Lucha por una prensa libre en peligro: La BBC censurada - por Emilio Díaz Miranda *

"Hay que recordar que no hay nada más difícil de llevar a cabo, más peligroso de conducir, o más incierto en su éxito, que tomar la iniciativa en la introducción de un nuevo orden de cosas"

 Niccolò Machiavelli (1513) El Principe, Capitulo VI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esta cita de Maquiavelo encabeza el libro de la premiada y atacada periodista Emily Maitlis. Un libro sobre el arte imperfecto de fabricar noticias.

 

La periodista alemana Annette Dittert ha dedicado un amplio artículo informativo en defensa y rehabilitación de su colega británica Emily Maitlis atacada por el gobierno conservador de Johnson en sus maniobras políticas de controlar a su favor la objetividad periodística.

Annette Dittert escribe a propósito del discurso del pasado Agosto de Emily Maitlis en el The James Mac Taggart Lecture  2022. Al pronunciar la Conferencia MacTaggart en el Festival de Televisión de Edimburgo, la periodista británica Emily Maitlis también dijo que la dirección de la BBC había “tratado de pacificar” a Downing Street, es decir, al Gobierno Johnson, emitiendo una rápida disculpa por los comentarios de la periodista  sobre Dominic Cummings.   

El 27 de mayo de 2020, la BBC dijo que la introducción de la Emily Maitlis en Newsnight de la noche anterior, en la que se habló de las acusaciones de que el asesor principal del Primer Ministro, Dominic Cummings, había contravenido las restricciones de cierre, "no cumplió con nuestros estándares de debida imparcialidad". La BBC dijo en un comunicado: "La BBC debe mantener los más altos estándares de imparcialidad en su producción de noticias". La Sra. Maitlis comenzó el programa declarando que el Sr. Cummings había "roto las reglas”.

En cualquier caso la actitud de la periodista contrasta con la sumisión aduladora al gobierno conservador que mantiene la actual dirección de la BBC. Cummings sí había violado las reglas.

Y la audiencia obtenida en este Agosto por las opiniones de la periodista ha sido enorme. El Festival Internacional de Televisión de Edimburgo es un acontecimiento anual de los medios de comunicación que se celebra en el Reino Unido cada mes de agosto y que reúne a delegados del mundo de la televisión y el mundo digital para debatir las principales cuestiones a las que se enfrenta la industria informativa.

El Festival atrae a unos 2.000 delegados de las principales cadenas y productoras internacionales. Aunque el festival se celebra en Edimburgo, su sede está en Londres.

A lo largo de los años, el Festival ha atraído a figuras de la industria como Kevin Spacey, Rupert Murdoch, Ted Turner, Ricky Gervais, Vince Gilligan, Tessa Ross, Jamie Oliver, Simon Cowell, Ted Sarandos y Elisabeth Murdoch, así como a personas de ámbitos afines como Al Gore y Germaine Greer.

Creado en 1976, el Festival se celebra cada mes de agosto en el Centro Internacional de Conferencias de Edimburgo, coincidiendo con el Festival Internacional de Edimburgo y otros eventos similares de la ciudad. El Festival Internacional de Televisión de Edimburgo sigue siendo el único evento dirigido por y para la industria de la televisión, y está gobernado por sus propios comités ejecutivo y consultivo. El Festival es una organización benéfica.

El Festival gestiona dos programas de talentos: "The Network", que ofrece a los nuevos participantes un primer paso en las industrias televisiva y digital, mientras que "Ones to Watch" (antes conocido como Fast Track) apoya a los que se encuentran en las primeras etapas de su carrera. Ambos se benefician de puestos totalmente financiados en el Festival, que incluyen talleres a la medida, clases magistrales y creación de redes. También se ofrecen tutorías, formación y eventos durante todo el año.

El Festival organiza otros eventos a lo largo del año. Entre ellos se encuentran las conferencias EdTalks y las sesiones de preguntas y respuestas con jefes de canales de todo el mundo.   

Es decir, mientras el gobierno conservador trata de difamar y acallar a la mundialmente conocida periodista, los profesionales del periodismo de la James Mac Taggart le han dado una Plataforma internacional.

Su colega y amiga alemana, Annette Dittert, ha escrito a propósito de las palabras de la Conferencia: “Fue más que un discurso, fue un golpe liberador, un momento catártico, no sólo para la propia Emily Maitlis, sino también para todos aquellos británicos que desde hace tiempo perciben la aguda amenaza que supone para la BBC el conservador gobierno tory británico como parte de los ataques a su democracia. Y es que desde que Boris Johnson se hizo con el Gobierno en 2019 y transformó el viejo partido conservador en uno populista de derechas, la presión política sobre la BBC ha aumentado hasta tal punto que cada vez más de sus mejores reporteros y presentadores tiran del carro.”

Emily Maitlis, antaño estrella del informativo "Newsnight" de la BBC, era una de las más escuchadas y respetadas.. Había dejado el canal en febrero, y ahora el público se entera del verdadero motivo. En el Festival de Televisión de Edimburgo, donde se reúnen cada año los más importantes impulsores de los medios electrónicos, no se anduvo con rodeos. Ni corta ni perezosa, acusó a su antiguo empleador, era exactamente la ocasiÓn ideal para lo que ella y muchos otros habían esperado durante demasiado tiempo.

Sus acusaciones fueron múltiples y golpean el corazón de la actual dirección de la BBC. La tan invocada "imparcialidad" ha ido degenerando (durante el gobierno Johnson) en un arma contra la verdad. Ya durante el referéndum del Brexit, sus productores habían encontrado en cinco minutos a 60 economistas que advertían de las posibles consecuencias de una salida de la UE, mientras que les había costado muchas horas encontrar siquiera una voz que pensara que el Brexit era un proyecto sensato. "Sin embargo, al final presentamos ambos en paralelo en el programa, como dos caras de la misma moneda, como enfoques igualmente válidos. Pero no fue así". O sea, la opinion del premier Johnson se convirtió en verdad absoluta.

Ahora bien, el concepto de falso equilibrio False Balance no es nuevo en sí mismo: el hecho de que durante el referéndum del Brexit la BBC diera regularmente un tiempo de antena sobredimensionado a agitadores de ultraderecha como Nigel Farage junto a economistas abstrusos, legitimándolos así en primer lugar y haciendo que el voto del Brexit fuera al menos más probable, es algo que nadie puede negar seriamente a estas alturas. La manipulación informativa convertida en propaganda a lo Goebbels y Hitler.

Los directivos de la BBC, erre con erre cigarro, no se bajan del burro  gubernativo y mantienen su postura anti-informativa frente a las tradiciones de la BBC de sus mejores tiempos. No solo mantienen el BREXIT sino que sostienen la propaganda armamentista y de guerra en  Ucrania, negando cualquier posibilidad de negociación.

Antes del conflicto que obligó su cese en la BBC entrevistaba a grandes personalidades, Y entre tales le tocó con Trump. Pero- como reflexionó autocríticameente en su Conferencia: Washington es un lugar extraordinario: una máquina bien engrasada que utiliza el poder como combustible. Y a las 12 horas de esa elección cambiante, estaba haciendo lo que mejor sabe hacer: seguir adelante. Los engranajes del gobierno habían vuelto a ponerse en marcha. Barack Obama invitó a Donald Trump a la Casa Blanca. Michelle Obama tendió la mano a Melania Trump. Asistimos a la mecánica de ese traspaso de poder: el 44º presidente recibiendo al 45º como si este hábil espectáculo político pudiera simplemente sustituir a un protagonista por otro. 

 

Todavía no entendíamos que no se estaba sustituyendo a un hombre por otro, sino un conjunto de reglas por otro. No nos dimos cuenta de que nosotros también tendríamos que cambiar." Las palabras de Emily Maitlis también querían, dijo: En primer lugar, no decepcionar si digo que esto no es un despotricar de una ex empleada de la BBC. Tuve dos décadas de oportunidades que no pudieron ser mejoradas. Debo mi éxito y mi felicidad a los amigos, a las almas gemelas y al ambiente de trabajo que tuve allí y a las interminables conversaciones que mantuvimos. Pero esto es en cierto modo una exhalación. Una exhalación profunda. Todas las cosas que sabiamente no se podían decir entonces se pueden decir más fácilmente ahora. Así que intentaré hacerlo. Y aunque esto es "una conferencia", no pretende ser "un sermón". Debo saludar a los increíbles periodistas que han estado en esto desde el principio, sin miedo e impávidos. Ustedes saben quiénes son. No, esta es una forma de asumir mis errores compartiéndolos, y con la esperanza de hablar a una generación de recién llegados al periodismo que luego no los cometerán.”

“He llamado- sigue diciendo Emily Maitlis- a esta conferencia Rana hirviente: Por qué tenemos que dejar de normalizar lo absurdo. Porque mi opinión es que, a pesar de las loables protestas de Ian hace años, nos estamos anestesiando ante el aumento de la temperatura en el que se pierden los hechos, se destrozan las normas constitucionales y las afirmaciones a menudo no se cuestionan.” 

El profesor de comunicación política Claes de Vreese se pregunta: "¿Publicaría una organización de noticias un comunicado de prensa corporativo en su totalidad sin ofrecer el contexto o hacer preguntas? Y sin embargo lo hacemos con los tuits". Cree que deberíamos exigir el mismo nivel de exigencia a los mensajes de las redes sociales aunque provengan, por ejemplo, de un jefe de gobierno. "Los tuits necesitan el mismo nivel de escrutinio en cuanto a si deben siquiera considerarse para su publicación".

"Somos los periodistas, en lo más básico, los mediadores entre las acciones de los gobernantes y el público. Así que, -lo más emocionante-, creo que el reto para nosotros es cómo estar a la altura de esa responsabilidad de una manera que sea a la vez justa y sólida. Una cosa sin la otra es inútil. Permítanme terminar con un ejemplo que mi colega Lewis Goodall lanzó en el camino de las ideas mientras reflexionábamos sobre el viaje de la pobre rana hirviendo."

Imaginemos -dijo, provocativamente- que el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha anulado el caso Brown contra la Junta de Educación. Esa sentencia histórica de 1954 que pondría fin para siempre a la segregación racial en las escuelas públicas. ¿Qué harían entonces los medios de comunicación? ¿Lo documentaríamos como un hecho establecido? ¿Lo llamaríamos racista? ¿Ofreceríamos "ambas partes" y dejaríamos que la gente decidiera si le gusta?  ¿Es suficiente -en otras palabras- informar de cosas que podrían cambiar radicalmente el tejido de nuestras democracias y nuestras sociedades como si se tratara de una mera actualización meteorológica? ¿Sin dejar ningún impacto discernible en las vidas de aquellos a los que nos dirigimos? Es un gran salto. Y no estoy -por cierto- sugiriendo que algo así vaya a ocurrir en Estados Unidos.” (La rana debe saltar antes de que la temperatura se eleve y nos queme -esto lo digo yo, EDM)

A Emily Maitlis le asusta. que los periodistas sean mudos o espectadores cómplices, sin opinión propia. “Nuestro trabajo, insiste, es dar sentido a lo que estamos viendo y anticiparnos al siguiente movimiento. Es el momento, en otras palabras, de que la rana salte del agua hirviendo y llame por teléfono a todos sus amigos para avisarles. Hay que evitar  para entonces que estemos tan lejos en el camino de la pasividad, que estemos cocidos.

Otro ataque a Maitlis se produjo después de que el mes pasado ella acusara a un miembro de la junta de la BBC de ser un “agente activo del partido conservador”, lo que da forma a la producción de noticias de la emisora.

Hemos escuchado -no una sino dos veces del candidato favorito conservador- que una idea política suya fue "malinterpretada por los medios de comunicación" y que una pregunta fue formulada de "manera izquierdista".

Luego vimos a ese mismo candidato disculpándose en privado con un presentador por atacar a los medios de comunicación, como si hubiera sido un comentario poco delicado sobre su corbata y no un elemento básico de nuestra democracia.

Sólo lo sabemos porque fue grabado con un (hot mic) micrófono caliente. Esa conversación debería haberse dicho en voz alta.  Algo en todo esto nos recuerda al policía Villarejo y al ex-periodista de la SEXTA y a la nada objetiva RTVE que parece órgano semioficial del PP.

Emily Maitlis abandonó la BBC y se unió al grupo de medios rival Global, propietario de la radio LBC.

Ahora trabaja con sus excolegas de la BBC, Lewis Goodall y Jon Sopel, en la coanfitrión de un nuevo podcast sobre política. Es de esperar que el Johnson condenado por mentiroso por los Tribunales británicos no levante cabeza y que las fuerzas liberales, laboristas y progresistas  logren desandar el camino autoritario y represivo. Y que la BBC  sea modelo de información veraz y objetiva. 

* En La casa de mi tía por gentileza de Emilio Díaz Miranda