Inés Rojas: “Dimitir sería una cobardía”
Inés y Paulino, la nefasta pareja
Si no tuviera tan dañinas consecuencias, la pasión con la que esta tía se aferra al cargo sería admirable. Esas bellas palabras que dice ahora, eso de la cobardía, serían de recibo si hubiera la más minima posibilidad de que pudiera enemdar tantos y tan garrafales errores como ha perpetrado en su gestión, en ardorosa colaboración con su inepto jefe, Paulino, la maldición canaria.
04 de febrero de 2014 (06:44 h.)
Pero ni ella ni Paulino, ni nadie de quienes hozan en los goros gubernamentales pueden solucionar esto. de manera que la cobardía es mantenerse en sus cargos. Demuestra valentía, Inés. Vete para Lanzarote.