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jueves, 18 de abril de 2024 10:09h.

Recordando a Antonio González Ramos (1946-1975) - por Manuel de la Rosa Hernández

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Recordando a Antonio González Ramos (1946-1975) - por Manuel de la Rosa Hernández

 

El 30 de octubre se cumple un nuevo aniversario del asesinato de Antonio González Ramos.

Manuel de la Rosa Hernández | Este 30 de octubre se cumplirán 46 años del asesinato de Antonio González Ramos, fallecido a consecuencia de las torturas que le infligió el comisario de policía Manuel Matute Fernández. El dictador Franco estaba en las últimas y su régimen daba sus últimos estertores, pero seguía provocando la muerte. Recientemente se había aprobado el real decreto 10/1975 de prevención de terrorismo permitía detenciones de hasta 10 días en dependencias policiales. Antonio González contaba con 39 años de edad, obrero y militante de la izquierda comunista, fue asesinado por el comisario José Matute Fernández en la madrugada del 29 al 30 de octubre 1975, en los sótanos de la actual Subdelegación del Gobierno (Gobierno Civil en aquellos tiempos) 20 días antes de la muerte de Franco. Había regresado no hacía mucho tiempo de la emigración en Alemania a la que había marchado en los años 60.

Antonio González Ramos que trabajó en la fabrica de tabaco Philis Morris, colaboró en la construcción de las primeras Comisiones Obreras en la isla, además de activista sindical, se había destacado en la dinamización del naciente movimiento vecinal en los barrios de su entorno. Antonio González Ramos sería la última víctima del franquismo en vida del dictador. “En el aciago día 29 de octubre de 1975. En una concatenación de casualidades, Antonio fue detenido por la Brigada de Investigación Social, la policía política del franquismo. En casa de un amigo suyo había sido hallada una maleta con panfletos y documentos del PUCC, que había llevado para que le guardaran y, en otro lugar de la misma vivienda, unos cartuchos de dinamita que el amigo, trabajador ocasional de la construcción, tenía para emplear en la pesca clandestina. Fue lo suficiente para exacerbar el celo de los sicarios”, nos recuerda Julián Ayala, compañero de militancia de Antonio González Ramos en la OPI (Oposición de Izquierdas del PCE), en lo que poco después sería el PUCC (Partido de Unificación Comunista en Canarias), próximo políticamente al MC.

Antonio González Ramos, fue detenido y llevado a las dependencias policiales en el sótano de la Subdelegación del gobierno. Horas más tarde de su detención, Antonio González murió a consecuencia de los golpes que le propinó el inspector José Matute Fernández, el judoka Matute literalmente reventó al comunista Antonio. Allí fue torturado y golpeado hasta la muerte por el comisario, José Matute Fernández, perteneciente a la Brigada Político-Social, cuerpo especial creado por el régimen, con el asesoramiento e instrucción de elementos del régimen nazi alemán.

Durante la madrugada había sido asesinado en los sótanos del Gobierno Civil de la calle Méndez Núñez, en Santa Cruz de Tenerife, el informe oficial de la policía franquista, justificaba la muerte con la patraña de que el detenido se había suicidado al tirarse de un vehículo oficial en marcha.

Dejaba viuda a una mujer joven y convirtió en huérfanos a cuatro niños. Su asesinato provocó un amplio repudio social. En aquellos días salíamos a la calle aquella misma noche al finalizar el funeral en la Iglesia de San Francisco en Santa Cruz de Tenerife, siendo enfrentados no solo por la policía nacional, sino por comisarios de la BPS, pistola en mano.

Cuando asesinaron a Antonio González Ramos paralelamente fueron detenidas unas cuantas personas, entre las que se encontraba el letrado Alfredo Horas Casanova, el principal abogado del despacho laboralista que había defendido a los trabajadores de la Philip Morris y, por tanto, al propio Antonio González Ramos. Estuvieron encerrados en las dependencias policiales durante 10 días, “10 días encerrados sin hablar con nosotros, en la celda, ni nos interrogaron. Nos detuvieron para que no montáramos nada a raíz de la muerte de Antonio”.

El Ministro de la Gobernación que ocupaba el cargo en aquel momento de su asesinato en octubre de 1975 era José García Hernández. Poco después recomienzan las huelgas obreras y las protestas estudiantiles. Muere Franco el 20 de noviembre. Se conforma un nuevo gobierno del régimen franquista de Arias-Areilza-Fraga.

A pesar de que la dictadura estaba en pie, acosado por las investigaciones judiciales, Matute huyó a Venezuela, de donde regresó un año más tarde,. Aunque fue procesado, el juicio no llegó siquiera a celebrarse, pues en 1977 fue indultado acogiéndose al Ley de Amnistía y se reincorporó a sus tareas como policía. Aquella auténtica ley de punto final dejó impune aquel crimen y muchas otras muertes y torturas de policías del régimen pero también dejó intactas las estructuras del estado franquista español (policiales, militares, judiciales,…). El Tribunal de Orden Público se tornó en Audiencia Nacional. Hasta el momento no ha habido ningún cargo del estado español que pague por estos crímenes de estado. Ha tenido que ser desde la justicia argentina que se empiecen a tomar cartas en el asunto, como se ha visto con el caso del ministro franquista Martín Villa, con el criterio de la universalidad de la justicia y de los DDHH y por la consideración que los crímenes de lesa humanidad no tienen fecha de caducidad.

Este comisario asesino fue indultado y se reincorporó a su antiguo puesto de comisario, en el primer gobierno de Felipe González fue reintegrado por con un destino en el departamento de elaboración y custodia de los datos de las personas detenidas en Madrid. La protesta del diputado de la Unión del Pueblo Canario, Fernando Sagaseta, no fue tenida en cuenta. José Matute Fernández tras reincorporase a las tareas policiales en la Dirección General de Seguridad, fue ascendido por el gobierno del PSOE.

Después, reconocidos fascistas de la Brigada Político-Social (BPS) continuaron ejerciendo sus funciones para el estado. La BPS, pasaría a ser la Brigada Central de Información (BCI) y sus componentes fueron integrados plenamente en sus funciones represivas en la BCI.

La connivencia de miembros de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con grupos fascistas y de extrema derecha continuó después de  la muerte del dictador, durante la llamada transición y en el régimen del 78, provocando numerosos asesinatos . Luego los gobiernos del PP y PSOE le han dado carta blanca a la represión del estado, no habiendo diferencias sustanciales entre uno y otro gobierno en ese terreno, además unos y otros han mantenido la Ley Mordaza.

Hoy seguimos recordando a quienes en aquellos años difíciles durante la dictadura franquista y en el postfranquismo lucharon por las libertades y por la justicia social. Cuando se cumplen 46 años de su asesinato, seguimos diciendo: Antonio González Ramos, ¡Ni olvido, ni perdón, justicia y reparación!.

* Gracias a Manolo de la Rosa y a PODER POPULAR

https://poderpopular.info/2021/10/29/recordando-a-antonio-gonzalez-ramos-1946-1975/

MANOLO DE LA ROSA
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