Ojos que te vieron dil, mi amol - por Nicolás Guerra Aguiar *

    Ya lo avanza con antelación el señor Soria López: tras las elecciones generales de noviembre el PP no coqueteará para conseguir un pacto de gobierno con CoATIción. Pero lo que no puede controlar es que las querencias del señor Clavijo, presidente de Canarias, tiren más para el PP que para el PSOE, su incómodo aliado en el segundo semestre del año. Por tanto, el señor Soria no rasgará su guitarra juvenil aunque, eso sí, astutos sentidos lo llevaron el lunes pasado a citas, diálogos, everestianas cumbres… que, incluso, podrían acabar en complicidades también con los psocialistas gomeros curbelianos, que el Diablo son las cosas. Con lo cual el triunvirato ya sería mayoría absoluta.    

Había conectado en Madrid con el señor Clavijo cuando este presentó sus palabras en el Círculo de Empresarios (o algo así): fue su invitado de honor. Y el señor Soria reclama “la flexibilización de la normativa sobre el territorio” como algo muy importante para el desarrollo de Canarias. Mas hete acullá que se trata de la más importante obsesión del señor Clavijo, es decir, que la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias se temple y suavice para empezar a conjuntar cemento y bloques hasta en El Farallón de Sardina del Norte si fuere menester.

Porque le sospecho al señor Clavijo que aquello de la ordenación del territorio y el medio ambiente–discordante matraquilla con el cabildicio señor Morales- está bien para Europa, pero casualmente esto es África: ¿de dónde, si no, provienen los primeros pobladores de Canarias? Y como la Asociación de Empresarios Constructores conoce la monomanía del señor Clavijo, y cada uno jala legítimamente la garepa para su fogalera, le organizó un desayuno. En medio del mismo volvió el señor presidente a derrochar originalidad y sabia prudencia: el desarrollo económico ha de contar con la construcción, predijo. Y además habló de puentes: ¿acaso alguno para la carretera de La Aldea?

En volviendo a la jiribilla emocional que manifiesta el señor Clavijo con el señor Soria López, el primero recibió como regalo por su iniciación en la presidencia lo que ningún Gobierno coático había logrado: una cumbre política (ya acabada) entre secretarios de Estado, subsecretarios, secretarios nacionales y altos cargos nacionalistas del Gobierno canario –bloque no psocialista, indudéibor- bajo la compartida presidencia de ambos dos mandatarios. Dicen que el hombre terminó ralito como el escaldón.

Comentan en sacristías que, así de casualidad, estuvo presente alguna estructura mental del PP, hoy señoría en el Parlamento canario. Acaso discutieron sobre el reparto del poder a partir de 2016, una vez demostradas sus cualidades y preparaciones. Cualidades y preparaciones que haylas y con rigor al menos en cuatrienios acumulados: algunas señorías llevan en la política desde sus primeros barros pubertales (para los puristas, granos puberales), tiempos aquellos del milenio anterior. (Aunque en decenios nadie le gana al señor Mayoral, ahora director general de lo que le echaron, que él sabe de todo... ¡Lleva 30 años!)

   ¿Y qué se van a repartir PP y CoATIción con los psocialistas gomeros del señor Curbelo? Pues, mal que les pese, solo lo que abandonarán los psocialistas canarios,que no son del señor Curbelo. Y lo harán una vez se dé a conocer oficialmente el repudio ático al PSOE. Porque todos son conscientes de que aquello no es más que un apaño, un salir del paso hasta que el señor Clavijo desestructure lo que en ocho años montó el señor Rivero, ya con la ayuda de los de siempre, ya con el PP, aunque esta alianza duró poco. Pero sin problemas, claro: los psocialistas canarios aceptaron en 2009 su apoyo al Gobierno riveriano con la promesa de que los llamaría para compartir en la legislatura siguiente, la de 2011. Y la verdad es que el hombre cumplió, al menos en eso. Privadito su juicio que estuvo el anterior vicepresidente y consejero de Educación: levitaba y pletorizaba.

   Dicen sacristías bien informadas que los casimirianos gomeros andan desarretados con la venganza que les van a poner al alcance de su mano (una consejería, una o dos viceconsejeríasy algunas direcciones generales) si forman triunvirato con CoATIción Canaria y PP en enero de 2016. Deambulan enfurruñados y jeringados desde que los expulsaron del PSOE por un “quítame de encima a este madero / que no sabe quién soy/ ni que mi hijo es mi heredero”, que musicó el senatorial señor Curbelo casi en la del alba madrileña aunque sin el privilegio craneal de Max Estrella, noctámbulo personaje valleinclanesco detenido por équites municipales que tampoco conocían los cuatro dialectos del griego.(Y por otras aparentes nimiedades que da hasta sentimiento nombrarlas, tal es su pequeñez frente a montajes estructurados como Dios manda y que sí demuestran la importancia de un buen puesto en la política.)

   Y dícese que sí, que los psocialistas del sector casimiriano ven con buenos ojos tal pacto de salvación para tumbar con cangos y pardeleras los rigores moralesanos que rechazan gasificaciones a manta. (¿Acaso no tienen suficiente –dice el señor presidente cabildicio- con el gas embotellado en el agua de Firgas, el Clipper, la Dorada, la Tropi, las cebollas de Gáldar e incluso, mismamente, el agua de Teror, a cuyo fluido expansivo le cogió gusto desde su tiernita edad el nuevo señor consejero autonómico de la cosa industrial y energética?)

Esconchabados, pues, podrían quedarse los viejos amores tras la entente cordial del tripartito, engodados los gomeros con tal oferta. Por tanto, no sé si los incómodos aliados de hoy sobrepasarán el mes de enero próximo en el Gobierno de Canarias, aunque todo depende de las elecciones generales. Y encima hacen determinados nombramientos que enrabiscan a su propia gente, cual el de aquella señora PPsocialista. La obsesión por el coche oficial me los tiene echaditos a perder... (Es tan corto el amor y es tan largo el olvido..., que dijo Neruda.)

* En La casa de mi tía por gentileza del autor