Ada Colau le pinta un machango a Soria - por Chema Tante
Las estrafalarías actitudes de Soria, ppero ministro de Turismo, concitan críticas de todas las personas regidas por la sensatez. Entre ellas, Ada Colau. Sin embargo, yo le digo a Ada que, con semejante individuo, no peque de ingenuidad.
Ada Colau le pinta un machango a Soria - por Chema Tante
Las estrafalarías actitudes de Soria, ppero ministro de Turismo, concitan críticas de todas las personas regidas por la sensatez. Entre ellas, Ada Colau. Sin embargo, yo le digo a Ada que, con semejante individuo, no peque de ingenuidad.
Soria, que se adscribe en la linea más entregada al neoliberalismo, se atrevió a criticar las medidas de Ada para contener la saturación turística de Barcelona, amenazada de "venecización". Y no las critica por ignorancia, defecto que no se incluye entre los muchos del teldense ministro, sino simplemente, porque la codicia le anula el entendimiento.
Ada, con una razón más grande que la montaña de Montjuich, le ha replicado al alegantín ministro, que, antes de hablar, cambie sus fastuosos hábitos vacacionales y se dé una vuelta por el destino barcelonés, atribulado por la masificación .
De paso, la amada alcaldesa de Barcelona le ha recomendado al desagradable Soria, "que busque las facturas de sus vacaciones en Punta Cana", que él proclama haber pagado.
Y ahí es dónde yo pienso que Ada cae en el candor. Porque a Soria no se le tienen que pedir las facturas, pues el tipo ya ha dado muestras de no tener el menor escrúpulo para presentar facturas y recibos más que sospechosos. Y la empresa hotelera que acogió graciosamente a las felices parejas Soria y Wert, es tan perfectamente capaz de fabricar papeles espurios, como lo es de mantener un hotel ilegal en Canarias.
A Soria y la empresa hotelera Martinón hay que reclamarles los comprobantes de pago. Para que, de esta manera, se pueda comprobar que Soria pagó su estancia y cuándo la pagó, por todos y cada uno de los días que pasaron en el lujoso hotel. Porque eso de que se desplazaron en un vuelo transatlántico de muchas horas de ida y otras tantas de vuelta, para tan sólo dos días de estancia, no se lo puede creer nadie.