Por fin, Guía de Gran Canaria, y otras cosas pendientes -por Erasmo Quintana *

En fecha reciente, un Pleno del Ayuntamiento de Santa María de Guía aprobó por unanimidad de todas las fuerzas políticas que lo componen, recuperar el nombre histórico de aquel municipio: Guía; el añadido “de Gran Canaria” vendría después, para distinguirla de esa otra Guía, la de Isora en Tenerife. Ése fue el que eligió el señor de la Conquista, Sancho de Vargas, pues en el repartimiento de tierras y zonas de la Isla le tocó el Noroeste de Gran Canaria; la primera ermita que levantó en los altos de Agáldar la puso bajo la advocación de Nuestra Señora de Guía.  

Lo aprobado por el mencionado Pleno guiense con la Moción Institucional es iniciar el proceso de información y participación ciudadana encaminado a recuperar la denominación histórica del municipio: Guía de Gran Canaria, en lugar de Santa María de Guía, como se conoce hasta ahora. Todo esto se ha hecho en base a un Informe que había remitido el Cronista Oficial, Pedro González Sosa, en el año 2008, donde se recoge que fue en 1962, gobernando el alcalde Rafael Velázquez García, el que propuso cambiar la nominación  oficial por la actual de Santa María de Guía, nombre éste que era el de la Parroquia y advocación del templo religioso católico existente en el municipio desde el siglo XVI. El cambio fue aprobado en 1963, como asimismo lo fue en La Aldea de San Nicolás, que también se cambió por San Nicolás de Tolentino. Época aciaga y exultante del franquismo, pues un año después apareció una enorme profusión de cartelería con la imagen del dictador, de paisano, sentado y medio ladeado con el eslogan a grandes caracteres “25 Años de Paz”. El acuerdo de estos cambios serían refrendados por el Consejo de Ministros el 23 de julio de l963. Este cambio caprichoso de un alcalde más papista que el Papa, se hizo en contra de la opinión del mismo párroco, mi pariente D. Bruno Quintana Quintana (su padre y mi abuelo eran primos hermanos), quien en su momento no ahorró palabras en desaprobación por la no entendida medida.

La Moción aprobada recoge que la misma beneficiará al municipio del Noroeste y también a la Parroquia de Guía, puesto que el nombre de la Patrona quedará en exclusiva para ser usado en lo meramente religioso y devocional. Así mismo, en la Moción Institucional se recoge que desde el momento que se concluya la necesaria campaña de información y participación ciudadana, lográndose el consenso de la ciudadanía, se procederá al cambio de nombre del municipio, cuyo uso alcanza los cincuenta y siete años, por el Guía de Gran Canaria, nominación que recuperará 500 años de la historia de este municipio norteño. 

Dicho todo lo cual, se siguen dando cosas que son difíciles de entender. Guía de Gran Canaria continúa teniendo eternas asignaturas pendientes, como la rehabilitación de la casa natal de uno de los hijos más preclaros de ese municipio, Pedro José Gordillo y Ramos, clérigo y patriota grancanario, el cual luchó con ahínco por la capital del Archipiélago canario, que la malas mañas de nuestros hermanos chicharreros se apropiaron aprovechando los movimientos desestabilizadores de los gobiernos de la Nación en todo el siglo XIX. La casa natal del canónigo Gordillo, en la “calle trasera”, antiguamente conocida por “los Herreros” y hoy de José Samsó Henríquez, casa que fue vendida por sus herederos diez años después de la muerte del canónigo en La Habana, sería vendida y comprada muchas veces a manos del procurador (y también alcalde) Pedro Bautista Hernández, dueño de la Ermita de San Antonio, de la calle Enmedio, hoy de Pérez Galdós.

La casa natal del canónigo Gordillo es en la actualidad una perfecta cochambre. Se está cayendo a trozos. Si esta casa estuviera en cualquier otro municipio que no sea Guía, seguros estamos que ya la hubieran rehabilitado como centro cultural, llenando de gloria al pueblo en que se ubicara. En mi época de concejal de Cultura encargué a un vecino retocar las letras de la placa que hay en su frontis, dando noticia de que allí nació tan importante hijo de Guía. Hace poco he pasado por allí, y ya casi es imposible leerla. Su leyenda es la siguiente:

“En este lugar nació el 5-V-1773 el Dr. Don Pedro Gordillo y Ramos Diputado en las Cortes de Cádiz de 1810 y su Presidente Acctal. Nombrado Canónigo Maestrescuela de Canarias en 1815. Falleció siendo Arcediano de la Catedral de La Habana, en aquella Isla el 10-11-1844. Este guiense insigne fue devoto incansable del Progreso y Adelanto de los Pueblos.”

Cuando tuve alguna responsabilidad en el Ayuntamiento de Guía (concejal de Cultura y Patrimonio Histórico) dí la tabarra por adecentar tan importante patrimonio -incluso recibido por algún compañero a la coña- y lo único que pude lograr fue la Declaración de la casa de Gordillo como Bien Cultural en su categoría de Histórica, por el Cabildo de Gran Canaria. Eterna, pues, asignatura pendiente de los responsables en el Ayuntamiento de Guía de Gran Canaria.

* La casa de mi tía agradece la gentileza de  Erasmo Quintana