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jueves, 09 de mayo de 2024 00:00h.

Ya tenemos carretera - por Paco Vega


Por fin, después de años de atascos, retrasos y despropósitos podemos decir que ya tenemos una carretera digna que comunica la capital de la isla con el Noroeste. Lo que para otras zonas de la isla es lo lógico y natural desde hace muchísimos años, aquí en el Norte grancanario parece casi un milagro que al fin se haya conseguido.

Ya tenemos carretera - por Paco Vega

Por fin, después de años de atascos, retrasos y despropósitos podemos decir que ya tenemos una carretera digna que comunica la capital de la isla con el Noroeste. Lo que para otras zonas de la isla es lo lógico y natural desde hace muchísimos años, aquí en el Norte grancanario parece casi un milagro que al fin se haya conseguido. Para los habituales usuarios de la vía, discurrir ahora con seguridad y comodidad, sin tener que darse unos madrugones espantosos para compensar los retrasos que irremediablemente sufrían en esa carretera es un auténtico placer. Aún faltan acometer diversas detalles en los que no voy a entrar, siendo el más importante el de la conexión del alumbrado, lo que sin duda aumentará la seguridad y comodidad de la circulación durante la noche, pero ya se puede disfrutar en su totalidad, tanto en subida como en bajada de la obra Pagador-Guía que tantos años y disgustos nos ha costado. Ahora sólo queda por resolver el penoso tramo Pagador-Bañaderos, con su absurda limitación de velocidad, sus absurdos semáforos y su absurda configuración dentro de una vía de alta capacidad. Es de suponer que el cuello de botella que sigue formándose en el cruce de la Granja del Cabildo desaparecerá con la entrada en servicio de la IV Fase de la Circunvalación, aunque para esto aún falte algún tiempo. El otro tapón que sigue formándose en el túnel de Julio Luengo lo dejaremos en manos de los señores Bravo y Cardona, ya que los anteriores responsables no supieron dar respuesta a ese problema.

Quiero aprovechar, antes de que lleguen las fotos y los cortes de cinta, para realizar un sincero homenaje a los hombres y mujeres que han hecho posible la realización de esta importante obra de ingeniería que permitirá a los usuarios del Norte disfrutar de ahora en adelante, de una conexión más rápida y segura. Mi más sincera felicitación para técnicos, trabajadores y políticos que han hecho posible superar todas las barreras técnicas y legales para conseguir este acierto de la ingeniería civil.

Sólo los usuarios de esta vía, que durante más de veinte años han tenido que sufrir unos atascos interminables, sabrán valorar lo que significa la finalización de esta obra no exenta de muchos retrasos y torpezas, sobre todo a la hora de organizar los desvíos por los obligados cortes de tráfico durante la ejecución de la misma. Quiero destacar aquí y ahora lo que para los usuarios de esta vía ha supuesto el tener que soportar diariamente los atascos, no sólo en cuanto a los madrugones, como dije antes, sino también a nivel de nervios y el consiguiente estrés por el mismo motivo. Dejo para los economistas u otras personas entendidas en la materia, lo que ha podido significar esos más de veinte años de atascos y caravanas a nivel económico, no sólo para los usuarios, sino para toda la comarca norte. A mi se me ha ocurrido hacer un simple y rudimentario cálculo a nivel de usuario ( y tirando a la baja), de lo que ha podido representar esos atascos para un simple usuario durante todos estos años, y la verdad es que hasta miedo me da insertarlo en estas líneas. Un conductor que, por razones de trabajo, haya tenido que desplazarse desde el Noroeste hasta Las Palmas de Gran Canaria diariamente, puede haber gastado en exceso de combustible, por efecto de los atascos unos 240,00€/año, es decir 4.800,00€ en 20 años (suponiendo que en esos atascos haya consumido de exceso 1 litro de combustible/día -que es poco suponer-). Hagan sus cuentas. Si ha esto le sumamos lo que haya podido suponer para las empresas, e incluso para la comarca -por las empresas que han dejado de instalarse por este motivo-, las cifras se me salen de la calculadora. Todo esto sin mencionar el incremento en las emisiones de CO2 a la atmósfera durante estos años. Como digo, serán los economistas, los que con más aproximación podrán hacer un cálculo fiel de lo que ha supuesto para esta comarca tantos y tantos años de retraso en la construcción de esta obra.

Pero como mi intención era alabar y no criticar, quiero recalcar el trabajo de los técnicos y demás trabajadores que han hecho posible este milagro de la ingeniería. También destacar el trabajo, siempre en la sombra de los funcionarios y técnicos de la Consejería que también han dedicado muchas horas de trabajo para que esta obra sea una realidad a día de hoy. Y como no, de los políticos serios y honestos -que me consta que los hay- que se han batido el cobre por la consecución de este monumental objetivo. Mis sinceras felicitaciones a todos.

Paco Vega

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