Buscar
miércoles, 24 de abril de 2024 10:18h.

Niñez y mocedad de Benito Pérez Galdós en su ciudad natal - por Erasmo Quintana

 

F QUINTANA

Niñez y mocedad de Benito Pérez Galdós en su ciudad natal - por Erasmo Quintana *

179 aniversario Pérez Galdós
179 aniversario Pérez Galdós

Exigencias domésticas insalvables nos han impedido responder a la invitación que habíamos recibido de la Casa-Museo Pérez Galdós, para participar en el 179 Aniversario del nacimiento de nuestro preclaro paisano. Este no poder ir me mueve a tratar de hacerlo hoy desde mi modesta predisposición. El pasado martes 10 de mayo es la fecha en que nació -1843- en una emblemática casona de alto y bajo de la calle Cano de nuestra capital, hoy su Casa Museo.

CASA MUSEO PÉREZ GALDÓS
CASA MUSEO PÉREZ GALDÓS

Motivo pues de orgullo, que si en el Bel Canto tiene nuestra Isla un embajador tan notorio como Alfredo Kraus, en medicina y política un Juan Negrín, y en la república de las letras hispanas nada menos que a Benito Pérez Galdós, el más grande después de Cervantes, es demostración palpable que nuestra Isla, además de ser “un continente en miniatura”, según Fray Lesco, junto a su bondad climática única donde germinan todo tipo de frutas exquisitas, también es campo fértil en dar prohombres del más rancio, reconocido y altísimo nivel mundial.

GALDÓS NEGRÍN KRAUS FRAY LESCO
GALDÓS NEGRÍN KRAUS FRAY LESCO

Ahora el Galdós que nos interesa es ese que nació y vivió sus primeros veinte años en aquella recoleta ciudad insular del siglo XIX. De sí mismo dijo que su infancia le suponía de poco interés, pues la suya era igual que todas las infancias. Sin embargo, creemos que esta época de la vida es cuando se empieza a fraguar las grandes inclinaciones profesionales del futuro. Vio la luz primera en los momentos en que su padre era depuesto como gobernador militar del Castillo del Rey, en Las Palmas de Gran Canaria. El motivo fue a raiz de una revuelta castrense en la Península. Su progenitor, Sebastián Pérez Macías, molesto por el hecho, dirigió una carta de puro estilo galdosiano a su inmediato superior: “Aspiro a vindicar mi honor ante mis conciudadanos y no a otra cosa. Yo, que he visto premiados mis servicios a la Patria con Las Cruces de San Hermenegildo y Alburquerque, suplico se enumeren los delitos que resulten para justificar todo esto”. Como consecuencia de su protesta, fue repuesto en su cargo. Los primeros años de vida del niño Benito estuvieron marcados por un ambiente decimonónico, histórico y militar, con testigos familiares directos de la Invasión napoleónica y posterior Guerra de la Independencia.

CASTILLO DE SAN FRANCISCO O DEL REY - LPGC
CASTILLO DE SAN FRANCISCO O DEL REY - LPGC
TEATRO CAIRASCO
TEATRO CAIRASCO

Las Palmas era una tranquila ciudad canaria, donde nada ocurría. De nueve hermanos, Benito era el benjamín. El mismo año en que nacía  se inauguró el Teatro Cairasco, actual Gabinete Literario. Niño mirón agarrado a la falda de su madre, observar todo parecía ser lo que le hacía feliz. Pronto despuntó con su facilidad para hacer caricaturas, lo que le reportó más de un disgusto. Sus primeras letras las tuvo en un colegio privado de origen británico, dirigido por doña Luisa Bolt. Sus maestras decían de él que era un niño muy distraído y silencioso. Su coetáneo Agustín Millares Cubas publicó en “La Lectura” de Madrid, “Benito Pérez Galdós: Recuerdos de su infancia en Las Palmas”, donde recoge impresiones de la escuela británica que acudía Benito, en que a las niñas se les daba costura, planchado y cocina, al tiempo que se las instruía en “cartas amorosas” para ver quién decía mejores lindezas a los novios, conteniendo mayor refinamiento. Los niños y las niñas se sentaban por separado; se ataba el pie del niño o la niña a la pata de la mesa con cinta de color, según la gravedad del hecho cometido. Para el niño Benito, mirón, pacífico y observador, todos estos hechos debían suponerle escalofríos en su receptiva imaginación.

AGUSTÍN MILLARES CUBAS
AGUSTÍN MILLARES CUBAS
PÉREZ GALDÓS, ALUMNO DEL SAN AGUSTÍN
PÉREZ GALDÓS, ALUMNO DEL SAN AGUSTÍN

Superada ya su primera etapa escolar, ingresó en el Colegio de San Agustín, donde cursó estudios de Bachiller. Es aquí donde se forja su pensamiento liberal, que podrá evidenciar a la muerte del felón Fernando VII y el regreso de los exiliados políticos. Tuvo como profesor a Graciliano Alfonso, que había sido diputado en uno de los paréntesis liberales de aquellos años turbulentos.

GRACILIANO AFONSO
GRACILIANO AFONSO

Considerándose que el Teatro Cairasco estaba quedando pequeño, se inició una réplica de mayor cabida junto al Guiniguada, donde casi rompían las olas. Esto fue motivo para el joven Benito ridiculizar el sitio elegido, haciendo mofa caricaturesca -material que se conserva- donde quienes estaban en la platea del teatro eran los mismos peces como primeros espectadores. Paradoja que ya hoy no se da con la incorporación de territorio ganado al mar, para hacer la avenida marítima. 

PÉREZ GALDÓS GRAN TEATRO DE LA PESCADERÍA
PÉREZ GALDÓS GRAN TEATRO DE LA PESCADERÍA
GALDÓS JOVEN
GALDÓS JOVEN

Con 20 años y ligero de equipaje, Galdós llegó a Madrid, dispuesto a estudiar leyes, pero pronto se dio cuenta que lo que le afecta son los problemas sociales que presencia: la sanidad, el trabajo, las obras públicas y el comercio (problemas seculares que llegan hasta hoy), por lo que aparece el gran escritor para dar testimonio de un temple moral de indudable valor cívico. Con su magistral pluma, en sus novelas aparece el discurso crítico, sonoro y dramático de un humanista irredento y fiel notario del letargo general de la nación que cristalizaba en la Villa y Corte. Aquí nacieron grandes novelas como Fortunata y Jacinta, Marianela, La de Bringas, La Desheredada, Misericordia, Dña. Perfecta, El Audaz, Miau, El amigo Manso, Electra, El Abuelo, El doctor Centeno…Y su monumental “Episodios Nacionales”, que inicia con Trafalgar, La Corte de Carlos IV, El 19 de marzo y el 2 de mayo, Bailén, Napoleón en Chamartín, Juan Martín el Empecinado, La batalla de los Arapiles…

 

OBRAS COMPLETAS PÉREZ GALDÓS
OBRAS COMPLETAS PÉREZ GALDÓS

Nuestro malogrado y entrañable amigo, poeta del Mediosiglo, Manuel González Sosa, me contaba que en la fase de la agonía de Galdós, fueron testigos de las llamadas infantiles a la madre, su sobrino José Hurtado de Mendoza y Rafael Mesa y López, al tiempo que entonaba canciones aprendidas en su niñez de Las Palmas. Fue un grancanario incrustado en la principal urbe.

MANUEL GONZÁLEZ SOSA
MANUEL GONZÁLEZ SOSA

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Erasmo Quintana   

ERASMO QUINTANA

 

 

MANCHETA FEBRERO22