Buscar
jueves, 02 de mayo de 2024 22:38h.

Turismo, debatir y actuar - por Román Rodríguez

Canarias debe apostar por un turismo que, como señala la UE, se convierta en aliado del desarrollo sostenible

Turismo, debatir y actuar - por Román Rodríguez, presidente de Nueva Canarias y diputado al Parlamento de Canarias *

Canarias debe apostar por un turismo que, como señala la UE, se convierta en aliado del desarrollo sostenible

El turismo lleva unas cuantas décadas convertido en la principal actividad económica de las Islas y, con diferencia, es el sector que genera más riqueza y empleo. Reflexionar y actuar sobre él es tarea obligada y permanente. Para continuar desarrollando inteligentemente los enormes beneficios que ha supuesto para Canarias esta industria y para corregir sus disfunciones. Posibilitando que nos adaptemos a los cambios de todo tipo que influyen sobre un sector tan dinámico, competitivo, con enorme presente y futuro.

Por eso, desde ámbitos económicos, sociales, universitarios, institucionales y medioambientales de las Islas se han realizado diversas reflexiones sobre el turismo a lo largo de la historia reciente. De manera especial, en los dos años de debate previo a la elaboración y aprobación, por unanimidad del Parlamento de Canarias, de las directrices de ordenación del turismo en el año 2003.

Como bien establecían las directrices el objetivo es “inducir el cambio de los modos de producción y gestión de la oferta turística hacia un modelo de desarrollo turístico diversificado, diferenciado, competitivo y sostenible, que cubra las necesidades actuales de los turistas y de la sociedad canaria”.

Incluyendo entre sus metas proteger y mejorar las perspectivas de futuro, proyectando “una imagen de integración de la gestión de todos los recursos, de modo que queden cubiertas las necesidades económicas, sociales y estéticas, manteniendo al mismo tiempo la identidad cultural, el paisaje, los procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y los sistemas vivos”.

Sería deseable que todos los responsables políticos conocieran en profundidad sus contenidos, así como los de otros acuerdos establecidos sobre el territorio y sobre el turismo.

Tareas inconclusas

Las conclusiones de aquel gran acuerdo, basado en un participativo, plural y riguroso debate, como recogieron puntualmente los medios de comunicación, siguen siendo esencialmente válidas. Y las tareas que plantean las directrices se hallan en gran medida inconclusas, algunas apenas desarrolladas.

Entre ellas, la renovación y sustitución de la planta turística obsoleta, la regeneración de las ciudades turísticas degradadas, la diversificación de la oferta, la mejora de la conectividad, la diferenciación del destino turístico canario o la mejora de la formación de su personal. Tareas que corresponden tanto al sector privado como a las administraciones públicas de las Islas.

Se trata de que el turismo, sin incrementar la presión sobre el territorio, produzca mayores beneficios económicos, más y mejor empleo y mayor nivel de gasto. Aumentando el valor añadido por visitante antes que persistir en el incesante incremento del número de turistas, no permitiendo que se clasifique ni un metro más de suelo para uso turístico; renovando la planta existente en el suelo ya ocupado, mejorando su eficiencia; y, respecto al suelo que se encuentra ya calificado como turístico, pero en el que no se han desarrollado actuaciones, planteando un crecimiento planificado y consensuado.

Es preciso avanzar en la diferenciación del destino Canarias (gastronomía, cultura, deportes, ciencia…), haciéndolo menos dependiente de las coyunturas internacionales y menos limitado al turismo de sol y playa. Buscando, además, fórmulas que ayuden a incrementar el gasto de los visitantes.

Continuar con el debate proponiendo limitar la demanda, planteando establecer un supuesto techo a la entrada de turistas, parece poco acertado. Cuando se trata, como han demostrado numerosos estudios, de actuar justamente al revés: sobre la oferta, evitando suicidas sobreofertas e insistiendo en la mejora de los estándar de calidad frente al crecimiento cuantitativo.

Desregulaciones

El problema es que un mal punto de partida, un diagnóstico equivocado, lleva a conclusiones aún peores. Como los que, desde posiciones neoliberales, conducen a peligrosas desregulaciones, agarrándose al falso mito de que son las leyes las que impiden las inversiones. Cuando, con las mismas leyes, nuestro territorio estaba lleno de grúas antes de la crisis económica.

No hemos crecido más porque el sistema económico se ha paralizado. Debemos crecer en función de los intereses generales de Canarias. Y contar, asimismo, con una legislación ágil, más simplificada, más transparente; pero en ningún caso disponer de barra libre con nuestro territorio y medio natural.

En ese sentido, hemos venido defendiendo que las grandes decisiones y leyes sobre el territorio cuenten con el máximo consenso, como ocurrió en el pasado. Y hemos propuesto un nuevo pacto por el territorio y por el turismo.

Planteamos, además, abrir el debate sobre la incorporación de una tasa turística, como ya existe en Cataluña, París, Roma, Ámsterdam, Marruecos, EEUU o El Caribe. Y que ahora quiere impulsar Baleares. Para dedicar lo recaudado a que las administraciones públicas mejoren la calidad del destino mediante las inversiones, pertinentes y urgentes, en las ciudades turísticas.

Debemos, asimismo, exigir el apoyo de España y de la UE, para abordar esas tareas de modernización del sector, como en otros lados se ha hecho mediante apoyos presupuestarios a sectores como el del automóvil, naval o minero.

En definitiva, Canarias debe apostar por un turismo que, como señala la UE, se convierta en aliado del desarrollo sostenible. Por eso, seguimos defendiendo los límites cualitativos (mínimo cuatro estrellas) y cuantitativos al crecimiento en función del modelo turístico de cada isla, además de impedir la clasificación de nuevo suelo para uso turístico. Apostando por la renovación, la diferenciación del destino Canarias, la mejora de la conectividad y la rehabilitación de las ciudades turísticas. Actuando sobre la comercialización -aprovechando las ventajas de la tecnología- y persistiendo en la mejora de la formación.

* En La casa de mi tía por gentileza del autor