Gaspar Cabrera Viera, Una víctima más en manos de los fascistas, en Gran Canaria (V) - por Micaela Sagaseta Paradas
Gaspar Cabrera Viera, Una víctima más en manos de los fascistas, en Gran Canaria (V) - por Micaela Sagaseta Paradas *
Tenía pues, que trasladarme a Madrid por cuenta propia y con el dinero suficiente para permanecer allí todo el tiempo que el Tribunal me retuviera, mientras se tramitaban las diligencias del procesamiento y del juicio, lo que generalmente duraba un mes aproximadamente.
Esto en una época en que las cárceles estaban abarrotadas de presos, en que la alimentación era escasa y mala, significaba un vía crucis tremendo, por lo que todos procurábamos obtener el dinero necesario para comparecer voluntariamente y permanecer en Madrid el tiempo que nos retuvieran allí o nos ingresaran en la cárcel si eramos condenados a prisión.
Fui juzgado el 20 de febrero, sin derecho, como todos, a defensor, por un Tribunal compuesto por tres Generales, un ponente y un fiscal, que siempre solicitaban una pena mínima de 13 años de prisión.
Condenado a la sanción de inhabilitación y separación absoluta y perpetua para el ejercicio de cualquier cargo del Estado, Corporaciones Públicas u Oficiales, Entidades Subvencionadas –con expresa reserva del cargo que desempeña en la Compañía Transmediterránea- Gerencia y administración de Empresas privadas, así como cargos de confianza mando y dirección de los mismos. Atendiendo al ruego que había hecho en el momento de ser juzgado, se disponía:
[Una vez hecha firme esta sentencia, comuníquese al Director General de la Compañía Transmediterránea].
Algún tiempo después, como todos los que lo solicitaron del Tribunal, volví a mi empleo en la Compañía, pude abonar las cuotas correspondientes a los años de servicio que estuve suspendido de empleo y sueldo y cuando se promulgó la Reglamentación Laboral del personal administrativo de las empresas navieras el 1 de abril de 1959, se me clasificó…..como Jefe de Sección…
La única desagradable circunstancia que tuvo esta sentencia, fue la de ser anotada en el Registro de Antecedentes Penales, por lo que cada vez que tuve necesidad de pedir un certificado para acreditar mis antecedentes familiares para trámites para mis hijos…. hacían constar: Condenado por el delito de Masonería, con lo que los perjudicados eran mis hijos , el mayor de los cuales había nacido, el 10 de octubre de 1942.
Aconsejado por un amigo policía, solicité la cancelación de este antecedente, que se reflejaba sobre mis hijos, lo que me parecía una mayor injusticia, contestándoseme que según había dispuesto el Caudillo, los únicos antecedentes penales que no se podían cancelar por tener carácter perpetuo, eran los de masonería. Hasta ahí llegaba la fobia de Franco a la Masonería y eso que hasta tuvo un hermano, Ramón, masón.
Entregas anteriores:
* La casa de mi tía agradece la gentileza de Micaela Sagaseta Paradas