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domingo, 28 de abril de 2024 01:53h.

El Plan General de Ordenación de Los Llanos de Aridane, como ejemplo de lo que no se debe seguir haciendo en Canarias - por Pedro Higinio Álvarez Rodríguez

 

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El Plan General de Ordenación de Los Llanos de Aridane, como ejemplo de lo que no se debe seguir haciendo en Canarias

Pedro Higinio Álvarez Rodríguez, economista *

 

Posiblemente, los planes de ordenación del territorio son los documentos de gestión pública de carácter plurianual más importantes de cualquier municipio. En este sentido,  desde el pasado 24 de noviembre, se encuentra en exposición y consulta ciudadana, el  Avance y Estudio Ambiental Estratégico del Plan General de Ordenación de Los Llanos  de Aridane (PGO), donde se determinan los ejes estructurantes de su desarrollo  económico y social para los próximos años. 

En política, las casualidades raramente existen y es mucha casualidad que el anuncio haya  salido el mismo día en el Boletín Oficial de Canarias y en el de la Provincia y por ello,  haciendo coincidir la mayor parte del periodo de consulta y elaboración de alegaciones,  con el periodo de tiempo donde la sociedad que hemos creado entre todos, nos obliga a  que seamos felices, nos divirtamos, gastemos el dinero que no tenemos y deseemos lo  mejor al prójimo y así, seguir ignorando asuntos que tanto nos afectan y dejando que otros  decidan por nosotros.  

El actual grupo de gobierno del Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane se ha contagiado muy pronto del delirio desarrollista que ha caracterizado a las anteriores corporaciones y  por ello, la opción económica que defiende para el litoral del municipio es la de urbanizar  y desarrollar la actividad turística y residencial, en la franja costera que va desde el núcleo  de Puerto Naos hasta el sur del Charco Verde y de la carretera hacia el mar. 

Pero nada de esto es nuevo, ya que desde la elaboración de los primeros documentos de  planificación territorial que se han propuesto o aprobado para La Palma, desde los años  70 y 80 del siglo XX, el litoral de Los Llanos de Aridane, siempre ha sido “objeto de  deseo” para su urbanización y la creación de miles de camas turísticas. 

Se trata de unas fincas de la máxima productividad agraria, debido a sus horas de sol,  temperatura media anual, riqueza del suelo y calidad del agua de riego, donde se produce  un 90,48 % más de kilos de fruta por fanega y hay un 37,50 % más de plantas por fanega,  al aire libre, que la media de Canarias. 

Ante este nuevo intento de atropello contra un suelo agrícola de máxima calidad, ¿no  tienen nada que decir las entidades agrarias de La Palma? ¿no tiene nada que opinar la  Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias, por la descapitalización irreversible  que supondría arrasar con parte de las mejores fincas plataneras y agrícolas del  Archipiélago? 

De manera paralela a la tramitación administrativa del PGO y sobre parte del mismo suelo costero, desde hace algunos meses se viene avanzando por parte del Cabildo de La Palma  y el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, en un expediente administrativo  denominado “Instrumento de Planificación Singular Turística para la Ordenación  Estructural y Pormenorizada del Litoral de los Llanos de Aridane”.

Lo que se pretende con el mismo, es urbanizar un área que abarca una extensión de 28,25  hectáreas y que representa, aproximadamente, la superficie de 40 campos de fútbol, entre  el Hotel Sol y Punta Cho Bito, próximo al Charco Verde y por debajo de la actual carretera  que conecta Puerto Naos con El Remo, con el objeto de construir 2.600 camas turísticas. 

Este PGO de Los Llanos de Aridane, es, una vez más, la punta de lanza para convertir  gran parte del litoral y de las medianías desde Fuencaliente hasta el Puerto de Tazacorte  en un espacio turístico y los argumentos de los decisores públicos se centran, esta vez, en  el marco del mal llamado proceso de reconstrucción de La Palma, una vez finalizada la  erupción volcánica de 2021.  

La iniciativa para urbanizar este espacio en los Llanos de Aridane, no está aislada de otros  proyectos, ya que conforma una pieza más del “pack desarrollista” formado por la  carretera desde El Remo hasta Fuencaliente, la vía de circunvalación y acceso al Puerto  de Tazacorte, la nueva carretera desde el túnel de la Cumbre y otras iniciativas turísticas  impulsadas o apoyadas por los otros ayuntamientos del Valle, con el objetivo de dar un  vuelco a la realidad social, territorial, económica y cultural del Valle de Aridane y con  graves implicaciones en la calidad del empleo creado, el uso del agua, la generación de  residuos o el consumo energético. Supone seguir afianzando el mismo modelo productivo  que está colapsando en otras islas y que nos está llevando en Canarias a la situación de  crisis social, económica y ambiental que estamos sufriendo. 

Si estas zonas del litoral de Los Llanos de Aridane, no se han urbanizado todavía es,  principalmente, porque la rentabilidad del plátano en dichas zonas, es tan alta, que no  compensa su venta para la urbanización. Estas zonas deben salvaguardarse para siempre  de su urbanización, ya que constituyen un activo económico, paisajístico y social de  primera magnitud para el uso y disfrute de las generaciones venideras. Ni Canarias ni La  Palma, se pueden permitir el lujo de perder una fanega más de suelo productivo agrario. 

Seguimos defendiendo que los agricultores del plátano al aire libre y que practiquen una  agricultura integrada o ecológica, deben tener derecho a recibir una compensación  monetaria directa, independientemente de la recibida por kilo comercializado, debido al  beneficio paisajístico que genera su actividad y que es una de las señas de identidad de  La Palma. 

Este tipo de actuaciones de gran impacto territorial con implicaciones en la sociedad y en  la economía de la isla, hace que debamos poner de nuevo sobre la mesa de debate, la  posibilidad de retirar a los ayuntamientos, las competencias urbanísticas que tienen  actualmente para impulsar y aprobar planeamientos que califiquen suelos como turísticos, y que éstas pasen al Gobierno Autónomo, que debe legislar y tomar  decisiones desde un ámbito regional, posibilitando un auténtico debate público, previo a  la toma de decisiones.  

Un ayuntamiento, que en este caso es el de Los Llanos de Aridane, de manera unilateral,  no puede ni debe tomar decisiones sobre el territorio, que afecten de manera tan  importante a la isla en su conjunto.

Desde mi punto de vista, la planificación territorial debe hacerse desde la base de un  proceso previo de integración municipal, para que el Valle de Aridane sea un solo  municipio, con la unión de El Paso, Los Llanos y Tazacorte y que la isla de La Palma no  tenga más de tres Ayuntamientos, en el horizonte temporal de 2030. 

Y en el marco de la planificación insular, impulsar y formalizar un pacto para garantizar  la protección efectiva y activa del suelo agrícola en el Valle de Aridane, la protección real  de las coladas volcánicas y limitar la dispersión urbanística residencial y turística,  colmatando previamente los núcleos urbanos existentes. 

Este avance de planeamiento para Los Llanos de Aridane supone seguir profundizando  en un modelo de desarrollo económico que ha hecho de Canarias una de las regiones  españolas y europeas con los peores indicadores de desempleo y precariedad laboral,  desigualdad social, crisis ambiental, vulnerabilidad geoestratégica o corrupción. 

* Gracias a Pedro Higinio Álvarez Rodríguez 

PEDRO HIGINIO ÁLVAREZ RODRÍGUEZ
PEDRO HIGINIO ÁLVAREZ RODRÍGUEZ
mancheta oct 23 2