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que más fichas de gobiernos neoliberales sigan cayendo en Latinoamérica y el mundo

Elecciones de Chile del 19-D: Victoria popular contra el candidato de la extrema derecha. Ahora convertir la esperanza en derechos para la mayoría obrera y popular chilena - por Manolo de la Rosa

 

FRASE MANOLO DE LA ROSA

Elecciones de Chile del 19-D: Victoria popular contra el candidato de la extrema derecha. Ahora convertir la esperanza en derechos para la mayoría obrera y popular chilena - por Manolo de la Rosa

21/12/2021

Ha sido el resultado electoral del pasado día 19 de diciembre, una victoria popular frente al fascismo, "la esperanza le ganó al miedo", enfatizaba Gabriel Boric en su primer discurso tras el triunfo electoral este domingo. Votar masivamente a Boric y derrotar al ultraderechista Kast era una condición necesaria para continuar organizando la revuelta, y se logró. Era fundamental parar en las urnas a la ultraderecha pinochetista para seguir luchando pero sin conformarse con cambios superficiales a partir de ahora.

Un largo proceso de lucha por la justicia social y las libertades

En Chile se vienen sucediendo importantes luchas en los últimos años, pero es a partir del inicio del estallido juvenil en el metro de Santiago el 18 de octubre de 2019 y la posterior revuelta que se desató durante meses que ese proceso ha quedado abierto, con una amplia participación social, transversal a las más amplias capas populares, integrando las principales reivindicaciones por la salud, la educación, las pensiones, la tierra, el agua,… sumidos en una brutal privatización que los ha anulado como derechos sociales para el conjunto de la población.

Con el triunfo por la fuerza del golpe militar de Pinochet en septiembre de 1973, con la imposición del neoliberalismo a la fuerza al conjunto de la sociedad chilena, le siguió treinta años de un régimen continuista neoliberal, con una constitución impuesta por Pinochet que ha continuado hasta el presente donde se fue poniendo todo bajo el control de la empresa privada. Prácticamente se privatizó todo.

La revuelta popular ha logrado movilizar a millones de personas en momentos claves, a pesar de la represión, contando al frente de la defensa de sus movilizaciones con esa juventud de la primera linea, con el concurso de la gente trabajadora y de los barrios, del movimiento feminista o de los pueblos y naciones indígenas.

La masividad, transversalidad e interseccionalidad de los procesos de lucha, ha sido fundamental para articular una respuesta popular que fuera teniendo peso en este proceso que se ha vivido en Chile en los dos últimos años, que ha sido especialmente determinante para el resultado de las elecciones del 19 de diciembre, en el vuelco popular a la candidatura de Gabriel Boric.

Tanto el resultado como el desborde de la propia Convención Constituyente no se explicaría sin este profundo proceso destituyente de la calle. Esperemos que la revuelta siga marcando el paso a lo institucional en Chile.

Los próximos retos  que tiene el pueblo de Chile por delante

El propio Gabriel Boric ha expuesto con claridad cuales son los principales retos que tiene Chile hoy, aunque se puede coincidir en el diagnóstico, sabemos que las presiones del FMI, de las élites y de las fuerzas reaccionarias y neoliberales, junto con las limitaciones e indefiniciones del propio proyecto de Gabriel Boric van a intentar interferir cuando no truncar el proceso de cambio.

La clase trabajadora y el pueblo de Chile cuenta con las calles  y plazas para seguir defendiendo, gobierne quien gobierne, los derechos sociales y libertades, y además cuenta con el proceso constituyente abierto y en marcha para avanzar en un Chile con más justicia social, libertades y plurinacionalidad.

La fuerza de la lucha popular impuso el plebiscito del 25 de octubre de 2020 y sus resultados, a pesar de los pactos. También fue determinante para la Convención Constituyente que se estableció en julio de este año y cuyo objetivo es redactar antes de mayo de 2022 la nueva Constitución que sustituirá a la actual, vigente desde la dictadura militar y concebida como el origen de las grandes desigualdades que motivaron las protesta de estos dos años.

La Constituyente trabaja ya en la nueva constitución chilena, cuyo resultado está en manos de 155 constituyentes que la componen, pero que no está aislada de la implicación de un amplio abanico de fuerzas populares que vienen sacando a la palestra sus demandas.

Por otro lado, queda por resolver el futuro de unos aparatos represivos del régimen, el cuerpo policial de Carabineros y el Ejército que están en entredicho por ejercer una feroz y criminal represión y violar de forma brutal los Derechos Humanos, buscando causar los mayores estragos a la gente movilizada, unas 400 sufrieron trauma ocular. Según distintas agencias implicadas en la defensa de los Derechos Humanos se contabilizaron más de 8.000 víctimas de la violencia del estado, La lucha por la libertad de las personas detenidas durante las protestas del 2019 es una necesidad imperiosa, pero también que no queden impunes las múltiples vulneraciones de los DDHH perpetrados por los cuerpos represivos del estado. “Acá se derramo sangre y el gobierno le mintió al pueblo cuando dijo que eran delincuentes. No eran delincuentes, solo pensaban diferente”, señaló el padre del comunero mapuche asesinado en un operativo policial, Camilo Castrillanca.

BORIC

El nuevo gobierno de Gabriel Boric que se instalará en La Moneda el próximo 11 de marzo de 2022  tiene por delante dar respuestas a amplias demandas sociales. Ha despertado las expectativas de millones de chilenos, que le votaron esperanzados con los profundos cambios que promete y que le celebraron su triunfo en las calles. Con un plan de gobierno que incluye medidas como aumentar los impuestos a los más ricos y a las grandes empresas, poner fin al actual sistema de pensiones o transformar el sistema de salud y que desde la primera a la segunda vuelta ya moderó su discurso y propuestas.

Se convierte en una necesidad perentoria que el nuevo gobierno recupere los desastres provocados por 48 años de neoliberalismo salvaje, los que impuso la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y los que fueron continuados después por los gobiernos de la Concertación y por los últimos años del gobierno del multimillonario Sebastián Piñera hasta el presente.

Las reivindicaciones levantadas desde abajo tendrán que marcar la agenda del nuevo gobierno: el derecho a la tierra, desprivatizar las pensiones, recuperar la propiedad pública del agua, la defensa de los territorios indígenas, fortalecer los servicios públicos, la recuperación del poder adquisitivo de los salarios, el derecho a la educación o sanidad para todas, conquistar libertades.

Pero será necesario ir fortaleciendo el poder popular desde abajo a lo largo de todo Chile frente a la incertidumbre y las posibles renuncias o rebajas en el programa por parte del gobierno de Gabriel Boric. La organización, la unidad y la lucha de la clase trabajadora, de las comunidades indígenas, de la juventud y del conjunto de las capas populares chilenas serán la clave para avanzar en un Chile más inclusivo e igualitario, plurinacional, democrático y con justicia social.

El pueblo chileno va a necesitar seguir peleando desde la calle para imponer sus reivindicaciones frente al FMI y las élites de su país; que el cambio que se necesite, se llegue a plasmar. “Adelante con las fuerzas de la historia”. También necesitará que más fichas de gobiernos neoliberales sigan cayendo en Latinoamérica y el mundo para contar con coyunturas y contexto más favorables para una transformación profunda. Pero también que la revuelta iniciada en Chile siga teniendo un largo aliento y no se detenga hasta acabar con el capitalismo y el patriarcado

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Manolo de la Rosa

MANOLO DE LA ROSA

 

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