Zeitenwende: Sholz + Adenauer: dos etapas epocales: nterrorismo, bomba atómica sin guerra fría

Emilio Díaz Miranda *

El mundo se enfrenta a un Zeitenwende: un cambio tectónico epocal. La guerra entre Rusia y Ucrania ha puesto fin a una Era. Han surgido o resurgido nuevas potencias, entre ellas una China económicamente fuerte y políticamente consciente de su potencia. En este nuevo mundo multipolar, distintos países y modelos de gobierno compiten por el poder y la influencia.

Hay recuerdos imperecederos: Tanto en lo político como en lo personal. Pero también la voluntad de recordar puede ser unilateral. Acordarse de los crimenes nazis pero sin olvidar llegar a ignorar otros crímenes contra rusos o palestinos.

 

El mundo está viviendo un punto de inflexión. La guerra de Rusia contra Ucrania marcó, según ha afirmado el Canciller alemán Scholz, el fin de una Era. Han surgido nuevas potencias o han recuperado fuerza, entre ellas una China económicamente fuerte y políticamente segura de sí misma. En este nuevo mundo multipolar, distintos países y modelos de gobierno compiten por el poder y la influencia.

El final de una época o era y el comienzo de un tiempo nuevo. ¿Si mejor o peor no parece preguntarse nadie?

En Psicología: Los puntos de inflexión en la historia son esos instantes, momentos o situaciones, que suceden de forma absolutamente inesperada, a raíz de los cuales la vida cambia… y nada vuelve a ser como antes.

 

Desde principios del siglo XIX, el término Zeitenwende se ha utilizado para designar un profundo punto de inflexión en la historia (contemporánea) que afecta a toda un área cultural o al mundo entero, y ha permanecido estable en este significado desde entonces. También se ha utilizado para referirse al comienzo de la Era Cristiana frente a la pagana de Roma. Desde el siglo XIX, Zeitenwende o giro del mundo o punto de inflexión mundial también se utiliza como sinónimo. A partir de 1900 aumentó la frecuencia del uso en Alemania de Zeitenwende. En la segunda mitad del siglo XX, la palabra experimentó también una ampliación de significado y ahora se refiere también a situaciones de convulsión en general.  

Palabra del año 2022

En su declaración gubernamental del 27 de febrero de 2022 sobre el ataque de Rusia a Ucrania del 24 de febrero del mismo año, el Canciller Federal en funciones Olaf Scholz utiliza la palabra Zeitenwende varias veces y de forma destacada. El uso que hace Scholz puede colocarse en dos líneas del desarrollo histórico de la palabra: Por un lado, Scholz la utiliza en el sentido especial de una profunda cesura en la historia (contemporánea), documentada desde el siglo XIX. Por otro lado, el creciente uso de la palabra en la segunda mitad del siglo XX y la creciente referencia a los acontecimientos políticos en general (1992, 2004, 2017), que han podido observarse como resultado de la ampliación del significado, también estan, al menos indirectamente, en el trasfondo.

Desde el principio, la palabra Zeitenwende no sólo se recogió en los medios de comunicación tras el discurso de Scholz, sino que su uso en la declaración del Gobierno y la relevancia y el alcance de este uso también se reflejaron explícitamente: Cuando Olaf Scholz hizo una declaración gubernamental un ya pasado domingo durante la sesión especial del Bundestag sobre la guerra en Ucrania, organizó su discurso en torno a un concepto clave. Lo mencionó en la primera frase: el 24 de febrero de 2022 marca un punto de inflexión en la historia de nuestro continente. Poco después, Scholz repitió este término, reforzándolo y apuntalándolo: "Estamos viviendo un Zeitenwende (punto de inflexion o cambio de época, según se traduzca al castellano). Y eso significa que el mundo de después ya no es el mismo que el de antes. Al final del discurso, el término "punto de inflexión" (Zeitenwende) se había utilizado tres veces más.       

El lenguaje es herramienta esencial de la política democrática, sujeta a los principios de la Constitución alemana. El lenguaje puede describir y condensar realidades. A la inversa, el lenguaje también puede crear realidades, intervenir, orientar y, a veces, provocar decisiones trascendentales, buenas o peligrosas. Este último parece que era el objetivo de la declaración gubernamental del Canciller Federal: la creación del llamado fondo especial de la Bundeswehr con una suma única de 100.000 millones de euros, para financiar las inversiones y los proyectos de armamento necesarios, según Scholz. Y partir de ese punto discursivo de Scholz es de temer que el rearmamento bélico, en armamentos y políticas, nos pueda conducir a horizontes de Guerra indeseables y no esperados, con una opinión pública constantemente inyectada por belicismo y palabras de odio hacia Rusia y hacia los palestinos del Hamas.

El discurso del 24 de febrero de 2022, es también llamado discurso del Zeitenwende. El uso repetido y destacado de la palabra en la declaración del Gobierno llegó finalmente a que Zeitenwende fuese declarada Palabra del Año 2022 por el jurado de la Sociedad de la Lengua Alemana (GfdS).

A la Guerra en Ucrania y sus peligros hay que añadir el conflicto Israel-Palestina intensificado terriblemente en la franja de GAZA. Y al posicionamiento unilateral e incondicional del gobierno alemán al lado de Israel sin ninguna crítica a los bombardeos israelitas ordenados por el gobierno ultraderechista de Netanyahu contra población civil y hospitales como supuestos escondites del Hamas.

BOMBA ATÓMICA CON GUERRA FRÍA DE FONDO

Y los acontecimientos y palabras de hoy nos recuerdan los del lejano ayer de 1945 y siguientes. Los de un Adenauer Canciller conservador en los tiempos posteriores a aquella Segunda Guerra Mundial especialmente intensa contra la Rusia soviética. Cosa que los rusos no han olvidado y cuya Victoria sobre los criminales nazis conmemoran con desfiles militares con las banderas de hoy y las comunistas de la Unión soviética del 1945. En el Occidente no se conmemora actualmente la Victoria aliada sobre el nazismo. Uno podría opinar que los occidentales de hoy piensan como entonces Churchill o Truman: que fue una pena que la Alemania nazi perdiera sin haber destruido antes a la URSS.           

Adenauer había sido alcalde conservador durante la República de Weimar y desde su conservadurismo patriotico alemán fue destituido por Hitler, luego colocado por los Aliados vencedores en su antiguo puesto y luego vuelto a destituir por los británicos.

denauer no era personaje fácil. Ni para los suyos y menos para los contrarios.

El socialdemócrata Scholz es más fácil, dice que sí a casi todo, aunque luego haga algo muy distinto. Es de cara impasible. Y a veces imposible. No se inmuta. Si llueve como si truena, si el sol achicharra, como si la nieve cierra el paso.

Adenauer y Scholz son dos personalidades bien distintas, pero tienen en común haber abierto - voluntariamente u obligados – dos etapas distintas y nuevas de la historia política. Dos distintos Zeitenwende.

 

De 1949 a 1963 fue Konrad Adenauer el primer Canciller de la República Federal Deutschland y desde 1951 hasta 1955 ocupó también el Ministerio de Asuntos Exteriores, eran tiempos difíciles de Guerra Fría. No era falta de personal, sino falta de seguridad en los equilíbrios al borde del precipicio.

ATENTADO TERRORISTA ISRAELÍ CONTRA ADENAUER

Algo que no se quiere recordar del ahora casi olvidado Primer Canciller Adenauer de la entonces dividida República Federal Alemana es el atentado que pudo haberle costado la vida a Adenauer. (Alemania había sido dividida en cuatro: tres partes controladas por Inglaterra, Francia y USA, y otra por la Unión Soviética)

Scholz socialdemócrata ha declarado, con motivo del enfrentamiento de Israel contra el Hamas palestino, que la seguridad del estado de Israel es razón de estado o razón de ser de Alemania. Y se niega a condenar al genocidio desencadenado por el sionista ultraderechista Netanyaju contra la población civil de Gaza.

Estamos en el año 1952, Adenauer no hace mucho fue juramentado como Canciller en 1949, y el 27 de Marzo de ese 1952, la ciudad de München se ve estremecida por una explosión de bomba. La bomba estaba en un paquete dirigido postalmente al Bundeskanzler Konrad Adenauer.

En la tarde del citado día un desconocido se acercó a dos niños en Múnich y les pidió que llevasen un paquete a la oficina de correos. Los dos niños acceden pero se asustan cuando se dan cuenta de que están siendo seguidos. Deciden llevar el paquete a la policía. Una afortunada decisión, ya que la bomba estalla al abrir el paquete. No muere su destinatario Konrad Adenauer, sino el experto en explosivos de la policía que lo abrió.

El atentado mantuvo en vilo a la opinión pública durante quince días. ¿Quién quería matar a Konrad Adenauer? ¿Eran los comunistas de la República Democrática Alemana o los terroristas occidentales infiltrados? La DDR se había fundado el 7 de Octubre de 1949 en la Zona de Alemania bajo control militar soviético. Y había tensiones interestatales. La República Federal era hija de los acuerdos de los países ocupantes occidentales: Francia, Inglaterra y Estados Unidos. Todo parecía posible. Pero a medida que avanza la investigación policiaca, queda claro que casi tan explosivo o más que el paquete es el trasfondo del fallido intento de asesinato. Porque las pistas conducen a Israel, a grupos extremistas escindidos del grupo partisano judio Irgun.

La política israelí de Adenauer era una espina clavada en este grupo ultrasionista. Consideraban que las indemnizaciones ofrecidas por la República Federal de Alemania a Israel eran el precio barato del rescate de una deuda que nunca podría cancelarse de los alemanes frente a los judios.

A medida que se descubrían y acumulaban nuevas pruebas, Konrad Adenauer impide que llegue más información al público. Poco después, con un ordeno y mando desde la cúpula federal se cierra la investigación policiaca. De lo contrario, Alemania podría haber tenido que presentar una solicitud de extradición a Israel y juzgar a los israelíes. Algo impensable en el ámbito occidental bajo férula americana tan poco tiempo después de la guerra.

Y no se volvió a hablar del asunto. Pero algo del humo explosivo quedaba en el ambiente…

SE DESACTIVA LA EXPLOSIÓN POLÍTICA

Konrad Adenauer no quiere que su política de reconciliación se vea arruinada por los terroristas asesinos. Varias coincidencias le ayudan a conseguir que los asesinos escapen. En abril de 1952, la policía de París detiene a cinco sospechosos israelíes. Cuatro de ellos son deportados antes de que los alemanes se enteren. Los franceses, todavía con resquemor de la pasada guerra, no quieren prestar ninguna ayuda administrativa a los alemanes, que siguen siendo odiados. Al hacerlo, le hacen involuntariamente un gran favor al conservador Adenauer.

Una pista policial de Múnich desemboca en nada: se pudo identificar con un alto grado de probabilidad a un israelí como portador de la bomba. Pero el hombre se esconde en la ciudad y finalmente escapa a Israel. Es de suponer que Adenauer no le pagó el pasaje ni facilitó la huida, pero fue lo que deseaba y lo mejor que le podía pasar al proyecto occidentalista de Adenauer en plena Guerra Fría.

Se dice que el entonces Primer Ministro de Israel, David Ben-Gurion, agradeció durante toda su vida a Konrad Adenauer que mantuviera el incidente (o acto terrorista) en secreto y evitara así, posiblemente, nuevos brotes de sentimiento antisemita en Alemania. Mediante un acuerdo tácito (y secreto), los dos estadistas consiguieron privar a la bomba de Munich de su fuerza explosiva en política.

Mucho después cuando el escritor Elieser Sudit publicó en Israel un libro sobre la autoría del atentado, que recibió poca atención en este país, era ya muy débil olor del explosivo. Según aquel libro, Menachem Begin, antiguo terrorista y comandante del Irgun, que más tarde sería Primer Ministro de Israel, fue responsable de un total de tres atentados planeados contra Adenauer. En Israel un antiguo terrorista pudo llegar a ser Primer Ministro.

Uno puede estar tentado a pensar que el ultra Netanyaju, descendiente politico de Menachem Begin y su política ultrasionista, sería capaz de desencadenar un atentado contra un canciller alemán socialdemócrata como Scholz, de igual manera que lo ha hecho verbalmente contra el Presidente socialista español Sánchez por criticar sus bombardeos sobre civiles y hospitales, pese a haber condenado también los actos del Hamas. Claro que tal atentado parece hoy impensable dada la constelación de fuerzas internacionales. Pero en este mundo se ven cosas impensables. Es quizás efecto del Zeitenwende. Y la impasible cara del Canciller Scholz no expresa mucho ante el conflicto Israel-Palestina: ni alegría ni temor. Pero aunque sea agnostico podríamos decir que en su caso tambien: la procesión va por dentro. 

* Gracias a Emilio Díaz Miranda