La lucha política se libra por los afectos: La nueva religión de la postmodernidad - por Maribel Santana

La lucha política se libra por los afectos: La nueva religión de la postmodernidad - por Maribel Santana, activista, historiadora *
Estos días hemos visto la medio bronca que se va agudizando entre los que se dicen la izquierda que salvará a España y a sus trabajadores y que a esto vinieron entregándose en cuerpo y alma. Pero el deseo es una cosa y la realidad es otra.
La ministra de trabajo, Yolanda Díaz, lo deja clarito “la política se hace mediante afectos y sumas de “todes” y no con militancias y ruidos". Esto era dirigido a Podemos.
Con su sonrisa forzada, creyéndose tan inteligente y que nadie se percata de su mediocridad que le exhala por los poros, lo ha declarado en los medios (o sea, el estado dentro del estado). Ni siquiera se acuerda de que fue Pablo iglesias el que la puso ahí donde ella deseaba y era el único sueño de su vida, que en una posible reencarnación le gustaría que fuese de la misma manera, la poltrona que tanto ambicionaba y envidiaba a los demás disimuladamente.
El amor y los afectos y no la militancia y el necesario grito contra la barbarie fue lo que le llevó a lo que más deseaba en su vida igualmente: Aceptar a la Borbonía franquista, sus fiestas de besamanos, vestida de lo que siempre soñó, de satén como las chochonas de las tómbolas de barrios.


El amor que le llevo hasta ahí y no el cabreo, es el blanqueo constante al régimen del 78 franco-borbónico-neoliberal además, ese mismo amor y el afecto es lo que le llevó a olvidar la lucha del pueblo saharaui, la lucha contra la OTAN (recordemos que, el nacimiento y la fundación de Izquierda Unida fue al calor en la lucha por la paz y contra la OTAN exactamente) le llevó ese mismo amor a ignorar o pasar por alto el terrorismo del GAL desde aquellos tiempos hasta nuestros días, con otras formas distintas pero terrorista, sobre los crímenes de los emigrantes asesinados a palos y su gobierno diciendo que es lo normal y está todo bien, mas afecto aún es el que siente por los que están en las cárceles por decir lo que no le gusta a su sistema, igualmente con amor o afecto que le tiene Garamendi que la toma como la novia ideal para la crisis.

Con afecto dijo: “El problema de lo que está pasando en Europa y España es por Putin”, ni siquiera pudo decir por los intereses de las oligarquías de Rusia, sencillamente porque no a va a delatarse ella misma, de que le sirve a las oligarquías europeas y españolas en especial, a no ser que crea que la gente está tan despistada y de lo que se trata es de un aspecto personal individualista en la historia, porque parece ser que la historia para su interpretación las hacen los individuos, no los colectivos en pugna con el sistema de los cuatro explotadores.
Sumar: la palabra mágica.
El sumar sin pensamiento crítico, ni importar la ideología, ni de donde venga ni a donde vaya, ni la clase social de donde se proceda, ni derechas ni de izquierdas, en fin todo una mixtura de pollos sin cabeza, por que por lo visto lo que hace falta no es sino los afectos para arreglar las miserias de las masas populares y trabajadoras.
Igualmente nos hace gracia lo de la Memoria Histórica.
El exhumar los cuerpos o la momias del dictador franco y de otros asesinos de su calaña está bien, pero lo mejor, lo concreto y correcto del asunto es que las riquezas que estos fascistas les robaron a los trabajadores, a los republicanos y personas que estaban en contra de su régimen, se le confisque a los nietos y familiares, que les dejaron casi media España y el pueblo español está gritando y luchando por que los edificios y demás propiedades pasen al patrimonio público.
No son capaces de exigirle a la banca que le devuelva el dinero del rescate, que lo han cuadruplicado, no son capaces de lo que en su momento privatizó como la propia banca pública -Argentaria- o semipública -las cajas-, Telefónica, Renfe, Correos, energéticas, tabacaleras, altos hornos... en fin, para no marear, lo que se llamó eufemísticamente las "reconversiones industriales", expolio del patrimonio público por el gobierno del PSOE que luego lo siguió el PP, No son capaces de levantarle el labio a los explotadores sino servirles para que estén contentos y desde la venta de los trabajadores, estos políticos/as como la ministra Yolanda Díaz se llene el estomago de bisutería.

Esta cree que los trabajadores no saben o no controlan que el que sube los salarios son los capitalistas, con ella o sin ella, que todo el histrión y la propaganda es para despistar y disimular una lucha en contra de los patronos. Igualmente el papel de los sindicatos, les hacen ver a los trabajadores de que ellos son los imprescindibles.
Pero lo que más temen los capitalistas es que los que transforman el mundo, los que levantan y acuestan el sol todos los días de sus existencias, digo lo que temen los capitalistas es que se queden estas masas sin gobiernos, sindicatos, y otras instituciones, porque son controles para frenarlos y engoarlos, por tanto necesitan a los servidores (políticos/as ) para que le controle y guarde el rebaño.
¿Con qué careto se presenta esta desubicada a apaciguar a las gentes y a engañarlas como si no fuera ya la costumbre de siempre? ¿creerá que lo invento ella solita ahora??
Es la política de las formas y no la de la esencia lo que hacen estos y estas feministas de salón, pero algún día menos pensado les saldrá el tiro por la culata.
Esta se aprovecho de que su organización carrillista “Izquierda Hundida” se estaba esfumando y se agarró al pescuezo de Podemos a ver si pescaba alguna sardina (les aclaro que no estoy defendiendo a este partido en especial, solo analizamos como es la cuestión) pero con el tiempo se percató de que la marea política debería ser mas de marejadilla que de furia y se coloco en sotavento para hacer la política de sumas y afectos.
Esto es lo que tienen los desesperados que se venden al peor postor por un bolso de diseño. Desaparecerán de la faz porque los que no fueron jamás serán.
Rememorando a Benedetti:
Ustedes los ricos, nosotros los pobres.
Ustedes cuando aman, calculan el interés
Y cuando se desaman, calculan otra vez.
Nosotros cuando amamos es un amor común
Tan simple y tan sabroso como tener salud
* En La casa de mi tía por gentileza de Maribel Santana

