pasta de la formación para paraos, lo controlaran copiando las ideas de otros partidos, darán un cheque de formación para que sea el propio parado el que elija centro y curso, ¿realmente piensan que la picaresca no aparecerá de nuevo con el chequecito?

            Teniendo en cuenta que desde las diferentes ONGs en España se comunica casi a diario la situación caótica en la que vive casi un 25% de la población, casi sin comida, sin casa en muchos casos por desahucio y con casi tres millones de niños que no hacen tres comidas al día, el trabajo se convierte en un tesoro, pero ese tesoro a veces nos lleva casi a la esclavitud laboral, el que está trabajando, por nada del mundo quiere verse en el limbo del paro.

            Se nos cuenta, se nos dice, que los datos macroeconómicos de nuestro país van estupendamente, que creceremos más que la media Europea, que las exportaciones van viento en popa, y que incluso la construcción se está poniendo en marcha de nuevo, pero, ¿se nota en nuestras casas? ¿Podremos trabajar alguna vez de nuevo los cincuentones?, solo vemos como estos profetas y augures están más preocupados en tapar sus cochinadas, sus corruptelas  y sus trapicheos en sus diferentes partidos, que en limpiar  afondo la porquería que nos salpica a todos, cada unos de estos señores feudales solo están interesados en machacar a sus adversarios en sus propios partidos, dado que no hay tanto pesebre para tanto burro.

            Mientras tanto a ese ciudadano que no puede matemáticamente llegar a fin de mes, (habemos algunos que el 15 ya estamos a fin de mes) tenemos que escuchar mentiras tras mentiras, promesas tras promesas y al final quedamos hartos y desilusionados de ver como los mismos rateros de siempre roban  a manos llenas, tenemos que tragar por ver como siguen robando con las Blacks, jubilaciones blindadas astronómicas y cuentas en paraísos fiscales a nombre de esos padres de la patria, eso si, trapichear tanto es muy cansado por eso se van a descansar resort de lujo con el beneplácito de la justicia, amén de favorecer a amigos y conseguidores con maravillosos EREs al mismo tiempo, y para más inri, como dijo una diputada, a los parados que los jodan.

            P.D.  No debemos  olvidar que según nuestra carta Magna el poder emana del pueblo, y no de los diferentes politiquillos que quieren embaucarnos de nuevo como hacen cada cuatro años, tanto los antiguos como los recién llegados,  el que pretenda gobernarnos y pedirnos el voto tiene que tener presente que son nuestros asalariados y nuestros trabajadores y no nuestros dueños.

            Quien ignore lo que pase al paro.

            Quien meta la mano en el cajón, a la cárcel.           

            Quien mire a otro lado o sea cómplice, que acompañe al ladrón.

            Y que el poder judicial sea libre de encauzar a cualquier delincuente, sea del partido que sea.

            ¿Utopía?

            Antonio Francisco González Sanabria.

            * Publicado con autorización del autor