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viernes, 10 de mayo de 2024 00:32h.

La derecha advierte: hasta aquí hemos llegado - por Nicolás Guerra Aguiar

 

rajoy rivera

NICOLÁS GUERRA AGUIAR  El pasado 2 de mayo el periódico digital República publicó la foto que acompaña a este artículo. Encabeza un titular que fue, en momentos, la noticia destacada: Rajoy y Rivera advierten a Sánchez contra el veto a un acuerdo con el PP tras el 26-J. Corresponde al acto oficial celebrado la misma mañana en Madrid con motivo del Día de la Comunidad, fecha de arraigado sentimiento nacionalpatriótico que rememora el levantamiento popular contra la invasión de los franceses.

La derecha advierte: hasta aquí hemos llegado - por Nicolás Guerra Aguiar *

 

rajoy rivera

 

   El pasado 2 de mayo el periódico digital República publicó la foto que acompaña a este artículo. Encabeza un titular que fue, en momentos, la noticia destacada: Rajoy y Rivera advierten a Sánchez contra el veto a un acuerdo con el PP tras el 26-J. Corresponde al acto oficial celebrado la misma mañana en Madrid con motivo del Día de la Comunidad, fecha de arraigado sentimiento nacionalpatriótico que rememora el levantamiento popular contra la invasión de los franceses.   

   Fue tal el éxtasis que, una vez expulsados aquellos (1814), el pueblo -rebelde y revolucionario de taberna- reclamó la vuelta de Fernando VII para que recuperara látigos, cadenas, prisiones y fusilamientos contra comunistas / podemistas. Estos habían defendido desde las Cortes de Cádiz -Constitución de 1812 ("La soberanía reside esencialmente en la Nación soberana”)- la abolición de regímenes feudales, vasallajes, privilegios eclesiásticos, censura, Inquisición (brillante discurso del sacerdote gomero Ruiz de Padrón contra el Santo Oficio). Y, a la vez, defendieron ideas progresistas, de justicia social… como el también sacerdote guíense Pedro Gordillo, su presidente en 1813.

   Fernando VII accede al poder e implanta el absolutismo con el silencio de la masa. Así, España vuelve la espalda a las ideas liberales y renovadoras de las Cortes de Cádiz. El despotismo llena de intelectuales cárceles y patíbulos, cuando no los fuerza al exilio (Reino Unido, Francia), donde conocen el Romanticismo para introducirlo en España a su regreso (1840). 

  Así fue. El 2 de mayo de 1808 empieza la guerra de la independencia. Primera consecuencia: en 1812 nacen ilusiones de un nuevo sistema político moderno, utopía de europeizados españoles extasiados por la Revolución Francesa (1789). Mas solo fue un lapsus: expulsan al galo, pero regresan a la Edad Media. Incultura y embrutecimiento del pueblo español volvieron a cerrar las fronteras y retornaron a pasados de esclavitudes, tiranías e inquisiciones: Ruiz de Padrón, por ejemplo, fue condenado en 1815 a reclusión perpetua.

   En la conmemoración oficial (2016) estuvieron quienes tienen el poder y siguen convencidos de que es suyo, tal como pregonó León Felipe sobre el Salmo: era de los poetas porque los arzobispos españoles de 1936 “pactan con el sapo iscariote y ladrón”. Hubo discursos, exaltaciones, pálpitos y púlpitos patrios y patrióticos… Pero nadie recordó o evocó la liberal y progresista Constitución de 1812: solo interesaba destacar una parte de aquellos hechos, la referida al coraje físico de los madrileños de 1808.  

   Algunos hablaron del peligro que corre la Patria: los republicanos pueden aliarse otra vez contra España. Por eso le envían mensajes al candidato del PSOE: “Los vetos son malos para la democracia”. Es decir, la negativa del señor Sánchez a permitir un Gobierno de Salvación Nacional apoyado por Ciudadanos no conviene a España, a la confianza de Europa… Ya se sabe: la izquierda totalitaria es "una amenaza a nuestra democracia" (director general de la Policía).

   De ahí la seriedad en los rostros de los señores Rajoy y Rivera. En la foto se ve al primero (traje azul; corbata azul) detrás de un general: este, con la mano derecha, le indica el camino. A su izquierda física, el señor Rivera: traje más azul; corbata más azul; camisa celeste, variante del azul. Delante, una guardia civil. Frente a los ojos de aquellos, una gorra de plato y un tricornio. La del general está en la misma línea visual del señor Rajoy, acaso también la ideológica. La parte trasera del dorado tricornio fue lo primero que vio el líder de Ciudadanos aunque mira por encima, como si su juventud lo forzara a rebelarse y palpar qué hay más allá del señor Rajoy.  

   La mirada del presidente anda perdida. Como lo están miles de votos que se fueron a Ciudadanos, el gran traidor. Su cabeza no permanece erguida: muy al contrario, tal vez excesivamente caída hacia la derecha. Los ojos del señor Rivera se mantienen fijos en otra dirección. Los treintaitantos años semejan al valleinclanesco Max Estrella, cráneo privilegiado a pesar de su ceguera. Parece que cavila y desarrolla sus células grises, constante actividad de pensamiento. Aunque aparenta preocupación: quizás su mente almacena radicales decisiones. Sospecho que, incluso, ya está decidido a algo que debe de ser muy serio, pues las frecuentemente distendidas y relajadas comisuras son ahora puro hieratismo. O acaso sueña con la venganza.

    A pesar de diferencias muy marcadas, ambos coinciden en soledad comunicativa, como si ya nada tuvieran que decirse. Tampoco se relacionan con los demás: un barbado joven permanece ajeno a ambos. Los tres invitados de su izquierda les dan la espalda. Detrás hay alguien que juega al despiste: corbata azul, pero traje gris. La ubicación de las gafas intenta una doble perspectiva: con ella (vacía de ojos) pretende observar qué atrae tanto a los señores Rivera y Rajoy (¿será el Poder, tan cercano porque los españoles así lo querrán?). Sin embargo, mira hacia el suelo: es la seguridad.

   La foto refleja tensa situación, incluso hasta preocupación. El aviso está enviado: exigen flexibilidad. Dijo el señor Rivera que “No se puede empezar la campaña electoral […] poniendo vetos" (el señor Sánchez, del PSOE, había adelantado: “Nunca pactaré con el PP”). Y el señor Rajoy también había sido taxativo y coincidente: "Los vetos son malos para la democracia". Porque el señor Sánchez se había negado a ceder ante muy poderosas corrientes psocialistas que invitaban al diálogo con los populares –cuestión de Estado, dijeron-. (El hermanamiento de sangre con Ciudadanos le había sido impuesto: fue el precio que debía pagar porque Ciudadanos apoya a la peligrosa señora presidenta de Andalucía. Imposición que no entendió Podemos). 

   El 2 de Mayo no es un día cualquiera en la historia, su Historia: significó la expulsión de los franceses, orgullo nacional. Y esa misma fecha ambos reclaman, 108 años después, la conciencia patriótica para frenar al nuevo invasor: rojos comunistas, yijadistas y bolivarianos. La cosa ahora va muy en serio.

 

* En La casa de mi tía por gentileza de Nicolás Guerra Aguiar