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jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

El dinero del rescate de la Unión Europea. Salvemos el mercado común - por Carlos Martínez

 

FRASE MARTÍNEZ

El dinero del rescate de la Unión Europea. Salvemos el mercado común - por Carlos Martínez, politólogo, secretario general del PSLF y miembro del Comité Científico de Attac

La Unión Europea ha reaccionado con una lluvia de millones de euros, 750.000M en total de ellos 390.000M en ayudas directas, ante la gran magnitud de la crisis capitalista, no sólo europea sino mundial. Dentro de sus limitaciones y de absorber otros planes ya consignados y castigar nuevamente a la agricultura, una gran cantidad de millones han salido en socorro del mercado europeo y de su economía ante los desafíos mundiales y la recomposición de los mercados internacionales, aunque sin un solo pensamiento sobre la soberanía alimentaria europea y española.

La Unión, con un tercio de su economía al menos, destrozada por la crisis que la pandemia del coronavirus ha hecho avanzar, ha salido en defensa sobre todo de su sector privado, lo que queda de su industria y la búsqueda de un nuevo paradigma económico dentro de los parámetros y límites del sistema ultra-liberal. 

Era lo lógico y la actitud de Alemania y Francia impulsando en primera línea el acuerdo con el apoyo de Italia, España y Portugal lo obligatorio. Alemania sobre todo era consciente de que o se salvaba el mercado común o todo le iba a ser muy difícil, pues la Europa/Unión debe reposicionarse en los mercados mundiales, con una guerra comercial abierta y defender a la vez su propio mercado interior, es decir a alguien nos tienen que vender.

El análisis de un socialista siempre será el de en cualquier circunstancia del capitalismo (un capitalismo con crisis cada vez más fuertes y que en gran parte vive a costa del estado y no del libre comercio) salvaguardar  y defender  los intereses de la clase trabajadora al objeto de superar el sistema, evitando igualmente el borrado neoliberal de las mujeres. Pero a la hora de analizar, nuestra posición no debe ser la de la crítica porque si, sino la de analizar lo que hay; estudiar que puede ocurrir y hacer pedagogía entre las clases subalternas al objeto de saber qué hacer.

Estamos pues ante un movimiento al objeto de rescatar el sistema capitalista y sus empresas, empresarios y sobre todo las grandes corporaciones. Garantizar la fluidez de capital y pedir prestado capital privado de los bancos privados al objeto de salvar las propiedades privadas productivas o de servicios. Se va a recurrir por vez primera a la deuda en la Unión Europea y esta deuda a partir de 2028 será devuelta por los estados, es decir las ciudadanas y los ciudadanos. Veamos, los capitales privados y las grandes fortunas prestan a los estados y los estados a cambio rescatan a las corporaciones privadas, que a su vez hacen negocio con la deuda en los paraísos fiscales y ese es su gran negocio valga la redundancia. La banca nunca pierde.

Desde las izquierdas de fundación y origen marxista o en la Primera Internacional de Trabajadores lo debemos saber y actuar en consecuencia. Nadie le va a hacer un favor ni a los autónomos y empresas familiares ni a las clases obreras, pero si ejercer nuestros derechos. Estamos pues ante algo tan manido como socializar perdidas y privatizar beneficios. Lo único es que el capital necesita de los estados como garante de su supervivencia.  

En esta circunstancia lo primero que hemos de saber es que estamos ante una operación de clase, es decir de fortalecimiento de la clase burguesa, porque en la UE y el reino de España, el sistema solo permite gobernar para los ricos. En segundo lugar que hemos de saber y controlar es cómo funciona la distribución de fondos, para que y con qué condiciones, que ya la CEOE y sus amigos en los partidos van diciendo que no se puede tocar la reforma laboral. En tercer lugar comenzar a detectar alarmas y a tal efecto advierto de un caso: estar listas y listos en la defensa del empleo digno y de calidad, porque se dice que la digitalización va a ser prioritaria y la digitalización tal y como los neoliberales la plantean y esa es la doctrina de la Unión Europea, eliminará puestos de trabajo, por ejemplo.

Por otra parte otra de las grandes prioridades, la sanidad, está en el acuerdo tratada con gran grandilocuencia, pero con un lenguaje tecnocrático propio de la eurocracia de Bruselas, que tras leerlo no se sabe muy bien hacía donde va y si la destrucción de lo público y del estado del bienestar no va a seguir siendo la politica fundamental de la UE como hasta ahora y la verdad esto en el acuerdo al menos para mí y humildemente no queda nada claro. 

Está claro que la industria necesita una remodelación y con urgencia hay que tomar medidas medio ambientales, pero el magno acuerdo no define hacía donde vamos y por tanto se supone que hacía donde siempre. La economía verde es también un gran negocio que no es lo mismo que una oportunidad para mejor.

La soberanía de los estados queda muy tocada y esto aleja la decisión y control democrático, pues al final quienes deciden son unos y unas burócratas neoliberales muy conectados a los lobby empresariales pero muy lejos de la ciudadanía a la que no le deben ni votos ni fidelidad. Por tanto la democracia se aleja, pues hoy en día solo en los estados se garantiza poder elegir y vigilar y el Parlamento Europeo carece de funciones parlamentarias. A eso se une una Europa dominada por sectores conservadores e ideología conservadora, con incluso varios gobiernos de extrema derecha y/o jefaturas de estado corruptas.

Por tanto, garantizado el negocio de la deuda,  el problema más grave es la debilidad, la profunda debilidad sindical y la ausencia en las fuerzas políticas institucionales de la clase trabajadora. Hoy a las “izquierdas” europeas les horroriza ser partidos obreros. No hay izquierda institucional de clase y feminista, lo que sumado a sindicatos bajo mínimos o simplemente abducidos por las patronales, garantiza la total impunidad e inmunidad gran-empresarial y de los grandes tenedores de fortunas.  

La conclusión es que hemos de trabajar en serio por la reconstrucción de fuerzas sociales y políticas del Trabajo. 

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Carlos Martínez

CARLOS MARTÍNEZ PSLF

 

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