"De aquellos polvos, estos lodos”, comenta Antonio Aguado

En las elecciones generales de abril del 2019, el PSOE obtuvo 123  diputados y Unidas Podemos 42, lo que les posibilitaba configurar, con los apoyos de los nacionalistas como ocurre en la actualidad, entre otros ERC y PNV  un gobierno de coalición (el PP y Vox habían conseguido 66 y 24 diputados respectivamente), pero tanto Pablo Iglesias por las condiciones que pactaba y sobre todo por Pedro Sánchez que las rechazaba y no estaba por la labor, lo imposibilito y tuvimos que pagar las consecuencias en las siguientes elecciones de noviembre de ese mismo año, en las que Vox incrementó su presencia en el Congreso de 24 a 52 escaños.

Con el agravante de que ahí no se ha quedado la cosa y por el contrario, cada vez más en todas las elecciones que han venido participando, vienen experimentando inquietantes incrementos. Se suelen nutrir de muchos votantes humildes y de clase trabajadora, que por sus situaciones sociales y económicas en teoría deberían ser de la izquierda, pero ésta algo estará haciendo mal, para el que debería ser su electorado natural no le esté respaldando.  La única formula para contrarrestar a las reaccionarias derecha extrema del PP y extrema derecha de Vox, es mediante políticas con más libertad y justicia social.

Antonio Aguado Suárez     

Un nuevo Gobierno del PP implica condenar a muerte los ya maltrechos y escasos servicios públicos de Castilla y León y sentenciar, por tanto, su futuro entero. Sí, Castilla y León es país para viejos y el PP quiere que siga siendo así: es el único voto que consigue rentabilizar todavía, aunque a veces le salga a perder. Añadir a Vox suma a la ecuación el deterioro de los derechos de todos y un retroceso a debates ya superados. Es el regreso al pasado. El pasado al que nunca quisimos volver.

Todo el texto de Pérez Alonso

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