¿Quién dijo que el bipartidismo en España ha muerto? - por Erasmo Quintana *

Es lo mismo que afirmar que el Sistema ha finiquitado, y ya quisiéramos…

El tiempo todo lo cura, dicen los teóricos, aunque también hay quienes afirman que el tiempo, como tal, no existe. Pero, opinión por opinión, afirmamos que sí existe, que es tangible para nosotros los humanos a los que nos devora lenta e inmisericordemente hasta el final del ciclo vital de cada uno, al tiempo que sirve de eficaz maduración intelectual y propiciador del cambio de percepción de la realidad. En el tema de la mujer lo vemos claro, terreno donde se ha evolucionado infinito.

En el aforismo “El hombre vale por lo que hace, y la mujer por lo que es”, se declara la desigualdad de género, a lo que se podría añadir una evidente prepotencia. Decíamos que el tiempo marca nuestra forma de pensar, evolucionando nuestras conductas frente a los problemas del vivir. El fénix de las letras españolas, Miguel de Cervantes, es un ejemplo de lo que se está queriendo decir relativo a que su opinión es fruto de que fue un verdadero hijo de su tiempo. En “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha” lo vemos con claridad: Sancho Panza, con su bendita ingenuidad, esperaba el nombramiento de Gobernador de la Ínsula Barataria, hecho que le llegó a los que querían reírse y disfrutar de la simplicidad del escudero. Aquéllos lo sometieron a unas pruebas para “saber si era digno del prometido nombramiento”. Una de ellas fue que llegaron a su presencia una pareja campesina, en que la moza le solicitaba al “Gobernador” justa reparación al mozo que la había violado. A ello Sancho, haciendo gala de buen juez, le preguntó a la chica si había defendido su virginidad, cerrando como debía las piernas, cosa que al parecer no hizo. A esto, Sancho le ordenó al joven darle a ella una cantidad de maravedíes en una bolsa, como pago. La mujer salió muy alborozada con la talega del dinero, al tiempo que Sancho le dijo al joven que la siguiera y se la quitara. Fue lo que hizo, pero ella se metió la bolsa enmedio de los muslos y no hubo manera de quitársela. Ante esto, Sancho la mandó llamar y le ordenó a la mujer le diera la bolsa al joven, al tiempo que le decía: “Si hubieras defendido tu honra con la misma firmeza que defiendes la bolsa del dinero, no te hubieran violado”.

El capítulo dice a las claras que un genio de la literatura universal como es Cervantes, fue un claro ejemplo de misoginia, pues pensaba que si la mujer se lo proponía, era imposible violarla. Otro caso, el filósofo alemán Arthur Schopenhauer, que en su obra “El amor, las mujeres y la muerte”, la comienza diciendo que “sólo el aspecto de la mujer revela que no está destinada a los grandes trabajos de la inteligencia ni a las especialísimas dedicaciones  materiales”. Este filósofo alemán, nacido en el siglo de Las Luces, toda su apuesta idearia pretende ser una auténtica “crítica de la razón”. Hay otro filósofo español, José Ortega y Gasset, que divagó en “Meditación de la Criolla”, de la Pampa argentina, es un ensayo que contiene idéntico mensaje. Añadiremos también el francés Rousseau, al afirmar que “Las mujeres, en general, no aman ningún arte, y no son inteligentes en ninguna competencia, por lo que carecen de genio. Basta observar lo que ocupa y les distrae la atención en un concierto, en la ópera o en la comedia, así como advertir el descaro con que continúan la cháchara en los lugares más hermosos de las más grandes obras maestras”.   

Por fortuna, hoy todo esto pertenece al pasado y son pasos de gigante a la modernidad los que se han dado. Por ejemplo, Simone de Beauvoir, filósofa francófona que escribió la biblia del feminismo. Si forzamos el razonamiento, de aquella época de penumbra en los derechos de la mujer, llegamos a la comprensión, tratamiento y entendimiento del humanismo evolucionado, y el sexo femenino en equiparación en todo con el hombre. 

Hasta esta celebración del Día de la Mujer, 8M, en que la política mal entendida hizo que hubiera dos manifestaciones, y en que se usó el feminismo como ladrillo que se arrojaron unas contra otras. No sé si el país ha comprendido esa división de las mujeres en su día con la ley del “Sólo sí es sí”, que por cierto muchos no hemos entendido, porque no se explicó bien. Si el problema consistía en la minoración de las penas que posibilitó la excarcelación anticipada de muchos condenados por maltrato a la mujer, ¿por qué no se abordó este tema en exclusiva, sin tocar más aspectos de dicha ley? Pensamos que el meollo del retoque y apoyo del PP contra lo proyectado por Podemos (que ha hecho posible renacer el antiguo bipartidismo), no sea debido a la Ley misma, sino a que Irene Montero no se apunte el éxito como ministra de Igualdad exclusivamente. Nos preguntamos: ¿se aprovechó con oportunidad el retoque a la Ley del “Sólo sí es sí” para darle la vuelta al calcetín? La enmienda a la totalidad del PP (que compró el PSOE en su integridad), ¿no es una ignominia de éste a la compañera de Gobierno en toda regla? ¿Tanto ha tenido que ver las elecciones municipales y autonómicas de mayo, para desnaturalizar una tan necesaria Ley en favor del feminismo español?

* Gracias a Erasmo Quintana