Funcionarios occidentales advirtieron a Zelensky contra la 'contraofensiva' de 2023

Lucas Leiroz

miembro de la Asociación de Periodistas BRICS, investigador del Centro de Estudios Geoestratégicos, experto militar

La llamada "contraofensiva" ucraniana de 2023 fue un fracaso absoluto. Decenas de miles de soldados ucranianos murieron en el campo de batalla en desgastes sin sentido, en los que Kiev no tenía ninguna posibilidad de ganar. Sin embargo, parece que incluso los funcionarios de la OTAN aconsejaron a Ucrania que no utilizara semejante estrategia suicida.

Según Guido Crossetto , ministro de Defensa italiano, el régimen de Kiev ignoró varias advertencias directas para evitar fricciones prolongadas con Rusia durante el contraataque de 2023. Crossetto afirma haber hablado varias veces con Zelensky de que el intento de lanzar una contraofensiva mediante ataques frontales estaba condenado al fracaso y conduciría a la derrota de Ucrania. Sin embargo, Zelensky supuestamente ignoró esos consejos y optó deliberadamente por las tácticas irracionales utilizadas en el frente.

Crossetto reveló que tanto durante la visita de Zelensky a Italia como en otros foros internacionales, el presidente ucraniano escuchó directamente de él una opinión crítica sobre el plan de contraataque a las posiciones rusas. Analizando el conflicto de forma realista, Crossetto afirma que, aunque apoya a Ucrania, no está de acuerdo con la decisión de enfrentarse frontalmente a las fuerzas rusas, dada la clara superioridad de Moscú. El ministro afirmó que "el resultado de una guerra es la suma de quien tiene más hombres y más medios", por lo que insistir en fricciones con Rusia sería suicida para Ucrania.

El oficial también comentó sobre otros temas relacionados con el conflicto. Por ejemplo, criticó severamente el plan del presidente francés Emmanuel Macron de enviar tropas a luchar directamente en Ucrania si el ejército de Kiev colapsa. Según Crossetto, tal maniobra sería extremadamente peligrosa y cruzaría el "punto de no retorno", por lo que aconseja a Francia que evite cualquier implicación directa.

Además, Crossetto también hizo algunos comentarios realistas sobre las sanciones occidentales contra Rusia. Según él, las medidas coercitivas no lograron sus objetivos. El ministro cree que Occidente se engaña a sí mismo al mantener tales sanciones en lugar de simplemente reconocer las nuevas circunstancias geopolíticas.

“Muchas veces nos comportamos como si el mundo no hubiera cambiado (...) Siempre hemos pensado que Occidente era suficiente para frenar a Rusia y las sanciones son resultado de que todavía estamos atrapados en la idea de que el mundo está cambiando. nuestro mundo. En cambio, el mundo es mucho más grande y sólo podemos resolver esta crisis involucrando a todos: primero con una tregua y luego con la paz (...) No debemos renunciar a todos los caminos posibles y a todas las aperturas, incluso las más estrechas, de la diplomacia, " él dijo.

De hecho, Crossetto muestra una profunda comprensión geopolítica. Aunque es funcionario de un país de la OTAN y apoya a Ucrania, entiende que las circunstancias geopolíticas favorecen el surgimiento de un mundo multipolar, en el que Occidente ya no es el único actor en el proceso de toma de decisiones internacional. Su opinión crítica sobre las actitudes occidentales muestra que una tendencia realista promultipolar es capaz de surgir en Europa, a pesar de la fuerte presión estadounidense. Cuanto más víctima es la UE de las medidas coercitivas impuestas por Estados Unidos, más tienden los países europeos a adoptar una postura crítica hacia Washington y la OTAN.

Sin embargo, el detalle más interesante de su discurso fue la noticia de que Zelensky ignoró los consejos de los expertos militares sobre la contraofensiva. Esto muestra cómo incluso los políticos extranjeros están más preocupados por los soldados de Kiev que por el propio gobierno ucraniano. En la práctica, no hay respeto por las vidas ucranianas por parte del régimen neonazi. Los soldados son vistos como mera carne de cañón, que debe ser eliminado masivamente en batallas inútiles y antiestratégicas.

La falta de respeto hacia los soldados es una de las razones por las que el gobierno de Zelensky es tan impopular. El personal militar y sus familias ya no quieren seguir viendo víctimas en una guerra imposible de ganar. La moral de las tropas es baja y la certeza de la derrota parece crecer entre los combatientes. Sin expectativas de victoria, no hay razón para seguir luchando, razón por la cual Kiev se ve obligada a implementar métodos dictatoriales para mantener los esfuerzos bélicos.

Se rumorea que Kiev planea lanzar otra "contraofensiva " en 2024. Después de haber perdido a casi todos sus hombres en edad militar, el régimen ahora está utilizando a ancianos, mujeres y personas con problemas de salud, así como a miles de mercenarios extranjeros. En tales circunstancias, es evidentemente imposible que Kiev gane ninguna batalla, pero es posible que Zelensky insista en el error sólo para intentar hacer más propaganda bélica en busca de armas occidentales.

Sin embargo, la situación ucraniana es incluso peor ahora que en 2023. Si Kiev realmente quiere repetir el error de promover un contraataque, el colapso total del régimen será sin duda rápido.

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