¿Por qué es un escándalo aplaudir a los nazis ucranianos, pero no lo es armarlos? - por Aaron Maté
¿Estafó Zelensky a Trudeau con un anciano nazi? Larry Johnson en A SON OF THE NEW AMERICAN REVOLUTION
¿Por qué es un escándalo aplaudir a los nazis ucranianos, pero no lo es armarlos? - por Aaron Maté
El parlamento de Canadá se disculpó por homenajear a un veterano ucraniano de una unidad militar nazi de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la actual alianza de la OTAN con las unidades neonazis ucranianas sigue intacta.
El gobierno canadiense se disculpó después de darle una cálida recepción en el parlamento a un veterano ucraniano de una unidad militar nazi de la Segunda Guerra Mundial. Yaroslav Hunka, de 98 años, fue honrado luego de un discurso del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, quien se unió al primer ministro canadiense Justin Trudeau y a toda la Cámara de los Comunes en una ovación de pie. Hunka, declaró el presidente parlamentario Anthony Rota, es un “héroe canadiense” que “luchó [por] la independencia de Ucrania contra los rusos”.
Los aplaudientes legisladores de Ottawa pasaron por alto que los rusos, en ese momento, eran aliados canadienses contra los comandantes nazis de Hunka. Hunker sirvió en la 14.ª División de Granaderos Waffen de las SS , también conocida como SS Galichina, una unidad del ala paramilitar del Partido Nazi. SS Galichina estuvo directamente involucrado en las atrocidades nazis, incluida la masacre de Huta Pieniacka de febrero de 1944, donde cientos de aldeanos polacos fueron quemados vivos.
Después de una protesta, Rota emitió quizás la disculpa más vaga jamás registrada por elogiar a un nazi. El legislador canadiense refirió haber “reconocido a un individuo en la galería”, para luego “tomar conocimiento de más información que me hace arrepentirme de mi decisión de hacerlo”. Por su parte, Trudeau culpó a Rota y rápidamente pasó a afirmar la necesidad de “contrarrestar la propaganda rusa, la desinformación rusa y continuar con nuestro apoyo firme e inequívoco a Ucrania”.
Si Canadá y sus aliados de la OTAN fueran consistentes en repudiar a los nazis ucranianos, se verían obligados a renunciar no sólo a un anciano veterano, sino a algunos de sus aliados actuales.
Aunque no estoy de acuerdo con que el Kremlin califique a Kiev de “régimen nazi”, es innegable que un poderoso movimiento neonazi y de extrema derecha está incrustado en el ejército de Ucrania. Este movimiento formó el corazón del golpe de Maidan, respaldado por Estados Unidos, que derrocó al presidente ucraniano Viktor Yanukovich en febrero de 2014. Y en la casi década de guerra posterior, los gobiernos occidentales han sido un aliado fundamental.
* Gracias a Aaron Maté y a la colaboración de Federico Aguilera Klink. Publicado originalmente en la web del autor
