¿Para qué una corona si el resto de la dentadura está sana? - por Maribel Santana, activista, historiadora *

Esta graciosa frase del grupo argentino Les Luthier, tan crítica, sardónica  y llena de ingenio, nos trae a la memoria  en estos días  la llegada del desmérito, como le llama el coronel  Amadeo Martínez Inglés  al Rey ladrón y putero de la casa borbónica, digo, nos lleva a dar  otra vuelta sobre el mismo análisis.

Resulta que el gobierno del PSOE en su empeño por  salvar la corona, institución arcaica que no tienen razón en la época histórica que andamos, se empeña en que  Juan Carlos el escapista, hable a los españoles sobre lo que ha hecho y que pida disculpas.

En un intento de salvar lo establecido, además,  la transición la empezó a hacer Franco para dejarlo todo atado,  nombrando  al  Borbón para  la continuación del régimen,  maquillado en formas modernas y democráticas, pero en esencia, siguiendo todo casi igual.  Digo,  en el intento, los ricos se imponen y el gobierno de las Españas obedece (los ricos son en el 95 por ciento franquistas, conservadores, explotadores y militaristas) en que unas palabritas del putero borrará  la mácula a la  casa real y al  régimen para siempre y que siga todo igual de estupendo, pues es la democracia más perfecta del mundo.

Claro, el problema es que están atrapados en su misma red anti natura. La gran constitución española que la hicieron para que la cumplieran los pobres y los ricos se la metieran por el forro, que esa lo que hacen. O sea,  la  constitución de los ricos, blinda  a la corona. Algo tan grandioso que no hay por donde salir.

La gran carta magna, ecuánime y perfecta, le ofrece y permite al rey en su artículo  56, nada más y nada menos,  que puede hacer lo que quiera y cuanto guste pues será inviolable.  Con esta premisa divina invita al rey, mortal al fin y a la postre, a hacer los grandes estragos que ha hecho y seguirán haciendo sus  sucesores por los siglos de los siglos, amen. Lleva esta dinastía desde 1700 dejando las arcas vacías, hasta nuestros días. Pero el rey  que no le  sirve es el  de la república popular de  Corea del Norte. Para estos no hay explicación de la razón de ser rey.

Como quiera que no se cuestionan la gran transición y sus leyes  hechas  para unos pocos, pues se dan de narices contra  su propio legado. !La esquizofrenia!

Una vez más y cada cierto tiempo, se tambalea la estructura criminal de su régimen (fruto de la lucha e idea de clase) y tienen que estar blanqueando, decretando, y haciendo de tripas corazón para que les aguantem a los ricos sus beneficios.

Así están intentando blanquear la corona con la persona del rey putero, como si se tratase de un problema individual y no de la institución. Repitamos otra vez que la institución está hecha para delinquir.  pues es reflejo de sus mismas  y  propias leyes que le amparan.

La derecha no se corta un pelín  en defender que no ha pasado nada, que el rey no roba o que la ley constitucional lo ampara. Y tienen razón, en esto último.  La otra derecha camuflada (PSOE-gobierno) quiere perpetuar la corona, ya que el IBEX35 (el verdadero estado)  lo demanda. Así, disimulando, y poniendo pañitos calientes para que se pase pronto el dolor y todo siga su curso normal. 

Esa televisión que se dice progre, con sus tertulianos turnándose, pero todas y todos con su machaqueo constante, blanqueando la institución y separando al rey Juan  Carlos de su hijo Felipe y   comparándolo. Es la misma paliza de vodevil que se traen con la guerra de Ucrania: mentiras, enredos,  exageraciones, bulos, manipulación, calumnias, para seguir ganando los de siempre. 

Hasta un Eduardo Inda, este tertuliano  de derechas, hace críticas al rey, en particular, para poder salvar la corona. Y otros por el estilo que  coincidiendo con el gobierno,  reflejan  sus intenciones  y más. Hasta Isabel Díaz Ayuso, que sólo habla de la importancia del rey Felipe, obviando  a  Juan Carlos. Que alguno con este percal  y este guion se atreva a decir que esto no está orquestado por el régimen franco-monárquico-neoliberal,  que baje Dios y lo vea.

Hay que cortar y acabar con  la metástasis, porque  si no, vuelven  los bultos a salir por donde sea.   La rabia se acaba matando al perro.

El rey de antes, está todo preparado y el libreto montado, dirá aquello de que no volverá a ocurrir, o cualquier otra  justificación. Y así  ya está todo arreglado y blanqueado, en vez de obligarle a devolver lo robado y meterlo en presidio y preparar un referéndum sobre monarquía o república.  O tal vez no diga nada, se acostumbrará a venir a España, con su gracia campechana para que le hagan en su momento  un sepelio de gran envergadura, por ser el rey de la transición democrática  y haber salvado a España, según la lectura de la lengua de serpiente de la derecha y la otra derecha-PSOE.

El rey no tendría que pedir perdón porque la constitución lo ampara en su artículo 56.  Habla sobre la inviolabilidad del rey. Aquí está el gran privilegio que le han otorgado. Es así de sencillo. 

¿De qué problema, moral, personal, con base en lo que hace el rey hablan los  interesados en salvar la corona? ¿acaso la constitución que se hizo para que los reyes y los ricos  vivieran como dioses y robaran de las arcas públicas del dinero de los trabajadores, tiene algún ápice de moral? Y el artículo en cuestión ¿tiene algo de moral?

Por la boca muere el pez y todos aquellos que  arrojan por la puerta, colándoseles luego por la ventana.  La hipocresía per se.

Lo que no sirve y lo que es amoral son las leyes capitalistas contra los trabajadores, lo que es amoral es que un régimen se meta en guerra asesinando a una población ajena a sus intereses, lo que es amoral es arrasar el medio ambiente causando millones de desplazados, hambrunas y enfermedades, lo que es amoral es la mala vida y la miserabilidad de los trabajadores y masas populares por  causa de los explotadores, lo que llega a los ojos de Dios para los creyentes, son las cloacas de espionajes sobre políticos, intelectuales y personas elegidas legalmente, Lo que es y no tiene pies ni cabeza es el régimen franco-monárquico-neoliberal. La metástasis.

Así que derecha y otras derechas-gobierno quieren lo mismo y defienden lo mismo, unos dicen A y otros dice B, solo se quedan en las formas. La esencia no la tocan. El guion está montado, el rey no viene solo porque le da la gana, lo están  utilizando y manejándolo   para el mismo blanqueo.

Rememorando a Bertolt Brecht:

Cuando un delito se multiplica nadie quiere verlo.

 * La casa de mi tía agradece la gentileza de  Maribel Santana