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viernes, 10 de mayo de 2024 00:00h.

La República, la alternativa necesaria - por Gloria Aguilar Reina

A estas alturas es indudable que la crisis económica está teniendo un fuerte impacto sobre la clase trabajadora y la ciudadanía en general. El efecto del paro y la moderación salarial, los recortes en materia de pensiones, así como la reforma laboral y otras medidas, son la expresión del capitalismo español. Un capitalismo caracterizado por una serie de elementos propios y articulado en torno a un modelo de Estado basado en la monarquía parlamentaria, heredera del franquismo, que ha sido y es garante de los intereses de las estructuras financieras y las oligarquías locales, responsables en cualquier caso de la precariedad estructural que vivimos. 

La República, la alternativa necesaria - por Gloria Aguilar Reina *

A estas alturas es indudable que la crisis económica está teniendo un fuerte impacto sobre la clase trabajadora y la ciudadanía en general. El efecto del paro y la moderación salarial, los recortes en materia de pensiones, así como la reforma laboral y otras medidas, son la expresión del capitalismo español. Un capitalismo caracterizado por una serie de elementos propios y articulado en torno a un modelo de Estado basado en la monarquía parlamentaria, heredera del franquismo, que ha sido y es garante de los intereses de las estructuras financieras y las oligarquías locales, responsables en cualquier caso de la precariedad estructural que vivimos. 

El modelo de Estado y de Gobierno surgido de la llamada Transición está roto. La Constitución de 1978 declara derechos que nadie garantiza (vivienda y trabajo dignos, servicios públicos de calidad y de acceso universal, redistribución de la riqueza nacional, etc.), y en tiempos difíciles como los actuales recae todo el peso sobre las familias trabajadoras.
Por ello, estamos convencidos de que la República Española vuelve a ser la respuesta en positivo, la respuesta ilusionante, la manera democrática de constitucionalizar la justicia social y el reparto equitativo de la riqueza. La República Española debe ser la forma social y política de gobierno que dé la solución al desempleo, a los desahucios y al dominio de la banca sin escrúpulos, entre otras cuestiones que hoy angustian a millones de españoles.

Por eso, en estos momentos reclamamos más que nunca la necesidad de poner en marcha un proceso constituyente que nos lleve a la Tercera República. Un proceso que debe situar la propuesta republicana como una alternativa real. La República no es simplemente una forma de Estado que se define esencialmente por hacer electiva la presidencia de la Jefatura del Estado en lugar de ser hereditaria. Es mucho más que eso, aunque esa condición de elegibilidad sea imprescindible. La República es una concepción del Estado caracterizada por unos determinados principios, valores, contenidos, funcionamiento institucional y vinculación a la realidad social de la que emana como representación libremente consentida. Es una alternativa que debe ser conformada, desarrollada y apoyada por el mayor respaldo ciudadano, una tarea que debemos de comenzar ya. 

Nuestro proyecto republicano es continuador de la Primera y Segunda Repúblicas, en la medida en que éstas son antecedentes históricos que han aportado elementos, referencias y valores que debemos hacer nuestros, pero sin olvidar que nuestra idea de República es para el siglo XXI, con todas las características que en él se dan.

La Segunda República supuso una alternativa de organización del Estado en un momento crítico de la historia de este país, que finalmente se consolidó en un proyecto político que trajo reformas democráticas, libertades personales y colectivas de gran calado, además de la desaparición de la figura de la monarquía. Del mismo modo, reclamar en la actualidad la figura de la Tercera República es una necesidad, como marco idóneo donde poder desarrollar en plenitud una alternativa social.

En conclusión, hacer una aproximación a la propuesta de Tercera República es establecer un discurso que se presente ante la sociedad como una consecuencia de nuestro pasado remoto y más inmediato, junto con la aceptación del reto que la actual situación nos ofrece.

En consecuencia la Tercera República se inserta en una necesidad de cambio que es ya evidente. Y para este cambio nos dotamos de la Alternativa Republicana del PCE, aprobada en la conferencia republicana. 
Los objetivos de nuestra propuesta son los siguientes:

• Democratización de la vida pública.
• Eliminación de los privilegios sociales.
• Atenuación de las diferencias sociales.
• Racionalización y laicización de la vida intelectual y moral. Separación entre la Iglesia y el Estado.
• Apuesta por la cultura y la enseñanza públicas.
• Aumento del peso específico de los ayuntamientos en la estructura del Estado.
• Apuesta por la Paz (Artículo 6 de la Constitución de la Segunda República).

 

Gloria Aguilar Reina
 
Publicado en Mundo Obrero
 
* Tomado de ECO REPUBLICANO: