Los  vientres de alquiler: La lacra que tienen que soportar las mujeres pobres del mundo. La otra parte de la misma prostitución - por Maribel Santana, activista, historiadora

En la mañana. nos despiertan los medios abominables con la gran noticia. La compra de una niña que hizo la burguesita ociosa  del PP Ana Obregón,  muy conocida en las teles basura del Estado español. 

El problema es que se ha abierto un debate, que ha  desplazado  al   monotema de  la guerra de Ucrania. Tratan de que se convierta en un problema de Estado, llevando los ánimos a que los políticos se decanten si lo permitirían o no. 

Esto no es nuevo, a partir de  las  leyes trans, todo se andará.  Estas leyes basadas  o arrastradas en el concepto de género han abierto varias ranuras, y las que quedan,  para que  entren  y abran cajas de Pandora.

En España la ley  de 2006 no lo permite “técnica de reproducción asistida”, pero como ya hemos dicho y  visto lo que se nos ha colado, todo se andará y como existe un feminismo friki, que si la persona quiere o si a  la persona le pasa por su cabecita pues eso va a misa y se convierte en derecho.

No se preocupen porque  todos, derechas e izquierdas ausentes, estarán  “Sumando”  para que pueda permitirse, porque señores, para los lobbies esto es negocio, como agua de Mayo. Y como vivimos en el neoliberalismo que todas están dispuestas a asumir, el posibilismo es lo que nos habita.

1. Quienes ganan: Esta  trayectoria es como la prostitución, es la otra cara de la misma  moneda, existen los que organizan, los intermediarios, los que hacen que esto circule y se convierta en práctica normalizada y en leyes para que se pueda materializar. Al  igual que la prostitución, incide igualmente  en  el PIB como cualquier otra actividad.  Se benefician, médicos, clínicas privadas,  u otros espacios, psicólogos, y otro personal imbricado en el negocio.

2. Quienes pierden: La pobres que ponen su vientre como si de una jarra  se tratase, como si lo que tuviese en sus entrañas fuera una mercancía. El resto del coste de todo el proceso, se lo queda la pobre que es la única que ha hecho lo posible, para que la mercancía llegase a su fin. O sea una mierda de dinero con respecto a los que se lo montan con este sin sentido. Porque sencillamente no es un asunto particular donde la mujer haga y decida sobre lo que es suyo, sino primero el interés de otros y luego si sobra se le dan las migajas.  Ahí sí que no le dejan  ser autónoma, porque le caen todo los peros y la legalidad encima.

Al grito de que es “un derecho” por parte de los compradores, se va relajando la cosa y se va metiendo poco a poco en la sociedad  y confundiendo lo que es un deseo, o capricho por parte del que compra y lo que verdaderamente es  la realidad: Un horror.

Las mujeres pobres lo ven como una salida a su miseria, muchas han terminado suicidándose por complejos de culpa, otras se han tenido que quedar con la mercancía, porque los compradores, no les han gustado el producto final, entre otras calamidades. 

Las mujeres son tratadas la mayoría de las veces como animales, forzadas en los estabulos, sin moverse, sin fumar, sin nada que pueda hacer peligrar la mercancía. Mercancía que pueede que tenga que quedarse  con ella, ya comentado arriba. Esta es la verdadera historia que hay detrás de los que lo pintan como “altruismo  y hasta una entrada de dinerito, porque al fin y al cabo es una pobre y no tienen trabajo ni otros recursos” Esto lo han verbalizado muchas feministas. Vayan apuntando señores.

¿Quienes compran? De todo hay en el mercado. Desde parejas homosexuales, a saber qué clase de personajes, si quieren a los niños mercancía para poder seguir mercantilizándolos, revenderlos, explotarlos  sexualmente, gente ociosa, perdida, vacía, como la gran mayoría de los que no saben dónde  tirar el dinero  o que otras fantasías.

Los niños mercancía también se piden a la carta: que tengan los ojos azules, negros, rasgados, grandes, que sean de piel clara, oscura, en fin al ser una mercancía, se hace todo lo posible  para que la genética moderna y adelantada artificialmente haga realidad los caprichos del que paga.

¿Donde se permite? en aquellos países que más pobres acarreen y que como ya hemos dicho, la mayoría capitalista.

¿Donde no se permite? Pues deberían ser en aquellos países más democráticos que no toleren esa clase de explotación de las mujeres, donde las mujeres trabajan, tienen sus recursos para cubrir sus necesidades y donde se les respete. Pero a nadie le gusta el socialismo, sino el de garrafón.

Los políticos  de derechas  aun no se decantan, cuando han puesto el grito en el cielo la mayoría de las veces, con este asunto.

Pero como ya mencionamos,  los políticos y las políticas  de derechas al igual  que los de  la izquierda caviar  o ausente,  todos   comulgan de una forma u otra con lo que hay: ¡el neoliberalismo!  

Como siempre, unos  señalan a los otros,  como  si fuesen diferentes, cuando en la práctica  son rejos de un mismo pulpo.

Trans-quilos que todo se andará. Al igual que “OTAN, no, de entrada”

¿Por qué no se adopta? Pues porque el procedimiento es más complejo, dicen, porque es más caro, porque se dilata, entre otras. Pero sabemos  que no es como lo quieren pintar, sencillamente  porque es mejor el mercadeo.

La palabra  tótem, es el “altruismo”

Es cierto que puede ser altruista y lo apoyamos, pero cuando se trata de un familiar, amigo, o cualquier otro que se sepa que es de confianza y para fines que llevan a buen puerto. Pero intentaran darle al asunto el término altruismo para poder  colar  en su momento.

Las mujeres pobres no hemos nacido para ser putas ni para vender hijos.

Gracias a Maribel Santana