Nos habla Acosta del descaro de un presidente ruinillo que repite, años tras año, sin ponerse ni colorado, las mismas falaces promesas. Paulino prometía hace unos años un futuro rosado; y lo mismo volvió a hacer este 30 de mayo. 

Y uno piensa en el monumental candor de ese exiguo diez por ciento que todavía piensa en votar por semejante bergante. Y en la desgracia de un sistema que hace posible que, incluso con ese pizco de votos, o hasta menos, todavía sea posible que el trolero vuelva a encaramarse en la presidencia. Ojo: con la complicidad inconsciente de quienes se abstengan. 

http://eloikos.blogspot.com.es/2013/05/entre-los-restos-oficiales-del-dia-de.html